jueves, 26 de julio de 2007

Libia protesta ante Bulgaria por la gracia acordada a las enfermeras

Libia protesta ante Bulgaria por la gracia acordada a las enfermeras
Las cinco enfermeras y el médico búlgaros fueron extraditados el martes a Sofía, donde el presidente de Bulgaria les otorgó la gracia.
Trípoli. Libia convocó este miércoles al primer secretario de la embajada de Bulgaria en Trípoli para protestar oficialmente contra la gracia que el presidente búlgaro Gueorgui Parvanov acordó el martes a las enfermeras y el médico búlgaros, informaron fuentes oficiales.
En un memorándum entregado por Abdelati Laabidi, viceministro libio de Relaciones Exteriores encargado de Asuntos Europeos, al primer secretario de la embajada búlgara, Libia "protesta por el no respeto por parte de Sofía del acuerdo de extradición firmado por ambos países en 1984".
En el acuerdo no hay ninguna cláusula que prevea la gracia para los presos extraditados, indicó una fuente oficial libia.
Durante la jornada de este miércoles, las familias de los niños libios contaminados con el virus del sida "denunciaron enérgicamente" la gracia acordada por el presidente búlgaro Gueorgui Parvanov a las enfermeras y el médico liberados el martes.
En un comunicado, las familias criticaron "el desprecio del presidente búlgaro al derecho internacional y a la sangre de los niños" contaminados, y pidieron "el arresto de las enfermeras (y del médico) para que purguen el resto de sus penas".
Las familias pedían "oficialmente al gobierno libio recurrir a la Interpol (organización internacional de la policía criminal) para que los seis sean detenidos", e incluso "romper las relaciones (diplomáticas) con Bulgaria y expulsar a las empresas y ciudadanos búlgaros" de Libia.
Las familias renunciaron la semana pasada a pedir la pena de muerte contra las enfermeras y el médico, presos desde 1999 en Libia acusados de haber inoculado el virus del sida a 438 niños, a cambio de una indemnización de un millón de dólares por víctima.
La mayor instancia judicial libia conmutó entonces la pena de muerte pronunciada en un principio por cadena perpetua.
Las cinco enfermeras y el médico búlgaros fueron extraditados el martes a Sofía, donde el presidente búlgaro les otorgó la gracia.