lunes, 28 de mayo de 2007

Los Condilomas, VPH (Virus de Papiloma Humano)

Los condilomas acuminados, también llamados verrugas genitales, son neoformaciones exofíticas, generalmente múltiples, de color rosado o blanco-grisáceo, en cuya superficie se aprecian proyecciones filiformes o papilomatosas. Habitualmente se localizan en la región anogenital y suelen ser asintomáticos, aunque a veces cursan con dolor o prurito.
Su tamaño es muy variable. Generalmente crecen rápidamente hasta llegar a adquirir dimensiones considerables y el típico “aspecto de coliflor”, aunque en ocasiones el tamaño de la lesión se estabiliza o decrece hasta desaparecer por completo.
La transmisión por contacto sexual es la más común, aunque en ocasiones se puede producir de otro modo, como en el caso de los recién nacidos (contacto durante el parto de una madre infectada). Su presencia en niños puede estar en relación con abusos a menores, pero puede tratarse simplemente de contagio de verrugas de las manos. Plantean por tanto una importante disyuntiva y deben ser valorados cuidadosamente.
El período de incubación es variable, y a menudo difícil determinar la fuente de infección; lo que sí es prácticamente seguro es que el diagnóstico de un condiloma en un paciente indica infección del compañero sexual, aunque esté asintomático.
Están causados por el papiloma virus humano (VPH). Los agentes etiológicos más frecuentes son los tipos 6 y 11 del VPH, los cuales se asocian con lesiones benignas. Los tipos 16, 18, 31, y 33 se asocian con el desarrollo de carcinoma de cérvix. Se han detectado en la actualidad más de 130 subtipos de VPH, existe una asociación preferencial entre ciertos genotipos, su aspecto morfológico y su localización anatómica particular. Algunos de estos subtipos VPH poseen potencial oncogénico.

El diagnóstico de los condilomas acuminados es clínico. Sólo se requiere la confirmación histológica (biopsia) en determinadas situaciones: existencia de duda diagnóstica, lesiones que no responden al tratamiento habitual, lesiones que empeoran durante el tratamiento, pacientes con compromiso inmunitario, lesiones pigmentadas, induradas, fijas o ulceradas en su superficie.
Es necesario diferenciarlos de:
  • Condilomas planos o sifílides, que se presentan en la sífilis secundaria. Estas lesiones aunque morfológicamente pueden tener un aspecto similar, son de superficie plana y a veces erosiva y exudativa, en lugar de papilomatosa. Pueden coexistir con otras manifestaciones cutáneas de la sífilis secundaria. En caso de dudas, el examen en campo oscuro revelará múltiples treponemas en las lesiones de origen sifilítico.
  • Papulosis benigna, también llamada pápulas perladas del pene o pápulas vestibulares, que se observa en 30 – 40% de los varones jóvenes generalmente en la corona del glande y no está asociada al VPH. Es la entidad que más problemas de diagnóstico diferencial causa con los condilomas.
  • Pénfigo vegetante, las lesiones son de superficie de implantación más extensa y presenta lesiones ampollosas en algún momento de la evolución.