sábado, 25 de agosto de 2007

Revelan cartas de la Madre Teresa su crisis de fe


Revelan cartas de la Madre Teresa su crisis de fe
Agencias
La mitad de su vida, la misionera no sintió la presencia de Dios, “ni en su corazón ni en la eucaristía”, señala el editor del epistolario de la premio Nobel de la Paz 1979.
Nueva York. La Madre Teresa de Calculta, conocida como “la santa de los pobres”, vivió durante 50 años una profunda crisis de fe, pensaba que sus plegarias eran en vano y sintiéndose lejos de Dios, según confesó a sus consejeros espirituales.
Sus dudas quedaron expuestas en 40 cartas —que nunca fueron destruidas pese a sus deseos— y que ahora han sido publicadas en el libro Mother Teresa: Come Be My Light, adelantó este viernes la revista Time, a 10 años de la muerte de la religiosa.
Muchas son revelaciones que muestran cómo la mitad de su vida no sintió la presencia de Dios, “ni en su corazón ni en la eucaristía”, según el reverendo Brian Kolodiejchuk, editor del libro y miembro de las Misioneras de la Caridad, orden fundada por ella.
Kolodiejchuk fue el encargado de recopilar documentos sobre la vida de la Madre Teresa y los milagros para su santificación, y en ese proceso encontró las muestras de la crisis de fe que vivió la religiosa.
El reverendo mencionó una carta de septiembre de 1979 al sacerdote Michael Van Der Peet, a quien la religiosa escribió: “Jesús siente un amor muy especial por ti. En cuanto a mí, el silencio y el vacío es tan grande que miro y no veo, escucho y no oigo”
Lo que sorprende todavía más es que estas líneas las escribiera tres meses antes de recibir el premio Nobel de la Paz, cuando proclamó “Cristo está en todos los sitios. En nuestros corazones, en los pobres que conocemos, en la sonrisa que damos y en la que recibimos”.
A pesar de que siempre se le veía sonriendo en público, su crisis de fe fue tan profunda que, según publica Time, ella misma llegó a dudar de la existencia del cielo y de Dios.
“La sonrisa es una máscara que cubre todo. Hablo como si estuviera enamorada de Dios. Qué hipocresía”, dijo la Madre Teresa a uno de sus consejeros.
En 1959, escribió al reverendo Lawrence Picachy: “Dígame Padre, ¿por qué hay tanto dolor y oscuridad en mi alma?”. Al respecto, James Martin, editor de la revista jesuita América señaló que “nadie sabía que estaba tan atormentada.
“Leí una carta a las hermanas de la congregación y se quedaron con la boca abierta. Este libro ofrece una nueva dimensión para entender a la Madre Teresa”, apunta Kolodiejchuk.
El reverendo añadió que, no obstante, la religiosa “encontró fórmulas para vivir con ello y no abandonar su fe ni su trabajo”.
La Madre Teresa fue beatificada –paso previo a la canonización- en 2003, mientras el Vaticano -que ya conocía la crisis de fe de la religiosa- ha señalado que la misma no afectará el proceso para declararla santa.