viernes, 24 de abril de 2009

Condoleezza Rice autorizó torturas‏

Rice dijo que la CIA podía proceder con “métodos alternativos de interrogatorio”. Foto: Pablo Martínez Monsiváis/AP
Condoleezza Rice, ex asesora de seguridad nacional y también secretaria de Estado en el gobierno de George W. Bush, autorizó en 2002 prácticas de tortura contra presuntos terroristas presos, informaron ayer varios medios estadunidenses citando un informe del Senado.
De acuerdo con una cronología elaborada por una comisión especial del Legislativo estadunidense, cuya publicación fue autorizada por el actual secretario de Justicia, Eric Holder, Rice se reunió en julio de 2002 con el entonces jefe de la agencia de espionaje estadunidense (CIA), George Tenet.
Durante la reunión, la secretaria de Estado dio luz verde para prácticas “rudas” en los interrogatorios del presunto terrorista Abu Subaida, entre ellos el método del waterboarding o ahogamiento simulado, también conocido como submarino, en el que el sujeto es llevado al borde de la asfixia.
Además del waterboarding, las torturas aplicadas por la CIA a sus prisioneros incluyen mantenerlos desnudos, en posiciones incómodas, golpeados, humillados sexualmente, tratados como animales, impedidos de dormir y sometidos a música altísima, luces intensas y temperaturas extremas
Según las informaciones, Subaida, el primer alto miembro de la organización terrorista Al Qaeda capturado en Pakistán en marzo de 2002, fue interrogado unas 80 veces en una cárcel secreta de la CIA en base al waterboarding.
Las mismas conclusiones se pueden sacar de algunos documentos internos del gobierno de Bush publicadas hace una semana por el nuevo mandatario, Barack Obama.
La cronología también prueba que cinco miembros del anterior Ejecutivo estadunidense, entre ellos Rice, fueron informados en mayo de 2002 por primera vez respecto a esos “métodos de interrogatorio alternativos”.
Un año después también el ex vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, así como el antiguo secretario de Justicia, John Ashcroft, y varios de sus asesores recibieron informaciones respecto al waterboarding.
Ellos corroboraron que “el programa de la CIA es legal y que refleja la política del (anterior) gobierno”, según las informaciones. La propia Rice había declarado ya en 2005 que su gobierno no empleaba ni apoyaba prácticas de tortura, después de que se filtrara una definición interna de la palabra “tortura” que limitaba bastante el alcance del término.
La política de Estados Unidos, señaló entonces Rice, está en concordancia con las convenciones internacionales que prohíben el trato cruel, inhumano o denigrante.
Según el diario The Washington Post, una docena de funcionarios de la administración Bush conocían detalles sobre las prácticas de tortura.
De manera sorprendente —continúa el diario— sólo Colin Powell, secretario de Estado durante el primer mandato de Bush, y el secretario de Defensa Donald Rumsfeld no fueron tomados en cuenta para la decisión al respecto. Ello, “pese a los altos riesgos para la política exterior”, dijo el senador demócrata y experto en asuntos de espionaje John Rockefeller al periódico.Washington. Agencias