domingo, 25 de enero de 2009

Censida: el reto, garantizar acceso a examen de detección

Al menos 150 mil personas son portadoras del VIH/sida y no lo saben. No presentan ningún síntoma ni acuden a los servicios de salud. Generalmente tampoco se perciben en riesgo. Sin embargo, advirtió Jorge Saavedra López, director general del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida), “tenemos que estar preparados”. Primero para buscar a los afectados y luego con los recursos económicos que garanticen una atención médica integral.
Una vez que en México se ha logrado el acceso universal a los medicamentos antirretrovirales, con los que la enfermedad dejó de ser mortal y pasó a la categoría de mal crónico, y de que se avanza en el mejoramiento de la calidad de los servicios clínicos que reciben los seropositivos y la erradicación de la homofobia, lo que sigue es garantizar el acceso a la prueba de detección para la población en general, señaló.
En entrevista, a unos días de dejar la dirección del Censida para ir a colaborar con la organización internacional AIDS Healthcare Foundation en sus oficinas de Amsterdam, Holanda, donde se reconocerá legalmente su matrimonio con Fernando, el todavía funcionario destacó la importancia de que las personas conozcan su estado serológico y que la realización de la prueba de detección sea algo “normal” y no genere temor.
Debido al avance de la tecnología, actualmente el examen clínico se puede realizar de manera rápida y en apenas 20 minutos –con una muestra de líquido gingival– se obtiene un primer diagnóstico. Estas pruebas rápidas son las que desde hace dos años se realizan de manera indiscriminada entre las embarazadas y las poblaciones de mayor riesgo a la transmisión del VIH. Todavía hace falta, indicó Saavedra, que el examen esté disponible para la población en general.
Y es que, apuntó, en materia de prevención no existen recetas mágicas. “Sabemos que el uso del condón funciona y que en su distribución se debe priorizar a las poblaciones más afectadas. El problema es que no estamos seguros de que las personas los usen en todas sus relaciones sexuales.”
De ahí que el Programa Nacional de Prevención y Control del VIH/sida también debe fortalecer las estrategias encaminadas a lograr cambios de comportamiento, acceso a condones y a las pruebas de detección.
Resaltó las ventajas de conocer a los seropositivos, ya que un diagnóstico y tratamiento tempranos ayudarían a detener la transmisión de la infección y a los afectados a tener una vida libre de síntomas durante muchos años. En cambio, cuando los pacientes llegan a los servicios médicos en etapas avanzadas, generalmente con enfermedades graves, como neumonía, pérdida importante de peso, tumores del tipo sarcoma o algún otro, la recuperación es más complicada y costosa, si es que se logra, ya que en no pocas ocasiones la muerte gana la batalla.
Este es uno de los principales retos pendientes, luego de casi 26 años de epidemia en el país. Con base en los lineamientos internacionales, se sabe que existen alrededor de 200 mil mexicanos portadores del virus, de los cuales sólo se conoce a una cuarta parte, 50 mil, que son quienes reciben tratamiento antirretroviral. El resto, 150 mil, “no sabemos quiénes ni dónde están”, pero desde ya representan un reto para el sistema nacional de salud, indicó Saavedra.
“Tenemos que estar preparados” para contar con los recursos económicos que permitan garantizar el acceso a las terapias. Para ello habrá que insistir con los laboratorios farmacéuticos, a fin de que reduzcan los precios de las medicinas.
Con la negociación efectuada en agosto de 2008, la Secretaría de Salud (Ssa) logró un ahorro de 182 millones de pesos, pero “se necesita hacer un mayor esfuerzo” e insistir con la empresa (Abott) que no ofreció descuentos importantes y se limitó a dar medicamentos adicionales.
Desde su llegada a la dirección de Censida, Saavedra contó con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil, con lo cual, afirmó, se pudo avanzar en varios temas, como los precios de medicamentos, la obtención de mayores presupuestos para la prevención y control de la epidemia en el país, y lo que Saavedra ubica como uno de los principales logros de su gestión: la incorporación de la palabra homofobia al discurso oficial y a los programas gubernamentales.