viernes, 18 de octubre de 2013

Queman en El Texcal 80 casas de precaristas

Queman en El Texcal 80 casas de precaristas
Afectados aseguran que no recibieron orden judicial
Funcionario justifica la destrucción
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Por segunda ocasión en una semana, policías de Morelos acompañaron ayer a un grupo de comuneros que destruyeron las viviendas de 80 familias que vivían en un predio irregular de la zona natural El TexcalFoto Rubicela Morelos
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Policías antimotines del estado y comuneros de Tejalpa, quemaron 80 viviendas en la reserva ecológica estatal de El TexcalFoto Rubicela Morelos
Rubicela Morelos Cruz
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 18 de octubre de 2013, p. 34
Jiutepec, Mor., 17 de octubre.
Unos 600 policías antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública del estado y comuneros de Tejalpa quemaron 80 viviendas de familias que invadieron la reserva ecológica estatal de El Texcal, informó José Iván Fernández Galván, subsecretario de Gestión Ambiental de la Secretaria de Desarrollo Sustentable (SDS).
Hace una semana policías y comuneros destruyeron 130 viviendas en esa área, y como en la ocasión anterior, no llevaron orden de desalojo, denunciaron los afectados.
En la operación de hoy, que comenzó a las 11 y concluyó a las 13 horas, comuneros y civiles embozados iban al frente destruyendo las casas con machetes, barras, palos, pinzas, palas y sopletes. Luego les rociaban gasolina y les prendían fuego.
Las negras columnas de humo se elevaron varios kilómetros. Perros, gatos, guajolotes y gallinas fueron liberados por los policías y salieron corriendo.
Entre sollozos, Cleotilde Ramírez Pastor comentó que nunca recibieron aviso de desalojo, y no esperaban que representantes de la SDS, comuneros y policías fueran a quemarles sus casas.
Nosotros les pagamos a los comuneros por nuestros lotes. Ellos (las autoridades y la policía) creen que vivimos aquí por gusto. No: vivimos aquí porque no tenemos otra opción. Toda esta gente no tiene dinero, afirmó.
Exigió al gobernador Graco Ramírez y a la alcaldesa Silvia Salazar que paguen los daños y no sólo digan que somos invasores. Aunque es madera, esto cuesta, dijo Ramírez Pastor mientras detrás de ella ardía la que fue su casa, donde vivía con su marido y dos hijos.
Virginia Salgado aseguró que ella le compró el lote a un comunero por 30 mil pesos, pero el vendedor participó en el desalojo. Dijo que gastó unos 400 mil pesos en la construcción, y solicitó a las autoridades que le rembolsen al menos la mitad, para buscar adónde irse.
¿Por qué queman las casas?, preguntó su hijo, de unos cinco años de edad. Por respuesta sólo escuchó llantos.
Fernández Galván, subsecretario de Gestión Ambiental de la SDS, informó que se destruyeron 80 viviendas, algunas de madera y láminas de asbesto y cartón, y otras de tabicón; asimismo se inutilizaron 15 letrinas.
Afortunadamente no hay resistencia. Se está difundiendo que es una zona donde no se puede cambiar el uso de suelo, comentó.
Se le preguntó si tenían orden de desalojo. Respondió: “En materia agraria, los comuneros simplemente nos piden apoyo (a la SDS) para hacer el dictamen y el peritaje de los daños ambientales que justifiquen en parte el desalojo. Los daños ambientales en esta zona son por las letrinas, basura, tala discriminada, extracción de piedra y contaminación por heces fecales coliformes que ya se han detectado en la laguna, (de) donde 200 mil personas toman agua.
Es una decisión de los comuneros defender sus tierras. Ellos hicieron asambleas, en las cuales determinaron iniciar los desalojos por despojo de sus tierras, argumentó.
Interrogado acerca de los incendios, respondió que los comunerosargumentan que si nada más quitan los palos vuelven a levantarlas muy rápido.
Sobre la razón por la cual los comuneros encabezaron el desalojo, dijo que fue un acuerdo con los policías y que éstos vigilaron que no hubiera nadie en las viviendas