jueves, 21 de junio de 2007

¿Como reducir los riesgos de infección por el VIH si te inyectas drogas?


Si usas drogas o te inyectas droga, lo primero que debes considerar es que:
Lo mejor es que dejes de usar y/o inyectarte drogas.
Que ingreses a un tratamiento por consumo de drogas y tomes en cuenta la posible recaída.
Pero si no puedes dejar de inyectarte es mejor que:
Utilices una jeringa nueva cada vez que te inyectes.
No compartas agua ni materiales del equipo que usas para preparar la droga.
Usa agua inyectable de farmacia para preparar la droga, y si no es posible, usa embotellada o de la llave (grifo).
Utiliza recipientes nuevos o desinfectados, y algodón (filtro) nuevo, para prepararla.
Lávate las manos con agua y jabón y limpia la vena antes de la inyección, de preferencia con un algodón con alcohol.
Desecha de forma adecuada las jeringas después de usarlas para que no sean reutilizadas.

Si compartes jeringas o reutilizas el equipo de inyección debes considerar lo siguiente:


Si reutilizas una jeringa que sea la tuya, no la de otra persona.
Debes hervir en agua o desinfectar con cloro el equipo ya usado antes de reutilizarlo.
La desinfección de jeringas y agujas es importante para reducir los riesgos de transmisión del VIH/SIDA, aunque una mejor opción es no compartir el equipo de inyección.
La limpieza con cloro debe hacerse antes y después de rehusar jeringas,
La utilización de cloro concentrado (sin mezclar con agua) de uso doméstico, como se indica a continuación, mejorará la efectividad de la desinfección.

Lava la aguja y la jeringa llenándola con agua limpia varias veces para eliminar los residuos de sangre, ya que reducen la efectividad del cloro.
Llénala completamente con cloro y agítala por lo menos 30 segundos, y vacíala fuera del recipiente. Repite esta operación dos veces mínimo.
Enjuaga la jeringa dos veces o más con agua limpia, de la misma manera.

EL CENSIDA afirma:

El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) es el Agente Causal del SIDA

5,195 médicos y científicos – entre ellos 11 premios Nóbel- de 83 países del mundo con su firma lo han respaldado.


A seis años de la Declaración de Durban, Sudáfrica; y debido a preocupaciones en México, resultado de un programa de TV y radio donde se afirma que el VIH, no existe, el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA (CENSIDA), considera pertinente volver a difundir la “Declaración de Durban” firmada por 5,195 médicos y científicos de 83 países del mundo, y al mismo tiempo exhorta a todos los cerca de 39,000 pacientes que actualmente reciben tratamiento anttirretroviral en nuestro país, y gracias al cual pueden continuar con vida, que bajo ninguna circunstancia suspendan por su cuenta la ingesta de estos medicamentos.

Declaración de Durban
Diecisiete años después del descubrimiento del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (HIV), miles de las personas de todo el mundo se han reunido en Durban, Sudáfrica para asistir a la XIII Conferencia Internacional de SIDA. Al final del milenio, se estima que mundialmente 34 millones de personas están viviendo con HIV o SIDA, 24 millones de ellos en África Subsahariana (1). Sólo el año pasado, 2.6 millones de personas murieron de SIDA, la proporción más alta desde el inicio de la epidemia. Si las tendencias actuales continúan, el Sur y Sudeste de Asia, América del Sur y regiones de la antigua Unión Soviética también llevarán una carga pesada en las próximas dos décadas.
Como muchas otras enfermedades, como la tuberculosis y malaria que promueven la enfermedad y muerte en las comunidades postergadas y empobrecidas, el SIDA se propaga a través de infección. El HIV-1, el retrovirus que es responsable de la pandemia del SIDA, se relaciona estrechamente al Virus de Inmunodeficiencia Simiana (SIV) que infecta a los chimpancés. El HIV-2 que prevalece en África Occidental y se ha extendido a Europa e India, es casi indistinguible de un SIV que infecta al mono tiznado de mangabey. Aunque el HIV-1 y HIV-2 surgen primero como infecciones transmitidas de los animales a los humanos, o zoonosis (2), los dos se transmiten ahora entre los humanos a través del contacto sexual, de la madre al niño y por vía de sangre contaminada.
Una fuente animal para una nueva infección no es privativa del HIV. La peste vino de los roedores. La influenza y el nuevo virus de Nipah en el Sudeste de Asia arribó a los humanos vía los cerdos. Variantes de la enfermedad de Creutzfeldt Jakob en el Reino Unido vienen de la "vaca loca". Una vez que el HIV se estableció en humanos, se adaptó rápidamente a los hábitos y costumbres humanas. Como otros virus, el HIV no reconoce ningún límite social, político o geográfico.
La evidencia que el SIDA es causado por el HIV-1 o HIV-2 es clara, exhaustiva e inequívoca. Esta evidencia reúne las normas científicas más altas (3-7). Las conclusiones se basan exactamente en los mismos criterios tomados en cuanto a otras enfermedades virales, como poliomielitis, sarampión y viruela:
Los pacientes con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, sin tener en cuenta donde viven, se han infectado con el HIV (3-7).
· Si no reciben tratamiento, la mayoría de las personas con infección por HIV muestran señales de SIDA dentro de los 5-10 años posteriores (6, 7). La infección de HIV se detecta en sangre descubriendo anticuerpos, secuencias del gen o aislamiento viral. Estas pruebas son tan fiables como cualquiera de las usadas para descubrir otras infecciones virales.
· Personas que recibieron sangre o productos sanguíneos contaminados con HIV desarrollan SIDA, mientras que aquellos que recibieron material no infectado o sangre testeada, no lo desarrollan (6).
· La mayoría de los niños que desarrollan SIDA han nacido de madres infectadas por el HIV. A nivel más alto de carga viral en la madre, es mayor el riesgo de que su niño resulte infectado (8).
· En el laboratorio, el HIV infecta el tipo exacto de glóbulos blancos (linfocitos CD4) que resultan ser suprimidos en las personas con SIDA (3-5).
· Drogas que bloquean la replicación del HIV en el tubo de ensayo también reducen la carga viral y retrasan la progresión al SIDA. Donde está disponible, el tratamiento ha reducido la mortalidad por SIDA en más de 80% (9).
· Monos inoculados con ADN de SIV clonado resultan infectados y desarrollan SIDA (10).
· Se dispone de información adicional (4), el virus HIV causa el SIDA (5). Es lamentable que algunas personas continúen negando la evidencia. Esta posición costará innumerables vidas.
En diferentes regiones del mundo el HIV/SIDA muestra patrones modificados en su propagación y síntomas. En África, por ejemplo, las personas infectadas por HIV tienen 11 veces más probabilidades de morir dentro de los 5 años (7) posteriores a la infección y más de 100 veces más probabilidades de desarrollar el sarcoma de Kaposi, un cáncer aún no vinculado a otro virus (11).
Como con cualquier otra infección crónica, varios cofactores juegan un papel determinando el riesgo de enfermedad. Personas malnutridas, quienes ya sufren otras infecciones o quienes son más viejos, tienden a ser más susceptibles al rápido desarrollo de SIDA a raíz de la infección por HIV. Sin embargo, ninguno de estos factores debilita la evidencia científica que el HIV es la única causa del SIDA.
En esta emergencia global, la prevención de la infección por HIV debe ser nuestra mayor prioridad de salud pública mundial. El conocimiento y las herramientas para prevenir la infección existen. La propagación sexual del HIV puede ser prevenidos por monogamia, abstinencia o usando condones. La transmisión por sangre puede ser detenida controlando los productos sanguíneos y no reutilizando agujas. La transmisión de madre a niño puede ser reducida a más de la mitad por tratamientos cortos de drogas antivirales (12, 13).
Los recursos limitados y la carga aplastante de pobreza en muchas partes del mundo constituyen desafíos formidables para el control de la infección de HIV. Las personas ya infectadas pueden ser ayudadas por tratamiento con drogas que salvan vidas, pero el alto costo coloca estos tratamientos fuera del alcance para la mayoría. Es crucial desarrollar nuevas drogas antivirales más fáciles de tomar, que tengan menos efectos colaterales y sean mucho menos caras, para que millones más puedan beneficiarse de ellas.
Hay muchas maneras de comunicar la información vital sobre HIV/SIDA. Lo que resulta mejor en un país puede no ser apropiado en otro. Pero para enfrentar la enfermedad, todos debemos entender primero que el HIV es el enemigo. La investigación, no los mitos, llevará al desarrollo de tratamientos más eficaces y más baratos, y esperanzadamente a una vacuna. Pero por ahora, debe ponerse énfasis en prevenir la transmisión sexual.
No se avizora el fin de la pandemia de SIDA. Trabajando juntos, nosotros tenemos el poder para revertir el curso de esta epidemia. La ciencia triunfará un día sobre el SIDA, así como lo hizo sobre la viruela. Frenar la propagación del HIV será el primer paso. Hasta entonces, la razón, la solidaridad, la voluntad política y el coraje deben ser nuestros compañeros.

Herpes

Herpes



El herpes es cualquier lesión cutánea inflamatoria caracterizada por la aparición de pequeñas vesículas agrupadas formando un racimo y rodeados de un halo rojo.

Tipos de herpes


El herpes genital es una infección cutánea causada por dos virus que pertenecen al grupo herpesvirus hominus: el HSV-1 y el HSV-2, conocidos, respectivamente, como herpes simple tipo 1 (HSV-1) y como herpes simple tipo 2 (HSV-2).

Esta infección es de transmisión sexual y se caracteriza por episodios repetidos que se desarrollan con una erupción de pequeñas ampollas, generalmente dolorosas, sobre los genitales o ano produciendo demasiado ardor o rasquiña (picazón) desesperante. La piel se erupciona haciendo más difícil su curación.





Incidencia


El tipo HSV-1 es responsable, aproximadamente, del 5 al 10% de los herpes genitales. Ambos virus son transmitidos por contacto sexual. Es normal que ocurra un cruce de infecciones de tipo 1 y 2 durante el contacto sexual oral-genital.
La infección inicial de herpes oral ocurre normalmente en la niñez y no está clasificada como una enfermedad de transmisión sexual. El 80% de la población adulta es candidata a portar el HSV-1 y puede haberlo adquirido de una forma no sexual. El herpes genital nunca se cura totalmente, y su tratamiento es principalmente con acyclovir.

Virus
Contraer la enfermedad
El HSV-1 y el HSV-2 pueden encontrarse en las úlceras causadas por los virus y ser liberados por las mismas, pero entre brote y brote los virus también pueden ser liberados por la piel que no parece afectada o que no tiene úlceras. Por lo general, una persona solo puede infectarse con el HSV-2 durante el contacto sexual con alguien que tiene una infección por HSV-2 genital. La transmisión puede darse a partir de una pareja sexual infectada que no tiene una úlcera visible y que no sepa que está infectada.

Inicialmente, sensación de calor, picor y color rosado.
Ampollas dolorosas llenas de fluido en el área genital o rectal.
Pequeñas ampollas que se funden para formar una ampolla larga.
Costras amarillas que se forman en las ampollas al principio de la fase de curación.
Fiebre suave.
Bultos en la ingle.
Micciones difíciles y dolorosas (disuria). (Dolor al orinar)
Micciones titubeantes.
Aumento en la frecuencia y urgencia de las micciones.
Relación sexual dolorosa.
Incontinencia urinaria.
Llagas genitales.

Complicaciones
El herpes genital puede causar la presencia repetida de dolorosas úlceras genitales en muchos adultos y la infección del herpes puede ser grave en personas con sistemas inmunodeprimidos. Adicionalmente, el HSV genital puede causar infecciones potencialmente mortales en los bebés.
Es importante que las mujeres eviten contraer el herpes durante el embarazo porque la ocurrencia de un primer episodio durante el embarazo provoca un mayor riesgo de que el virus sea transmitido al bebé. Si una mujer tiene herpes genital activo al momento del parto, se realiza por lo general un parto por cesárea. El herpes puede contribuir a la propagación del VIH, el virus que causa el SIDA. El herpes puede hacer que las personas se vuelvan más susceptibles a la infección por VIH y puede hacer que las personas infectadas por el VIH sean más infecciosas.

Prevención
La prevención es muy difícil desde el momento en que el virus puede contagiarse incluso a partir de personas infectadas que no presentan síntomas. Sin embargo, evitando el contacto directo con una lesión abierta rebajamos el riesgo de infección. Las personas con herpes genital deben evitar el contacto sexual cuando tienen las lesiones activas. Las personas con herpes genital conocido pero sin síntomas clínicos presentes deben informar a su pareja de que tienen la enfermedad. Esto permitirá a ambos usar barreras protectoras (preservativos) para prevenir el contagio. El preservativo es la mejor protección frente al herpes genital cuando se es sexualmente activo. El uso sistemático y correcto de un preservativo ayuda a evitar el contagio. Los preservativos se controlan para asegurar que ese virus no puede pasar través del material del cual están hechos.
Herpes circinado
La tiña del cuerpo, tiña de la piel lampiña o herpes circinado es una infección de la piel que afecta a la cara, tronco, cuello o extremidades, causada por un tipo de hongos llamados dermatofitos. El nombre científico de la tiña del cuerpo es tinea corporis.

Los deramtofitos solo infectan estructuras con queratina es decir, epidermis (es la capa más superficial de la piel), pelo y uñas. Tienen su reservorio natural en la piel y el pelo del hombre y los animales, y en el suelo. A partir de estas fuentes se pueden contagiar el hombre y los animales. Según su reservorio natural se clasifican en:
Hongos antropofílicos: únicamente parasitan al ser humano. Sólo se transmiten de persona a persona. Producen grandes epidemias en medios urbanos por contagio en duchas, piscinas, colegios, etc. Las lesiones son poco inflamatorias.
Hongos zoofílicos: habitan normalmente sobre los animales. Ocasionalmente pueden parasitar al ser humano o encontrarse en el suelo. Producen epidemias familiares en personas en contagio con animales infectados. Son poco contagiosas de persona a persona o por la ropa. Las lesiones suelen ser inflamatorias.
Hongos geofílicos: viven en el suelo alimentándose de restos de queratina de animales. Aunque es raro pueden parasitar al ser humano directamente o por medio de animales, produciendo tiñas inflamatorias.
La tiña del cuerpo puede estar producida por cualquier tipo de dermatofito, siendo los más frecuentes:
Microsporum canis.
Trichophyton mentagrophytes.
Trichophyton verrucosum.
Trichophyton rubrum.
Epidermophyton floccosum.

Herpes zóster





El herpes zóster (o culebrilla) es una enfermedad caracterizada por manchas en forma de anillo.
No sólo afecta a la piel, sino que puede aparecer también en las mucosas (ojos, genitales). En este tipo de herpes, la infección viral, provocada por el virus varicela zoster, es aguda y localizada, y afecta tanto a los animales como al hombre.
Esta enfermedad no es contagiosa. En los humanos suele atacar las partes del cuerpo cubiertas de pelo, en especial el cuero cabelludo de los niños y la barba de los adultos. En la piel desnuda, se desarrolla como una mancha redonda de color rosa que suele tener ampollas muy pequeñas en el borde. Según se extiende la mancha, el centro sana, lo que da a la zona afectada su característica forma de anillo. Produce además dolores muy fuertes en la zona, la inflamación de los ganglios circundantes y deja como cicatrices manchas oscuras, que se aclaran lentamente con el paso del tiempo.
El herpes zóster es causado por el mismo virus que provoca la varicela. Después de un episodio de varicela, el virus se vuelve latente en el cuerpo. El herpes zóster ocurre como resultado de la reaparición del virus después de muchos años. La causa de la reactivación generalmente se desconoce pero parece estar asociada con el envejecimiento, situaciones de estrés o alteraciones del sistema inmune. Usualmente sólo se presenta un ataque y no recurre. Los medicamentos contra el herpes zoster son caros y difíciles de conseguir

Síndrome de Ramsay-Hunt



Si la infección se localiza en el nervio facial (VII nervio craneal) se puede presentar el llamado síndrome de Ramsay-Hunt, que consiste en lesiones en el conducto auditivo externo, el pabellón de la oreja, y lo que es más importante, parálisis facial periférica que afecta a la mitad ipsilateral de la cara. Trastornos de la audición (desde algiacusia, hiperacusia, hasta la sordera), y alteraciones del gusto de la mitad de la lengua (hipogeusia).

Neuralgia postherpética

El herpes puede complicarse con la persistencia del dolor en el área en que se produjo la enfermedad. Esto se conoce como neuralgia postherpética. Puede durar desde meses hasta años después del episodio inicial. Este dolor puede ser lo suficientemente intenso como para incapacitar a la persona. Los ancianos tienen un mayor riesgo de esta complicación.
El herpes es cualquier lesión cutánea inflamatoria caracterizada por la aparición de pequeñas vesículas agrupadas formando un racimo y rodeados de un halo rojo.

Tipos de herpes





El herpes genital




es una infección cutánea causada por dos virus que pertenecen al grupo herpesvirus hominus: el HSV-1 y el HSV-2, conocidos, respectivamente, como herpes simple tipo 1 (HSV-1) y como herpes simple tipo 2 (HSV-2).
Esta infección es de
transmisión sexual y se caracteriza por episodios repetidos que se desarrollan con una erupción de pequeñas ampollas, generalmente dolorosas, sobre los genitales o ano produciendo demasiado ardor o rasquiña (picazón) desesperante. La piel se erupciona haciendo más difícil su curación.



Incidencia



El tipo HSV-1 es responsable, aproximadamente, del 5 al 10% de los herpes genitales. Ambos virus son transmitidos por contacto sexual. Es normal que ocurra un cruce de infecciones de tipo 1 y 2 durante el contacto sexual oral-genital.



La infección inicial de herpes oral ocurre normalmente en la niñez y no está clasificada como una enfermedad de transmisión sexual. El 80% de la población adulta es candidata a portar el HSV-1 y puede haberlo adquirido de una forma no sexual. El herpes genital nunca se cura totalmente, y su tratamiento es principalmente con acyclovir.




Virus




Contraer la enfermedad



El HSV-1 y el HSV-2 pueden encontrarse en las úlceras causadas por los virus y ser liberados por las mismas, pero entre brote y brote los virus también pueden ser liberados por la piel que no parece afectada o que no tiene úlceras. Por lo general, una persona solo puede infectarse con el HSV-2 durante el contacto sexual con alguien que tiene una infección por HSV-2 genital. La transmisión puede darse a partir de una pareja sexual infectada que no tiene una úlcera visible y que no sepa que está infectada.




Síntomas




Inicialmente, sensación de calor, picor y color rosado.



Ampollas dolorosas llenas de fluido en el área genital o rectal.


Pequeñas ampollas que se funden para formar una ampolla larga.


Costras amarillas que se forman en las ampollas al principio de la fase de curación.


Fiebre suave.


Bultos en la ingle.


Micciones difíciles y dolorosas (disuria). (Dolor al orinar)


Micciones titubeantes.


Aumento en la frecuencia y urgencia de las micciones.


Relación sexual dolorosa.


Incontinencia urinaria.


Llagas genitales.




Complicaciones



El herpes genital puede causar la presencia repetida de dolorosas úlceras genitales en muchos adultos y la infección del herpes puede ser grave en personas con sistemas inmunodeprimidos. Adicionalmente, el HSV genital puede causar infecciones potencialmente mortales en los bebés. Es importante que las mujeres eviten contraer el herpes durante el embarazo porque la ocurrencia de un primer episodio durante el embarazo provoca un mayor riesgo de que el virus sea transmitido al bebé. Si una mujer tiene herpes genital activo al momento del parto, se realiza por lo general un parto por cesárea. El herpes puede contribuir a la propagación del VIH, el virus que causa el SIDA. El herpes puede hacer que las personas se vuelvan más susceptibles a la infección por VIH y puede hacer que las personas infectadas por el VIH sean más infecciosas.




Prevención



La prevención es muy difícil desde el momento en que el virus puede contagiarse incluso a partir de personas infectadas que no presentan síntomas. Sin embargo, evitando el contacto directo con una lesión abierta rebajamos el riesgo de infección. Las personas con herpes genital deben evitar el contacto sexual cuando tienen las lesiones activas. Las personas con herpes genital conocido pero sin síntomas clínicos presentes deben informar a su pareja de que tienen la enfermedad. Esto permitirá a ambos usar barreras protectoras (preservativos) para prevenir el contagio. El preservativo es la mejor protección frente al herpes genital cuando se es sexualmente activo. El uso sistemático y correcto de un preservativo ayuda a evitar el contagio. Los preservativos se controlan para asegurar que ese virus no puede pasar través del material del cual están hechos.