miércoles, 6 de enero de 2010

LA GRAN ESTAFA...‏

LA GRAN ESTAFA
Germán Dehesa

Nadie quería que le fuera mal a Fox, porque si le iba mal a Fox, le
iría mal a México.

Con levísimas variantes ésta ha sido la cantaleta de los más
connotados priistas y perredistas de nuestro País, hasta este día.

Cuando estábamos en la fase final del ciclo foxista (y ahora del
calderonista) , afirmamos que la mayoría de esos “patriotas” de
opereta que exclamaron con voz emocionada las palabras que acabo de
citar, hicieron cuanto estuvo en su mano para que le fuera mal al
Presidente Fox y le siga yendo mal al Presidente Calderón.

Los males que a la patria le han seguido por su conducta
saboteadora y estúpida los tienen absolutamente sin cuidado: No tienen
patria (ni matria), no la conocen, no la aman y les viene quedando
más lejos que Zambia .
Para ellos lo fundamental ha sido demostrar mañosamente que estos
Gobiernos simplemente no han sabido gobernar, aunque bien se han
guardado de decir que, tal como se presentaron las circunstancias,
con un Legislativo mayoritariamente opositor, toda iniciativa de
cambio y de gobierno estaba condenada a fracasar sin la concurrencia
y el patriotismo de esta oposición primitiva y dinamitera.

Destaco aquí la condición hipócrita y taimada del PRI, que fue el
partido directamente agraviado, descobijado y damnificado por aquel
triunfo de Fox.
Olvidamos demasiado rápido, pero yo conservo las imágenes y las
palabras de “próceres” tan señalados como Dulce María “Saurio” y
Roberto Madrazo, tan aparentemente dispuestos a cooperar (…con ellos
mismos…), y tan íntima y firmemente decididos a hacer tropezar una
vez tras otra al nuevo Gobierno.
Estaban y siguen estando en actitud de haber sido directamente
ofendidos y despojados. En su pequeñísima mentalidad existe la
convicción de que México es propiedad exclusiva del PRI. Hagan de
cuenta que Dios les hubiera concedido una franquicia eterna.
Desde esta percepción elemental y tomando muy en cuenta todas las
malas pasiones que tienen uso de suelo en la almeja (despectivo de
alma) de un dinopriista, pandilla que tenía secuestrado al País, era
indispensable demostrarle a los mexicanos el brutal error que habían
cometido al echarlos de tan mala manera de Los Pinos.
Según ellos, esto fue una magna injusticia histórica, un grave
error, una radical pifia de la ciudadanía. Por lo mismo, era
prioritario demostrar que sólo el PRI sabe gobernar y
consecuentemente, la malagradecida ciudadanía que había cometido la
falta casi imperdonable de quitárselo de encima, merecía un castigo
ejemplar con el fin de que hiciera un acto de contrición, solicitara
piedad y lo trajera de regreso a ese lugar que es suyo y solamente
suyo.
En esto ha consistido la gran estafa. Están a punto de salirse con la suya.
A muchísimos ciudadanos ya los han convencido de que sin líderes
morales “ejemplares” , como Manlio Fabio, Bartlett, Montiel,
Chuayffet, Madrazo, Gamboa Pascoe, Salinas, Palacios Alcocer y
demás garrapatas parasitarias, México no puede sobrevivir.
Los razonamientos (es un decir) que los avalan, son secreciones
cerebrales del tipo de: “Serán rateros, pero saben gobernar”. “Serán
asesinos, pero mantienen la paz social”. “Serán narco-políticos, pero
por lo mismo saben negociar con los cárteles”, “Serán malos
mexicanos, pero en el mundo globalizado la idea de patria no significa
nada”.
Todas estas contrahechuras se fabrican desde un terreno
mediáticamente preparado y abonado por una taimada campaña que ha
insistido en un punto:
Todos hemos querido ayudar a Fox y a Calderón, pero los pobres no
tienen operadores ni capacidad de negociación.
Pregunto: ¿Quién puede "operar" con Manlio Fabio, o quién puede
negociar y llegar a acuerdos con un traidor de tiempo completo como es
Madrazo? Leer todo esto como una defensa de Fox sería mi fracaso como
escritor. Mi pretensión es otra.

Lo que quiero decir es que Fox es un ser limitado (…al Norte por su
falta de oficio e ingenuidad y al Sur por su señora…), pero al mismo
Cristo resucitado que hubiera llegado a Los Pinos no le hubiera ido
mejor, rodeado de esa legión de Judas Iscariotes con los que había
que lidiar.
El también hubiera sido víctima de la gran estafa. Al final del día,
ellos pretenden decirnos que los granes culpables de 50 millones de
pobres son Fox y Calderón, y que ellos, por más que quisieron
ayudarlo, no pudieron, pero eso sí, constituyen nuestra gran
esperanza.
Lectora, lector querido: ¿Deseas que estos bichos vuelvan a infestar
Los Pinos?
Si no es así, envía éste mensaje a todos tus conocidos para que lo
podamos evitar.