Mantenemos nuestro rechazo a reconocer a quien usurpa la presidencia de la República.
20 de agosto de 2007.
Acudimos al X Congreso Nacional con la intención de buscar puntos de coincidencia que fortalecieran la unidad del Partido y al movimiento progresista y democrático nacional.
Hicimos un esfuerzo de conciliación y coincidencia a tal grado que, la mesa de Línea Política, después de momentos de tensión y polarización, saco prácticamente por unanimidad la Línea Política del Partido, sobresaliendo en ésta la ratificación al desconocimiento del gobierno de Calderón, por haber accedido a éste mediante fraude electoral y por ende, sosteniendo que no mantendríamos diálogo o negociación alguna con éste; nuestra determinación de combatir a la derecha representada por el PRI y el PAN y de no realizar alianzas electorales con estos partidos y, el fortalecimiento del movimiento democrático y progresista respaldando de manera plena los principios y el plan de acción de la Convención Nacional Democrática.
Estos acuerdos se alcanzaron prácticamente por unanimidad de todas las fuerzas del Partido. A pesar de ello, en la plenaria del X Congreso Nacional, Nueva Izquierda y sus aliados decidieron romper los acuerdos al intentar conservar una redacción que mantiene la puerta abierta a un debate en el Congreso de la Unión con Calderón después del 1º de septiembre.
Para evitar lo anterior, se presentó una redacción que determinaba el rechazo a debatir, bajo ninguna circunstancia, con quien usurpa la presidencia de la República. Ésta fue aprobada en la mesa de Línea Política.
Posteriormente, en la plenaria, los senadores Navarrete y Gómez Álvarez subieron a la tribuna a defender el debate con Calderón sí “había un cambio de régimen político”. Para ellos, que el PRI asuma el cargo de jefe de gabinete y tengan un par de secretarías es un cambio de régimen. Por supuesto perdieron el debate pues incluso reconocieron que debatir con Calderón le daría legitimidad.
NI y sus aliados al votar a favor del debate con Calderón, no sólo se manejan de manera irresponsable al romper la unidad alcanzada; acentúan una política colaboracionista con la usurpación que, en la vía de los hechos, han venido impulsando y, agravian al pueblo de México al darle la espalda frente al robó de la presidencia de la República.
En un debate en el Congreso de la Unión con la cabeza del gobierno de facto, el único ganador sería Calderón. Le urge una foto en que sea tratado como presidente por los legisladores del PRD.
No podíamos convalidar una decisión tan lamentable que defrauda a millones de mexicanos que ven en el PRD y en el movimiento que encabeza AMLO su única esperanza de cambio verdadero para la Nación. Por ello, más de cuatrocientos delegados y delegadas al X Congreso Nacional abandonamos el mismo.
Posteriormente a nuestra salida, presentaron un punto de acuerdo ratificando su rechazo a dialogar con Calderón, pero mantienen la puerta abierta al debate con éste “sí hay cambio de régimen”, manejando un doble discurso simulador.
Hemos decidido denunciar y combatir con firmeza esta política colaboracionista y el creciente proceso de burocratización y centralización de la vida partidaria que terminaría con una presidencia del PRD encabezada por NI, que estaría subordinada y al servicio de Calderón.
Por lo anterior, CONVOCAMOS a los y las perredistas que no comparten esta política dócil con la derecha panista a difundir el presente documento en sus localidades, colonias, pueblos, municipios y entidades de la República y, a participar en la asamblea de información y organización que se celebrará el próximo domingo 26 de agosto a las 13:00 horas en el Hemiciclo a Juárez en la ciudad de México.
20 de agosto de 2007.
Acudimos al X Congreso Nacional con la intención de buscar puntos de coincidencia que fortalecieran la unidad del Partido y al movimiento progresista y democrático nacional.
Hicimos un esfuerzo de conciliación y coincidencia a tal grado que, la mesa de Línea Política, después de momentos de tensión y polarización, saco prácticamente por unanimidad la Línea Política del Partido, sobresaliendo en ésta la ratificación al desconocimiento del gobierno de Calderón, por haber accedido a éste mediante fraude electoral y por ende, sosteniendo que no mantendríamos diálogo o negociación alguna con éste; nuestra determinación de combatir a la derecha representada por el PRI y el PAN y de no realizar alianzas electorales con estos partidos y, el fortalecimiento del movimiento democrático y progresista respaldando de manera plena los principios y el plan de acción de la Convención Nacional Democrática.
Estos acuerdos se alcanzaron prácticamente por unanimidad de todas las fuerzas del Partido. A pesar de ello, en la plenaria del X Congreso Nacional, Nueva Izquierda y sus aliados decidieron romper los acuerdos al intentar conservar una redacción que mantiene la puerta abierta a un debate en el Congreso de la Unión con Calderón después del 1º de septiembre.
Para evitar lo anterior, se presentó una redacción que determinaba el rechazo a debatir, bajo ninguna circunstancia, con quien usurpa la presidencia de la República. Ésta fue aprobada en la mesa de Línea Política.
Posteriormente, en la plenaria, los senadores Navarrete y Gómez Álvarez subieron a la tribuna a defender el debate con Calderón sí “había un cambio de régimen político”. Para ellos, que el PRI asuma el cargo de jefe de gabinete y tengan un par de secretarías es un cambio de régimen. Por supuesto perdieron el debate pues incluso reconocieron que debatir con Calderón le daría legitimidad.
NI y sus aliados al votar a favor del debate con Calderón, no sólo se manejan de manera irresponsable al romper la unidad alcanzada; acentúan una política colaboracionista con la usurpación que, en la vía de los hechos, han venido impulsando y, agravian al pueblo de México al darle la espalda frente al robó de la presidencia de la República.
En un debate en el Congreso de la Unión con la cabeza del gobierno de facto, el único ganador sería Calderón. Le urge una foto en que sea tratado como presidente por los legisladores del PRD.
No podíamos convalidar una decisión tan lamentable que defrauda a millones de mexicanos que ven en el PRD y en el movimiento que encabeza AMLO su única esperanza de cambio verdadero para la Nación. Por ello, más de cuatrocientos delegados y delegadas al X Congreso Nacional abandonamos el mismo.
Posteriormente a nuestra salida, presentaron un punto de acuerdo ratificando su rechazo a dialogar con Calderón, pero mantienen la puerta abierta al debate con éste “sí hay cambio de régimen”, manejando un doble discurso simulador.
Hemos decidido denunciar y combatir con firmeza esta política colaboracionista y el creciente proceso de burocratización y centralización de la vida partidaria que terminaría con una presidencia del PRD encabezada por NI, que estaría subordinada y al servicio de Calderón.
Por lo anterior, CONVOCAMOS a los y las perredistas que no comparten esta política dócil con la derecha panista a difundir el presente documento en sus localidades, colonias, pueblos, municipios y entidades de la República y, a participar en la asamblea de información y organización que se celebrará el próximo domingo 26 de agosto a las 13:00 horas en el Hemiciclo a Juárez en la ciudad de México.
