miércoles, 2 de enero de 2008

Solidaridad con el obispo Raúl Vera

Que sirvan estas líneas para hacer un llamado a las autoridades del Ejército Mexicano y eviten que un defensor de derechos humanos como el obispo Raúl Vera, sea víctima de otro acto pueril y cobarde, cuando ha tenido el valor de enfrentar a criminales que se escudan bajo las insignias nacionales en procesos llenos de impunidad, violaciones y matanzas. No es el único defensor amenazado o golpeado, pero en este momento es necesario levantar la voz y detener el apartheid que estamos viviendo y, sobre todo, evitar que se involucre al Ejército en actos de lesa humanidad. Está demostrado que en México no existe la justicia ni mucho menos se aplica en contra de los ex presidentes. Sabedores de que el Estado mexicano vive desde hace décadas una profunda corrupción en sus más altas esferas, para todos es conocido que su prioridad es entregar la industria energética nacional a intereses extranjeros. En este proceso harán hasta lo imposible, como endurecer la ley, para criminalizar la disidencia, la crítica y la libertad, pero sobre todo tratarán de imponer una dictadura para lograr sus fines con el apoyo del Poder Legislativo, salvo los leales. Nos queda claro que en este momento contamos con unos cuantos legisladores leales al pueblo, a quienes debemos de honrar en los próximos días por su integridad. Ellos junto con Andrés Manuel López Obrador y los dirigentes Alberto Anaya, Dante Delgado y Alejandro Encinas, conformen un nuevo movimiento frentista, como en Uruguay, para rescatar a la nación y encauzarla hacia nuevos horizontes. Tuvo razón Navarrete en algo: tenemos que construir un nuevo foco de organización social, porque el que tenemos ya se contaminó por los desleales. Este es el momento de reconstruir a los partidos y organizaciones ante el golpe brutal al campo mexicano y a la clase trabajadora, para encaminarnos hacia una realidad más próspera y justa y erradicar, con ello, amenazas, impunidad y corrupción.
Alfredo Rojas Díaz Durán, presidente del Movimiento Mexicano de Solidaridad con el Pueblo Iraní y director de la Fundación Unidos por la Paz y la Justicia