miércoles, 12 de diciembre de 2007

Pide congruencia a abogados católicos

¡Qué vergüenza! que en la celebración del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el presidente de la Asociación de Abogados Católicos solamente la invoque para dar prioridad a la libertad religiosa –misma que por cierto está garantizada en el artículo 24 constitucional– y no levante su voz para defender los derechos humanos de los niños violados por curas pederastas y gobernadores, por los muertos de Acteal, por las muertas de Juárez, por los derechos de Lydia Cacho, por los desaparecidos en la guerra sucia, por los muertos en el 68, por los muertos en 69 en el avionazo de Mexicana y un gigantesco etcétera. Ojalá que no nada más se queden callados los senadores y diputados, sino que defiendan efectivamente el laicismo.
Guadalupe Fernández Gascón