La revista “Forbes” lo acaba de anunciar en una de sus famosas listas: Adam Sandler (Nueva York, 1966) es el cómico más rentable de la industria del cine. Por cada dólar que cobra por película se ingresan en taquilla otros nueve, uno por encima de colegas suyos como Jim Carrey y Will Ferrell.
Y lo acaba de demostrar con su último estreno, “I Now Pronounce You Chuck and Larry (“Os declaro marido y marido”), la típica comedia disparatada que, no obstante, toca un tema muy de actualidad, como es el de los matrimonios de homosexuales. En realidad, su personaje es el de un bombero bastante mujeriego que debe casarse con un compañero y amigo (el actor Kevin James), para sacarle de un apuro.
Adam Sandler, que también es coproductor de esta cinta dirigida por Dennis Dugan, define su último trabajo como “una historia que habla sobre todo de amistad; me gustó que tratara de lo que uno es capaz de hacer para ayudar a un amigo, y que esos dos fueran capaces de cualquier cosa el uno por el otro”.
Durante su estancia en Madrid para presentar la película junto a su compañero de reparto, Sandler define a los protagonistas de “Os declaro marido y marido” como dos hombres “algo estúpidos y cerrados de mente que fingen ser homosexuales”.
CON RESPETO.
Pero eso sí, para abordar estos personajes, el cómico neoyorquino recurrió a la supervisión de la influyente organización estadounidense en defensa de los derechos de gays y lesbianas GLAAD, además de dejarse guiar por "todos los homosexuales" de su entorno.
"Para algunas personas aún es necesario que se recuerde el respeto a la comunidad gay", recordó el actor estadounidense, quien opina que en su país existe una minoría que necesita "una pequeña patada en el culo" al respecto.
Sin duda, Sandler ha sabido tomarle el pulso a la comedia estadounidense, y desde que inició en 1998 su carrera de éxitos con "The wedding singer", junto a Drew Barrymore, ha logrado como actor protagonista superar la barrera de los 100 millones de dólares de recaudación en ocho ocasiones en los últimos diez años, algo de lo que muy pocos pueden presumir.
"Tengo claro el tipo de comedia que quiero hacer y la que no quiero hacer y para ello procuro rodearme de colaboradores que compartan mi punto de vista", dice el actor neoyorquino, quien se declara admirador de legendarios humoristas como los hermanos Marx y Jerry Lewis, además del cineasta Woody Allen o el actor Eddie Murphy.
El protagonista de “Click”, uno de sus anteriores éxitos, decidió hace tiempo apostar por la comedia, un género en el que vive feliz, “pese a que me han ofrecido papeles más serios”.“Me encanta interpretar personajes cómicos, hacer comedias. Esa es la razón por la cual me metí en este movida, donde intentaré seguir el mayor tiempo posible, todo lo que me permitan”.
A este cómico por naturaleza, que se fraguó en la cantera del célebre programa de televisión “Saturday Night Live”, no le preocupa en absoluto que en la vida real no le tomen en serio: “Conozco muy bien a la sociedad americana y tampoco es que yo hable mucho de cosas serias. Lo único que me importa es que mi hija me haga caso cuando sea más mayor”.
