Por este medio denunciamos los hechos delictivos que se están cometiendo contra campesinos de tres comunidades de Chalcatongo, Oaxaca: La Paz, Reforma y Allende, mediante agresiones –de varios años– como robo de cosechas y de ganado, secuestro, lesiones con armas de fuego, quema de casas y violaciones a mujeres, entre otras.
Los días 25 y 26 de diciembre de 2007, pobladores de Santo Domingo Ixcatlán, encabezados por un tal Fredy Morales Arias, con personas ajenas a su pueblo, con armamento de uso exclusivo del ejército y maquinaria pesada, quemaron y derribaron 44 casas de la comunidad de La Paz, dejando a sus dueños, niños, mujeres y ancianos a la intemperie, abajo del monte y sobreviviendo con el apoyo de otras comunidades.
Los primeros días de enero de 2008 siguieron quemando más casas en el territorio de Allende y Reforma. Es inútil hacer las denuncias penales porque hasta ahora, la autoridad hace caso omiso. No hay justicia para los chalcatonguenses. Las autoridades estatales están actuando con parcialidad, apoyando a nuestros contrarios para despojarnos injustamente, sin que la resolución especifique la forma de ejecución, por eso pedimos al gobierno federal que, por conducto de la Secretaría de la Reforma Agraria, expropie nuestras propias tierras e indemnice a los ixcatlecos, por la resolución del TUA, y que nuestros campesinos sigan usufructuando las tierras que les dejaron sus ancestros desde tiempo inmemorial y podamos vivir en paz con nuestros vecinos como gente civilizadas.
Según cuentan nuestros abuelos, estas personas llegaron como pastores de un lugar llamado San Diego, por el rumbo de San Miguel Piedras, y pidieron permiso para establecerse con sus chivos por dos años, pero poco después se desató la Revolución Mexicana, en 1910, y el desplazado cacique porfirista de Chalcatongo les cedió indebidamente más tierras nuestras como apoyo para recuperar el poder; sin embargo, poco después nuestro pueblo recuperó sus tierras y de ahí se agarran estas personas para decir que Chalcatongo los despojó. Si bien es cierto que nos ganaron un juicio ante el Tribunal Unitario Agrario número 46, el magistrado no consideró que nosotros tenemos la posesión desde tiempo inmemorial; poseemos un título de 1824 y la resolución presidencial del 26 de noviembre de 1965.
Muchas gracias por su atención.
Pantaleón Celestino Santiago Santiago
Los días 25 y 26 de diciembre de 2007, pobladores de Santo Domingo Ixcatlán, encabezados por un tal Fredy Morales Arias, con personas ajenas a su pueblo, con armamento de uso exclusivo del ejército y maquinaria pesada, quemaron y derribaron 44 casas de la comunidad de La Paz, dejando a sus dueños, niños, mujeres y ancianos a la intemperie, abajo del monte y sobreviviendo con el apoyo de otras comunidades.
Los primeros días de enero de 2008 siguieron quemando más casas en el territorio de Allende y Reforma. Es inútil hacer las denuncias penales porque hasta ahora, la autoridad hace caso omiso. No hay justicia para los chalcatonguenses. Las autoridades estatales están actuando con parcialidad, apoyando a nuestros contrarios para despojarnos injustamente, sin que la resolución especifique la forma de ejecución, por eso pedimos al gobierno federal que, por conducto de la Secretaría de la Reforma Agraria, expropie nuestras propias tierras e indemnice a los ixcatlecos, por la resolución del TUA, y que nuestros campesinos sigan usufructuando las tierras que les dejaron sus ancestros desde tiempo inmemorial y podamos vivir en paz con nuestros vecinos como gente civilizadas.
Según cuentan nuestros abuelos, estas personas llegaron como pastores de un lugar llamado San Diego, por el rumbo de San Miguel Piedras, y pidieron permiso para establecerse con sus chivos por dos años, pero poco después se desató la Revolución Mexicana, en 1910, y el desplazado cacique porfirista de Chalcatongo les cedió indebidamente más tierras nuestras como apoyo para recuperar el poder; sin embargo, poco después nuestro pueblo recuperó sus tierras y de ahí se agarran estas personas para decir que Chalcatongo los despojó. Si bien es cierto que nos ganaron un juicio ante el Tribunal Unitario Agrario número 46, el magistrado no consideró que nosotros tenemos la posesión desde tiempo inmemorial; poseemos un título de 1824 y la resolución presidencial del 26 de noviembre de 1965.
Muchas gracias por su atención.
Pantaleón Celestino Santiago Santiago
