martes, 20 de octubre de 2009

[mmsc] Reflexiones de Fidel Castro: El ALBA y Copenhague‏

Reflexiones de Fidel Castro:

El ALBA y Copenhague

(El líder de la Revolución Cubana destaca los logros del ALBA, ejemplo
sin precedente de solidaridad revolucionaria, mediante la cual cuatro
países latinoamericanos han eliminado el analfabetismo. Fidel afirma
además, que los países industrializados más ricos desean imponer al
resto del mundo el peso principal de la lucha contra el cambio
climático, y precisa que en la en la Cumbre de Naciones Unidas en
Copenhague, el ALBA y los países del Tercer Mundo estarán luchando por
la supervivencia de la especie.)


En los actos festivos de la Séptima Reunión Cumbre del ALBA, que tuvo
lugar en la histórica región boliviana de Cochabamba, se pudo observar
cuán rica es la cultura de los pueblos latinoamericanos y cuántas
simpatías despiertan en los niños, jóvenes y adultos de todas las
edades los cantos, bailes, trajes y rostros expresivos de los seres
humanos de todas las etnias, colores y matices: indígenas, negros,
blancos y mestizos. Allí se expresaban milenios de historia humana y
la rica cultura, que explican la decisión con que los líderes de
varios pueblos del Caribe, Centro y Suramérica convocaron esa Cumbre.

La reunión constituyó un gran éxito. Su sede fue Bolivia. En días
recientes escribí sobre las excelentes perspectivas de ese país,
heredero de la cultura aymara-quechua. Un pequeño grupo de pueblos del
área están empeñados en demostrar que un mundo mejor es posible. El
ALBA —creado por la República Bolivariana de Venezuela y Cuba,
inspiradas en las ideas de Bolívar y Martí, como un ejemplo sin
precedentes de solidaridad revolucionaria— ha demostrado cuánto puede
hacerse en apenas cinco años de cooperación pacífica. Esta comenzó
poco después del triunfo político y democrático de Hugo Chávez. El
imperialismo lo subestimó; de forma burda intentó derrocarlo y
eliminarlo. Por haber sido Venezuela el mayor productor petrolero del
mundo durante largo trecho en el siglo XX y una propiedad virtual de
las multinacionales yankis, el camino emprendido era particularmente difícil.

El poderoso adversario contaba con el neoliberalismo y el ALCA, dos
instrumentos de dominación con los cuales aplastó siempre toda
resistencia en el hemisferio después de la Revolución en Cuba.

Indigna pensar la forma burda y despectiva con que el gobierno de
Estados Unidos impuso el gobierno del millonario Pedro Carmona e
intentó eliminar al presidente electo Hugo Chávez cuando la URSS había
desaparecido y la República Popular China estaba a pocos años de
constituir la potencia económica y comercial que es hoy, gracias al
crecimiento de más del 10% durante dos décadas. El pueblo de
Venezuela, como el de Cuba, resistió la brutal embestida. Los
sandinistas se recuperaron, y la lucha por la soberanía, la
independencia y el socialismo cobró fuerzas en Bolivia y Ecuador.
Honduras, que se había incorporado al ALBA, fue víctima de un brutal
golpe de Estado, inspirado por el embajador yanki e impulsado desde la
base militar de Estados Unidos en Palmerola.

Hoy somos cuatro los países latinoamericanos que hemos eliminado
radicalmente el analfabetismo: Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua;
el quinto, Ecuador, avanza aceleradamente hacia ese objetivo. Los
planes de salud integral marchan en los cinco países a un ritmo como
nunca tuvo lugar en pueblos del Tercer Mundo. Los programas de
desarrollo económico con justicia social se han convertido en
proyectos de los cinco Estados, que cuentan ya con reconocido
prestigio en el mundo por su valiente posición frente al poder
económico, militar y mediático del imperio. Al ALBA se suman tres
países caribeños de origen negro y habla inglesa, que luchan
decididamente por su desarrollo.

De por sí, esto constituye un gran mérito político, si en el mundo de
hoy tal hecho fuese el único gran problema de la historia del hombre.

El sistema económico y político que en una breve etapa histórica ha
conducido a la existencia de más de mil millones de hambrientos, y de
otros muchos cientos de millones cuyas vidas apenas rebasan la mitad
del promedio del que disfrutan los de los países privilegiados y
ricos, era hasta este momento el principal problema de la humanidad.

En la Cumbre del ALBA se planteó con gran fuerza un nuevo problema de
extrema gravedad: el cambio climático. En ningún otro momento de la
historia humana se presentó un peligro de tal magnitud.

Mientras Hugo Chávez, Evo Morales y Daniel Ortega se despedían de la
población en las calles de Cochabamba ayer domingo, ese día, de
acuerdo con informaciones divulgadas por BBC Mundo, Gordon Brown
presidía en Londres una reunión del Foro de las Grandes Economías del
mundo, integrado en su mayoría por los países capitalistas de mayor
desarrollo, máximos responsables de las emisiones de dióxido de
carbono, gas que origina el efecto invernadero.

La importancia de las palabras de Brown es que no las pronuncia un
representante del ALBA o uno de los 150 países emergentes o
subdesarrollados del planeta, sino de Gran Bretaña, donde se inició el
desarrollo industrial y uno de los que más dióxido de carbono ha
inyectado a la atmósfera. El Primer Ministro británico advirtió que si
no se alcanza en la Cumbre de Naciones Unidas en Copenhague un
acuerdo, las consecuencias serán “desastrosas”.

Inundaciones, sequías y olas de calor letales son algunas de las
consecuencias “catastróficas”, afirmó por su parte el grupo ecológico
Fondo Mundial para la Naturaleza, refiriéndose a lo señalado por
Brown. “El cambio climático quedará fuera de control en los próximos 5
a 10 años si no se recortan drásticamente las emisiones de CO2. No
habrá un plan B si fracasa Copenhague.”

La misma fuente noticiosa afirma que: “El especialista de la BBC,
James Landale, explicó que no todo está saliendo como se esperaba.”

Newsweek publicó que: “Parece cada día más improbable que los Estados
se comprometan a algo en Copenhague.”

El presidente de la reunión, Gordon Brown, declaró —según informó el
importante órgano norteamericano de prensa— que “si no se alcanza un
acuerdo, sin dudas el daño de las emisiones descontroladas no podrá
ser reparado con un acuerdo futuro”. A continuación enumeró conflictos
como “emigración descontrolada y 1 800 millones de personas con
escasez de agua”.

En realidad, como informó la delegación cubana en Bangkok, Estados
Unidos estaba al frente de los países industrializados que más se
opusieron a la reducción necesaria de las emisiones.

Una nueva Cumbre del ALBA ha sido convocada en la reunión de
Cochabamba. De ese modo, el cronograma será: 6 de diciembre,
elecciones en Bolivia; 13 de diciembre, reunión del ALBA en La Habana;
16 de diciembre, participación en la Cumbre de Naciones Unidas en
Copenhague. Allí estará el pequeño grupo de países del ALBA. Ya no es
cuestión de “Patria o Muerte”; realmente y sin exageración, es una
cuestión de “Vida o Muerte” para la especie humana.

El sistema capitalista no solo nos oprime y saquea. Los países
industrializados más ricos desean imponer al resto del mundo el peso
principal de la lucha contra el cambio climático. ¿A quién van a
engañar con eso? En Copenhague, el ALBA y los países del Tercer Mundo
estarán luchando por la supervivencia de la especie.

Fidel Castro Ruz
Octubre 19 de 2009