viernes, 22 de abril de 2011

Ataques a gays y lesbianas, por gente de su propio sexo

Homosexuales y lesbianas son agredidos en mayor proporción por personas de su mismo sexo, y que van desde miembros de su familia (padre, madre, hermanos, tíos) hasta vecinos y compañeros de escuela, según datos estadísticos recogidos en las memorias del primer Foro Legislativo por los Derechos Humanos de las Lesbianas en México.

La información, presentada por Ángeles Corte durante el encuentro que tuvo lugar en 2010 en la Cámara de Diputados a iniciativa de la diputada Enoé Uranga, refiere que, de la estructura familiar, el padre agrede 14 por ciento a hombres y 16 por ciento a lesbianas; mientras la madre ataca en un porcentaje mayor a las mujeres (23 por ciento) que a los varones (ocho por ciento).

El resto de agresores masculinos (hermanos, tíos, primos, vecinos, compañeros de escuela y desconocidos) arremeten mayormente a hombres homosexuales, en ocasiones duplicando el porcentaje de los ataques que realizan en contra de mujeres. Así, el hermano varón ejerce algún tipo de violencia en 23 por ciento sobre hombres, y 18 por ciento contra mujeres; el tío, 10 y 5 por ciento, respectivamente; el primo, 10 y 9 por ciento; el vecino, 33 y 19 por ciento; compañeros de escuela, 51 por ciento a varones y 22 por ciento a mujeres; y los desconocidos, 45 por ciento a hombres homosexuales y 35 por ciento a lesbianas.

En cambio, la mayoría de las agresoras (madre, hermana, vecina, compañera de escuela y desconocida) ejercen violencia principalmente sobre mujeres, quedando los porcentajes como sigue: hermana, 6 por ciento a varones y 10 por ciento a mujeres; vecina, 8 y 12 por ciento, respectivamente; compañera de escuela, 17 y 19 por ciento y desconocida, 15 y 22 por ciento. En el caso de tías y primas agreden en igual proporción a hombres y mujeres.

En tanto, la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 reveló que una de cada dos lesbianas, homosexuales y bisexuales considera que el primer problema que enfrenta es la discriminación, seguida de la falta de aceptación y las críticas y burlas.

En la misma encuesta, las lesbianas afirman percibir mayor intolerancia en los servicios de salud hacia a ellas que hacia los hombres homosexuales.

Los entrevistados afirmaron percibir más intolerancia de la policía y la gente de su Iglesia o congregación, en contraste con la que perciben de su familia, amigos y servicios de salud