sábado, 2 de junio de 2007

El Poder y La Obediencia: Sadomasoquismo

El Poder y La Obediencia: Sadomasoquismo



Generalmente las personas tienen algún rasgo sádico o masoquista. Ambas prácticas se relacionan estrechamente porque para que alguien domine, tiene que haber alguien que se deje dominar.
El sadomasoquismo verdadero se define como una práctica no coital, que se asocia con el abuso, la restricción, la violación, la tortura o la degradación moral; y que son necesarias para obtener un orgasmo.
La diferencia entre los sadomasoquistas verdaderos y los que solamente tienen rasgos sadomasoquistas, es que estos últimos no necesitan del acto para llegar al clímax sexual, sino que ciertas fantasías de este tipo hacen que la excitación y el deseo aumenten considerablemente.
Claros ejemplos son los que encuentran eróticos los golpes, las ataduras, las palabras soeces, las restricciones de movimientos, entre otros; aunque un encuentro sexual sin estos elementos también les es placentero.
La idea del sadomasoquismo moderno se refiere más bien a una subcultura de BDSM, también conocida como Bondage, que es el arte de las ataduras.
Las inquietudes sádicas y masoquistas se desarrollan desde edades tempranas y se asocian a las experiencias vividas anteriormente, de tal forma, que cuando uno es adulto, se erotizan dichas experiencias y se traducen en el morbo y la excitación por dominar u obedecer.
Curiosamente todas las personas tienen cierto grado de conductas sadomasoquistas, de aquí la importancia de hablar de ellas.