jueves, 31 de enero de 2008

Mensaje a Ruth Zavaleta

Con todo respeto, señora, he visto por el Canal del Congreso la forma en que usted cedió el cuerpo durante la toma de protesta del señor Calderón. ¿Para qué colocarse en una posición tan estratégica en la tribuna, si no la podía defender?
Posteriormente, he sido testigo de sus coqueteos con el Congreso, sus devaneos con el PRI, sus escarceos con el PAN y su manoseo con la derecha del país. Si ha sido usted una cortesana, ¿a qué viene ahora la pose de dama del siglo XVI? ¡Vaya usted y... asuma lo que la izquierda mexicana tiene que decirle! En lo que a mí respecta... ni por solidaridad de género puedo apoyarle. Sólo espero que los caballeros con brillante armadura del PRD que la defendieron antes, guarden hoy un prudente silencio.
Genoveva Suárez Garduño