domingo, 13 de febrero de 2011

Familiares abandonan a una anciana en la vía pública

La llevaron al albergue de Coruña, pero al no ser una persona de la calle no fue aceptada

Permaneció cuatro horas frente a la casa de un supuesto sobrino, pero nadie la conoció

Alejandro Cruz Flores
Periódico La Jornada
Domingo 13 de febrero de 2011, p. 35

Abandonada por sus familiares, doña Hortensia, de 95 años de edad, permaneció durante al menos cuatro horas sentada en una silla en la calle Tecoyotitla, casi esquina con Vito Alessio, en la colonia Florida, delegación Álvaro Obregón.

Quienes dejaron allí a la anciana pegaron tres cartulinas en la fachada de la casa frente a la cual fue encontrada, junto con una bolsa con algunas pertenencias, en las que escribieron: Soy Hortensia Montero. Mi sobrino Jorge Montero vive aquí en Tecoyotitla 207.

Dos vecinos, quienes dijeron no conocer a la mujer, llamaron a una patrulla para auxiliarla. Según el reporte de los tripulantes de la unidad P-4311, del sector San Ángel, la afectada dijo que una persona de nombre Juan Adelino Rodríguez, fue quien la llevó hasta ese lugar.

Los habitantes de la casa donde supuestamente vivía el familiar de doña Hortensia, aseguraron no tener relación directa con ella, aunque dijeron haber conocido a un hombre de apellido Montero, que ya había fallecido.

Ante esta situación, los efectivos policiacos optaron por llevar a la anciana al albergue Coruña, del Gobierno del DF, ubicado en la colonia Viaducto Piedad, en la delegación Iztacalco.

Allí, la mujer dijo llamarse Hortensia Montero Díaz y relató que a las cuatro de la mañana la vistieron y la sacaron de su casa, para después abandonarla donde fue encontrada.

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Hortensia Montero, de 95 años, estuvo cuatro horas frente a una casa en la colonia Florida. Según dijo, fue sacada de su domicilio y llevada a esa direcciónFoto Víctor Camacho

Sin embargo, según dijeron autoridades del citado albergue, al no tener el perfil de ser una persona en situación de calle, no fue posible atenderla en ese lugar, motivo por el cual los encargados del mismo decidieron canalizarla al Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (Capea) de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

En un principio se pensó que doña Hortensia sufría demencia senil, pero una vez que se pudo reponer de la afectación que le causó todo lo sucedido, explicaron autoridades de la procuraduría, se pudo constatar que se encontraba bien de sus facultades mentales, aunque sí presentaba signos de desnutrición, así como problemas urinarios y de la vista.

La mujer dijo que tiene su domicilio en el estado México y pudo dar detalles de cómo fue que la abandonaron en la vía pública, motivo por el cual la PGJDF inició una averiguación previa por el delito de abandono de persona y lo que resulte.

Doña Hortensia fue canalizada a un albergue, en tanto que la investigación fue turnada a la Agencia Especializada para Personas de la Tercera Edad de la PGJDF, para iniciar las diligencias correspondientes, incluida la localización de las personas que la abandonaron