jueves, 26 de abril de 2007

Se agudiza en el IMSS el desabasto de fármacos para pacientes con sida


Los antirretrovirales tardan hasta tres semanas en ser entregados a enfermos
Se agudiza en el IMSS el desabasto de fármacos para pacientes con sida
ANGELES CRUZ MARTINEZ



Andrés recibió el diagnóstico de que es portador del VIH/sida en el año 2002. Hasta octubre pasado había estado bien, pero empezó con algunos problemas de fatiga, los cuales se agravaron, por lo que el 9 de noviembre su médico tratante decidió que debía iniciar con el tratamiento antirretroviral a fin de controlar el avance del virus. Sin embargo, a causa del persistente desabasto de medicamentos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pudo iniciar con su terapia el 9 de enero, es decir, dos meses después.
Una problemática similar padecen los seropositivos, que como Andrés, son atendidos en el Hospital General de Zona (HGZ) número 194 del IMSS, donde la carencia de medicinas es una constante, a pesar del compromiso que ante los mismos pacientes ha realizado el director de la unidad médica, Felipe Cervantes, para terminar con las carencias.
En el caso de Andrés -cuyo verdadero nombre se mantiene en reserva por petición de él mismo-, los medicamentos de su terapia (lamivudina y lopinavir/ritonavir) han sido surtidos hasta tres semanas después de que han sido emitidas por el médico.
Algunas ocasiones, comentó la esposa del afectado, la prescripción se ha quedado en la farmacia para que una vez que llega el medicamento "me avisan por teléfono, y ya no vengo todos los días a preguntar".
Señaló que con tal de que Andrés no interrumpiera su terapia, una vez compraron uno de los antirretrovirales, pero son muy caros. Debido a que el paciente sabe que el control del VIH/sida sólo es efectivo cuando se toman las dosis completas del tratamiento, el pasado 26 de marzo suspendió la terapia. En esa fecha, el IMSS tenía que haberle surtido lopinavir/ritonavir, pero no fue así.
Y es que, dice, un familiar de otro paciente, "nada se puede hacer cuando los de la farmacia te dicen que no hay el medicamento y el director simplemente no cumple sus compromisos". Ayer mismo, la madre de uno de los enfermos se presentó en la farmacia del HGZ 194 para ver si ya había llegado el antirretroviral abacavir, el cual, dijo "sí había, pero no me lo dieron porque los que tenían estaban apartados para pacientes que habían dejado su receta desde días atrás".
El problema es que ella también había dejado la receta de su hijo con antelación, pero según le dijeron los empleados, su nombre no estaba en la lista de personas a quienes se entregaría el medicamento en la farmacia.
Otros pacientes aseguraron que el desabasto de antirretrovirales es constante, pero desde noviembre de 2006 se ha agudizado.
Para Andrés, esta escasez de medicinas ya ha tenido un impacto negativo en su salud, pues como explicó su esposa, por no tomar de manera regular sus medicamentos, tampoco logró superar los síntomas de enfermedades asociadas al aumento de la carga de VIH en su sangre.
Por el contrario, el deterioro físico de Andrés se agravó con el paso de las semanas. La última receta se la dieron el 26 de marzo, la cual pudo surtir apenas el pasado martes. Ya no le sirvió de mucho porque el lunes 23 ingresó al HGZ 194 con un cuadro de diarrea y desnutrición severas. Llevaba tres semanas sin comer prácticamente nada a causa del malestar en su organismo, tiempo durante las cuales dejó de tomar los antirretrovirales.
Lo único que quiere la familia de Andrés es que mejore la calidad de la atención que reciben en el Seguro Social, y el paciente logre su recuperación. "No tendría que estar aquí, sino en su trabajo y yo cuidando a mis tres hijos", resaltó su esposa.