Joven apela del auto de formal prisión; la CDHDF inicia queja
Yakiri Rubí pasó de ser víctima de violación a acusada de homicidio
La denuncia previa que interpuso fue considerada parte de su testimonio
Un grupo de personas se manifestaron en la entrada principal del edificio sede de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para exigir una reunión con su titular, Rodolfo Ríos Garza, luego de que el juez 68 penal dictó auto de formal prisión contra Yakiri Rubí Rubio Aupart. Después de varios minutos afuera del llamado búnker, el padre de la joven, José Luis Rubio, fue recibido por el subprocurador de Averiguaciones Previas, Edmundo GarridoFoto Víctor Camacho
Josefina Quintero
Periódico La Jornada
Jueves 19 de diciembre de 2013, p. 39
Jueves 19 de diciembre de 2013, p. 39
Pese a que Yakiri Rubí Rubio Aupart denunció que fue agredida sexualmente y atacada por dos sujetos que la obligaron a entrar a un hotel de la colonia Doctores, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ejerció acción penal en su contra, porque la integración de la averiguación previa sólo se hizo por el homicidio de Miguel Ramírez Anaya, su presunto agresor.
La fiscal de la Agencia Central de Investigación de la PGJDF, Lucia Reza, señaló que tuvieron los elementos suficientes para consignar el expediente al juez penal, por el delito que estaban investigando: homicidio.
Sin embargo, la denuncia previa que Rubí realizó contra sus atacantes: violación, privación ilegal de la libertad y golpes, sólo fue considerada como parte de su testimonio en la investigación del asesinato.
Efectivamente, ella en su declaración manifiesta haber sido violentada sexualmente; se le practicaron todos los estudios y se remitió un desglose a la Fiscalía de Delitos Sexuales, donde se trabaja toda esta investigación respecto de la conducta del delito sexual.
Aseguró que le fueron practicados los exámenes como víctima de violación:
se remitió el expediente, se dio la intervención, se trabajaron cuando se le tuvo como probable responsable en el momento que rinde declaración. Ella manifiesta una conducta sexual en su agravio, por lo que se practicaron los estudios correspondientes.
Reconoció que, independientemente de ser probable responsable, era víctima; sin embargo,
nosotros teníamos todos los elementos y mecánicas de hechos y mecánicas de lesiones que nos determinan su actuar y su participación como probable responsable del delito de homicidio.
Sobre si por los hechos podría considerarse que actuó en defensa propia para evitar la agresión, Lucía Reza manifestó:
Nosotros ejercitamos acción penal con los elementos que nos presentan los peritos. Efectivamente, ellos nos dan determinadas características que por el momento, para nosotros, eran suficientes para ejercitar la acción penal por el delito que nosotros estábamos investigando: homicidio.
Por su parte, la defensa legal de Yakiri Rubí Rubio Aupart apeló del auto de formal prisión que se le dictó como presunta responsable de homicidio calificado. Con la determinación del secretario de acuerdos, Jesús Sevilla Flores, quien por ministerio de ley toma la titularidad del juzgado 68 penal por ausencia del juez, Rubí será sometida a un proceso ordinario, tiempo en que se le mantendrá en reclusión, informó su abogada Ana Katiria Suárez Castro.
La litigante expuso que en 15 horas la PGJDF integró la averiguación previa, la cual cconsideró deficiente. Ante ello, presentó un dictamen en criminalística para demostrar que las pruebas que se le aplicaron estuvieron mal hechas. Recordó que fue Yakiri quien llegó a la agencia 50 como víctima de una violación y en pocos minutos se le notificó que ya no tenía esa calidad y se le imputó el delito de homicidio.
Ante las demandas y exigencias de familiares y amigos de la joven, la Comisión de Derechos Humamos del Distrito Federal inició una queja de oficio. Asimismo, ayer un grupo de personas, en su mayoría mujeres, junto con sus padres, se manifestaron afuera de la sede de la PGJDF contra el encarcelamiento de la joven. José Luis Rubio, padre de Yakiri, fue recibido por el subprocurador de Averiguaciones Previas, Edmundo Garrido
