lunes, 6 de agosto de 2007

Entrega de la Carta de las organizaciones a la Nunciatura Apostólica en Ciudad de México‎

Ciudad de México a 6 de agosto de 2007.

Papa Benedicto XVI
Palacio Apostólico
00120, Ciudad del Vaticano
benedictoxvi@vatican.va

Santo Padre:

Los abajo firmantes, considerando que el Estado de la Ciudad del Vaticano nació luego del Tratado de Letrán signado entre la Santa Sede e Italia (1929), ratificado el 7 de junio del mismo año, con lo que se reconoce a El Vaticano como Ente soberano de derecho público internacional, y que, al mismo tiempo, el Estado de la Ciudad del Vaticano tiene, como forma de gobierno la monarquía absoluta, con plenos poderes legislativo, ejecutivo y judicial en la persona del Sumo Pontífice, nos dirigimos a Usted como ciudadanos en pleno uso de nuestros derechos para manifestar lo siguiente:

En la actualidad, los Derechos Humanos son piedra fundamental de las relaciones internacionales. Vemos con horror, vergüenza e impotencia cómo se realizan ejecuciones públicas en países como Irán, un Estado soberano; se mantiene la pena de muerte en países como Estados Unidos, otro Estado soberano; mientras que el Estado Vaticano parece no ocuparse de éstas situaciones, aún con la influencia y la fuerza moral que mantiene dentro de la Comunidad Internacional. Baste recordar que El Vaticano cuenta con relaciones diplomáticas con 176 Estados soberanos, incluyendo los Estados Unidos Mexicanos.

El Estado de la Ciudad del Vaticano debería, de la misma forma, respetar la soberanía de otros Estados soberanos. En especial en los países más pobres de América Latina y Africa, la Iglesia Católica Romana continúa enfrentándose, de manera velada o abierta, a políticas de salud pública que buscan combatir la marginación, la pobreza y las características que posibilitan la permanencia de numerosos grupos vulnerabilizados.

El Estado de la Ciudad del Vaticano tiene la responsabilidad global, entendemos, de promover sus intereses como cualquier otro Estado en este planeta; sin embargo, resultan alarmante las declaraciones, los actos, la manipulación que una comunidad religiosa como la suya, realiza en países como México, un Estado laico que no participa en las decisiones legas ni teologales del Estado de la Ciudad del Vaticano, por lo que solicitamos, encarecidamente, al monarca absoluto del Estado de la Ciudad del Vaticano que instruya a los miembros de su comunidad religiosa para que permitan avanzar las decisiones políticas en países donde sus poblaciones han considerado importante mantener una separación entre las instituciones religiosas y las instituciones públicas.

El Estado de la Ciudad del Vaticano debe mostrar dignidad, respeto y a manera de llamar su atención, enviamos los siguientes 10 Mandamientos, provenientes de la Sociedad Civil Gay, Lésbica, Bisexual, Transgénero, Transexual, Travesti, Poliamorosa, Asexual & Heterosexual, de la Ciudad de México.

Sin más, quedamos de Usted, las organizaciones: Alpsi, Caipaj, Diversum México, Enkidu Magazine, Foro de Hombres Gay, Las Meras Efímeras, Musas de Metal, Foro Sol y Arcoiris, OpciónBi y los abajo firmantes: