lunes, 30 de abril de 2007

Lectura Para Activos


Probablemente ya lo hayas leído, pero es muy importante que lo escuches una y otra vez: Tu pareja debe tener el control. Tu pene puede lastimarlo seriamente si él no está completamente preparado para recibir la penetración. Un buen preámbulo siempre es óptimo.
Debes saber que aunque el deseo sexual de tu pareja vaya en aumento, puede ser que fisiológicamente no esté haciendo nada por relajar su esfínter anal.
O sea que aunque estés listo para introducir tu pene, has exactamente lo que él te diga. Si el te pide esperar o que lo saques, escúchalo. Si no lo haces, es posible causarle un daño, y probablemente no te permita hacerlo otra vez.
Muchos hombres pasivos, aunque tienen la capacidad de relajar su esfínter anal, experimentan dolor al principio de la penetración. Algunos lo pueden tolerar, mientras que otros prefieren interrumpir el acto y descansar.
Tu pene puede actuar como un dilatador anal, pero si se presenta el dolor, sacarlo puede ser la mejor manera de no provocar un espasmo muscular. De este modo, es mucho más fácil intentarlo más tarde y experimentar una relajación más segura y placentera.
Si tu pene es muy largo, puede ser que llegues a un punto en donde le provoques dolor internamente. Esto es porque los penes grandes pueden ser capaces de tocar con su glande la curvatura en donde termina el recto e inicia el colon (última porción del intestino grueso).
Esta área no puede ser penetrada, y si insistes, es muy probable provocar sangrados. Si estos centímetros de más hacen a tu pareja sentir incómodo, solo introduce lo que él te pida.
Siempre y sin excepción utiliza preservativo. Las infecciones de transmisión sexual se transmiten en ambos roles sexuales, y el ano es el lugar con mayor riesgo de transmisión.
Él puede fácilmente infectarte con cualquier microorganismo dentro y alrededor de su ano. Te recomiendo que tomes las debidas precauciones al decidir introducir tu pene en el ano de nuevas parejas, y si tienes una pareja estable, realizarse estudios frecuentemente para asegurar su salud sexual física.
No está de más recordar que existen actos con menor riesgo de infección, tales como la masturbación o el sexo oral.Algunas parejas infectadas con el VIH deciden abandonar el condón. Les repito, este virus no es el único, y se pueden transmitir una gran variedad de otras enfermedades.
Además si eres VIH + y no usas condón incrementas el riesgo de acelerar la gravedad de infección de VIH que ya tienes.Un buen consejo es, que en cuanto eyacules, saca tu pene presionando la base del condón.
Si esperas un tiempo, empezarás a perder la erección y es posible que los restos de semen se escurran fuera del condón. Es una medida preventiva bastante eficaz. ¿Qué hacer si tu pareja dice NO al sexo anal? Esto siempre va a favor de él.
Definitivamente tienes que hablarlo, explorando cuáles son las razones por las cuales no quiere que lo penetres. Si te dice que es porque le duele, puedes proponerle un dilatador anal para iniciar ejercitando su musculatura anal.
También fíjate mucho en su lenguaje no verbal (como verlo apretar los dientes o hacer caras cuando te estas posicionando para penetrarlo). Cuando pase esto, también comunícaselo. Es muy probable que no se atreva a decirte que no quiere, y lo haga solo por complacerte, situación que definitivamente no será placentera para ambos y puede terminar en algo indeseable para la relación.
Si sigue sin aceptar, busca alternativas de placer sexual, o definitivamente intenta encontrar un nuevo compañero sexual. Si la relación con él es importante para ti, la terapia sexual o de pareja frecuentemente proporciona buenos resultados y puede resolver el problema.
Y para terminar, el hecho de que seas "activo" no quiere decir que tu pareja algún día no te pida que lo dejes penetrarte. Puedes con todo el derecho decir que no, pero también puede ser que vivas una experiencia total de máximo placer.