viernes, 1 de junio de 2007

Hepatitis B y C


Hepatitis B y C
Antes de la aparición del VIH, la hepatitis B era la infección viral más peligrosa para los hombres gays. La hepatitis C es una enfermedad relativamente recién identificada y es causada generalmente por transfusión sanguínea.
Aunque los dos virus son diferentes, muchas de sus características son similares.Ambas son transmitidas por el semen, sangre, y otros fluidos que se intercambian en las relaciones sexuales, y además, las dos tienen riesgos muy importantes de convertirse en enfermedades crónicas.A diferencia de le hepatitis A (menos grave), la hepatitis B y C, en 1 % de los casos pueden progresar a una enfermedad del hígado y causar la muerte.
El período de incubación, que es el tiempo transcurrido en que se infecta la persona hasta que aparecen los síntomas, es desde dos semanas hasta seis meses, y al igual que la hepatitis A, muchos hombres ya están infectados antes de saberlo o enfermarse.
Para las personas infectadas con VIH, la hepatitis B y C puede ser mortal. Están mucho más propensos a caer en un estado de infección crónica con destrucción progresiva del hígado. La hepatitis B se convierte en crónica en el 2% de los hombres con sistema inmune normal, pero si se presenta el VIH, el 90% se convierte en crónico.
La hepatitis C es más peligrosa y se hace crónica en el 90% de las personas con sistema inmune normal, y el 20 % desarrolla cirrosis hepática.El aislamiento no es necesario como medida preventiva de la hepatitis B y C, pero las prácticas de sexo seguro son imprescindibles.
Muchos médicos recomiendan abstinencia sexual total hasta que desaparezca la hepatitis.No existen medicamentos específicos para la hepatitis aguda. Es recomendable visitar al médico regularmente para monitorear la función hepática y el estatus nutricional. Las nauseas son comunes. Si se convierten en un problema, se aconseja aumentar en volumen los desayunos hasta que disminuyan las nauseas durante el día.
En casos severos se indican medicamentos antiheméticos (para calmar el vómito y nausea). Los líquidos intravenosos son muy útiles en estos casos.