miércoles, 23 de enero de 2013

En zonas rurales un tercio de los menores de cinco años padecen desnutrición crónica


En zonas rurales un tercio de los menores de cinco años padecen desnutrición crónica
La falta de atención ha provocado la muerte de más de un millón de niños en tres décadas
Ángeles Cruz Martínez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de enero de 2013, p. 14
La desnutrición en México se redujo a la mitad en 20 años, pero persiste en las zonas rurales, donde un tercio de los niños menores de cinco años padecen este problema de manera crónica (baja talla para la edad). El indicador es tres veces más alto que el promedio nacional, de 13.6 por ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012.
Este porcentaje significa que en el país hay alrededor de 1.7 millones de niños que viven con deficiencia nutrimental. De éstos, la emaciación (bajo peso para la talla), que es la peor forma de deficiencia nutrimental, está presente en alrededor de 160 mil; la mayoría en los estados del sur de la República.
La carencia de una política pública eficaz en la materia se ha traducido en más de un millón de muertes infantiles en las pasadas tres décadas, aseguró Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMN) Salvador Zubirán.
Ese número es el diferencial que existe en la tasa de mortalidad nacional comparada con la de países como Chile, que en los años 80 emprendió estrategias de protección de salud y nutrición de su población infantil, explicó.
También resaltó que las acciones para combatir la desnutrición han existido sexenio tras sexenio, aunque la nueva cruzada anunciada por el presidente Enrique Peña Nieto rompe con 16 años de ignorar el problema. Lo malo es que “no parece ser una estrategia integral, sino la coordinación de dependencias –que están obligadas a trabajar de manera coordinada– y el desarrollo de 60 programas también ya existentes de tipo asistencial”.
Además, indicó Ávila, el que sea unacruzada contra el hambre limita sus alcances, porque hambre es la sensación que se produce en el organismo cuando bajan los niveles de azúcar, y desnutrición es una deficiencia en ocasiones graves que repercute en el desarrollo de las personas, sobre todo en la infancia.
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La pobreza y la deficiente nutrición no sólo afectan zonas rurales, sino también urbanasFoto Jesús Villaseca
A diferencia de los países con acciones y objetivos claros, en México se desmanteló el Sistema Alimentario Mexicano en los años 80 y luego surgieron diversos programas que en 1988 fueron puestos en evidencia cuando salieron los resultados de la primera Encuesta Nacional de Nutrición en 1988. Se encontró que su aplicación no respondía a criterios de equidad ni tenía sustento en evidencia científica.
Los datos, referidos en la Ensanut 2012, señalan que cuando se realizó la siguiente encuesta en 1999, ya se observó una disminución de la desnutrición crónica, aunque menor a la obtenida en otras naciones de ingresos similares.
La Ensanut 2012 reveló que si bien el problema disminuyó a la mitad entre 1988 y 2006, la tendencia descendente casi se detuvo en el sexenio de Felipe Calderón, con lo que la desnutrición (bajo peso, baja talla para la edad y bajo peso para la talla), disminuyó sólo en uno por ciento.
En el rubro de bajo peso para la edad, 10.8 por ciento de los niños tenían este problema en 1988; en 1999 bajó a la mitad, y en 2006 se ubicó en 3.4 por ciento. En 2012 el indicador fue de 2.8 por ciento.
La situación de la desnutrición en México es más evidente en la variante de baja talla para la edad (crónica). Se observó en el estudio más reciente que en el sur afecta a 13.5 por ciento de los niños en las zonas urbanas y a 27.5 por ciento en las áreas rurales.
Sobresale que entre 2006 y 2012 el indicador en las áreas rurales bajó de 29.9 a 27.5 por ciento, casi nada si se compara con el descenso de 18 puntos que se logró entre 1999 (era 48 por ciento) y 2006.
Ávila resaltó que la cruzada contra el hambre debería incidir en toda la cadena alimentaria y también abordar el tema del sobrepeso y la obesidad, pues en las familias coexisten esta condición y al mismo tiempo la desnutrición