lunes, 10 de septiembre de 2007

Colima: Paraíso de la homofobia


Colima: Paraíso de la homofobiapedro zamora briseño Colima, Col., 10 de septiembre (apro).- Ser homosexual o transgénero en Colima se está convirtiendo en un peligro por la homofobia de los cuerpos de seguridad. Vejaciones, chantajes y amenazas enfrentan constantemente por su preferencia sexual.El jardín Torres Quintero de esta ciudad se ha convertido en el centro de la disputa entre homosexuales y transgénero que reivindican su derecho a pasear por donde les plazca y agentes de la Policía de Procuración de Justicia (PPJ) y de la Policía Estatal Preventiva (PEP), quienes alegan que aquéllos alteran el orden.Ante esta situación, más de una decena de gays acudieron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, donde pidieron la intervención de ese organismo para que cesen los abusos policíacos en su contra.El representante estatal de la organización Democracia y Sexualidad, Marco Antonio Pérez Gaspar, refirió en entrevista que el pasado lunes 27 fue testigo de uno de los actos de hostigamiento policial contra los transgénero, cuando él se encontraba distribuyendo condones en el centro de la ciudad. "Yo vi cuando varios agentes de la Policía Estatal Preventiva les estaban prohibiendo a dos compañeras que se vistieran de mujeres en la vía pública y les dije que de acuerdo con la Constitución mexicana, ellos estaban discriminándolas". Según Pérez Gaspar, uno de los policías respondió que de acuerdo con la ley orgánica de su corporación, la forma en que se vestían los transgénero en la vía pública es un delito: "Les explicamos que no se estaba alterando el orden, que no había menores de edad y que el propio gobernador Silverio Cavazos firmó en mayo pasado el Acuerdo Nacional contra la Discriminación."El agente le advirtió a Pérez Gaspar que si seguía con esa discusión se lo podían llevar preso junto con los transgénero. Y un policía de la PPJ, quien dijo llamarse Germán Gutiérrez, que estaba a cargo del operativo, le dijo que si quería interpusiera una denuncia y que él se hacía responsable de lo que estaba ocurriendo."Le comentamos –dijo Pérez Gaspar— que en lugar de estarnos agrediendo y querer que desaparezcamos de los espacios públicos, lo más importante era realizar campañas de prevención del delito contra los crímenes de odio, pues el problema es la homofobia y la transfobia." Los agentes insistían que los homosexuales no podían, sin su autorización, andar vestidos de mujer en las calles. El representante de Demysex comentó que desde hace muchos años el jardín Torres Quintero ha sido un espacio de socialización de los homosexuales de Colima y que no estaban prostituyéndose ni alterando el orden público.Algunas compañeras, señaló Marco Antonio Pérez, han sido levantadas de este jardín por policías y acosadas sexualmente, pues a veces las utilizan nada más para tener actos sexuales gratuitos. Comentó que su organización reportará estos hechos al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), con la finalidad de que se haga valer el acuerdo nacional sobre esta materia firmado por el gobernador hace unos meses.Samantha, una de las afectadas por los actos de hostigamiento, contó que la noche del lunes 27 se encontraba con varias amigas en el jardín cuando llegó una camioneta blanca de la Procuraduría General de Justicia, y las patrullas 136 y 176 de la PEP. Los policías les dijeron: "A ver, cabrones, váyanse de aquí". Ante esto, las aludidas se voltearon a ver extrañadas.—A ustedes le hablamos, a ustedes que andan vestidos así, porque son cabrones y no deben andar vestidos así.—Ese es mi gusto y a usted qué –respondió Samantha.Entonces se generó una discusión y el policía amenazó con llevárselas detenidas si no se iban, pero antes de retirarse, Samantha le advirtió que al día siguiente se quejaría en la Comisión de Derechos Humanos. "Insultándome, me dijo que hiciera lo que quisiera, que él se llama Germán Gutiérrez, que es agente judicial y que voy a ver que con él no puedo; y recalcó que donde quiera que nos vea vestidos de mujer nos va a levantar", denunció.Pero ese no ha sido el único caso de abusos contra este sector, pues el jueves 23 de agosto ocurrió un hecho parecido: Ricardo López narró que alrededor de las 11 de la noche, llegó una patrulla de la PEP, de la que bajaron dos policías, quienes, dirigiéndose con insultos despectivos de su orientación sexual, ordenaron a tres transgéneros que platicaban en una de las bancas, que se retiraran del lugar.Con amenazas de levantarlos si no se iban en ese instante, uno de los uniformados les dijo que había ocurrido un robo en la mueblería El Bodegón, ubicada frente al jardín, y les advirtió que podrían ser investigados por ese delito.Dos gays con ropa masculina que se encontraban en un extremo de la banca, entre ellos Ricardo, fueron amenazados de igual manera y obligados a retirarse, aunque después de una discusión sólo se cambiaron de banca."No es justo que nos estén ofendiendo y hostigando nomás porque somos gays, creo que debe haber mentalidad en los policías y capacitarlos realmente sobre lo que están haciendo, porque en Colima no hay toque de queda para nadie; yo me puedo pasar todo el día y la noche en el centro, y mientras no altere el orden no tienen por qué molestarme", puntualizó Ricardo López.Por su parte, Alberto Padilla, activista en la lucha contra el VIH, reconoció que algunos transgénero que "se exhiben vulgarmente en la vía pública, han convertido este jardín en burdel ambulante ofreciendo servicios sexuales a los automovilistas, y por culpa de ellos a nosotros nos levantan, a los que venimos a convivir en nuestro rato de esparcimiento en sana paz".Sin embargo, aclaró que "no todas las vestidas" son conflictivas. "No tengo nada en contra de ellas, pero hay dos que vienen a provocar desórdenes y por culpa de ellas nos ven mal y nos faltan al respeto a todos los que nos reunimos aquí."