domingo, 17 de febrero de 2008

INFORME DE INTELIGENCIA‏

DOMINGO 17 DE FEBRERO DE 2007

La cuestión sobre la que se ha centrado la atención de los actores políticos en los últimos días y se va a seguir centrando en las semanas y meses venideros, es la llamada "reforma energética".
AMLO ha centrado su posición en denunciar que existe un plan de privatizar, en el que están coludidos el "espurio", el PAN, el PRI, la IP y los intereses extranjeros. El PRD, según Carlos Navarrete, está "cerrando filas" en torno a AMLO.
Este "cierre de filas" viene después de que Cuauhtémoc Cárdenas denunció la postura de AMLO de ser "rounds de sombras", en el sentido de que aún no existe ninguna iniciativa de ley en el Congreso que pretenda privatizar PEMEX. En ese sentido, dice CCS, se está induciendo un "debate falso" y lo que se debe discutir son los aspectos específicos de una política petrolera.
Ruth Zavaleta (del PRD), presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, dice que invitó a CCS a que exponga sus ideas en la Cámara de Diputados sobre la cuestión para el próximo jueves. No sabemos si dicho acto se va a realizar.
Porfirio Muñoz Ledo, respondió a la postura de CCS diciendo que la movilización a que el bando de AMLO está llamando es una medida de presión preventiva para cerrarle el paso a las evidentes pretensiones privatizadoras.
Entre los contrincantes de AMLO se considera que su postura es la de no hacer nada, dejar las cosas como hasta ahora, y lo acusan de no tener, en realidad, una propuesta que permita resolver los graves problemas que enfrenta la empresa petrolera.
El PRI adoptó la postura de no presentar ninguna iniciativa de ley y esperar a que ésta sea presentada por el Ejecutivo. En los últimos días, los coordinadores parlamentarios de ese partido, Manlio Fabio Beltrones en el Senado y Emilio Gamboa Patrón en la Cámara de Diputados (que son los líderes reales del PRI en este momento), empezaron a presionar al gobierno a que presente una iniciativa.
Beltrones dice que hay tres opciones. Una, no hacer nada y que las cosas sigan como están. Dos, que los catastrofistas impongan la decisión de la privatización a ultranza y, tres, lo que él llama una "segunda expropiación", es decir dotarle a PEMEX de "autonomía de gestión" que le permita invertir y hacer alianzas con empresas extranjeras que tengan los recursos y la tecnología para explorar y explotar los yacimientos de aguas profundas. También dice estar dispuesto a discutir la participación de la IP en diversos procesos petroleros. Todo con las condicionantes de no cambiar la Constitución y no permitir los contratos de riesgo.
Ante la exigencia de los priistas de que presenten su iniciativa, el Gobierno y el PAN respondieron que no. Que primero hay que hacer un diagnóstico (en realidad esto quiere decir que los panistas prefieren seguir "negociando en lo oscurito", como dicen)
Germán Martínez, presidente del PAN, respondió después de entrevistarse con Juan Camilo Mouriño que "no hay una iniciativa (de reforma) preparada o lista" para llevar al Congreso, sino una fase de diagnóstico sobre la industria petrolera. Todavía no se ha definido quién presentará la iniciativa (legisladores o partidos) y que, una vez concluido el proyecto, el segundo paso será definir quién la presentará al Legislativo. La prioridad, según el PAN es concluir la reforma judicial.
La misma postura fue expresada por el mismo Mouriño en el acto de toma de posesión del nuevo gobernador de Michoacán: primero el diagnóstico y después la iniciativa de reforma. No habrá iniciativa de reforma mientras no se logre el consenso entre las fuerzas políticas. Primero se requiere determinar si todos hablan de los mismos problemas, de la misma dimensión, de las cifras y datos de lo que ocurre en materia de energéticos. Una vez que se tenga ese diagnóstico, se revisarán las alternativas de solución. Entonces, habrá iniciativa.
Después enumeró las mismas tres opciones que Calderón ya había dicho en su conferencia de prensa en Los Angeles, California, que a continuación se reproduce:

Calderón:
Los mexicanos tenemos que hacer un diagnóstico objetivo y ponderado de la situación en el sector energético y, concretamente, de Petróleos
Mexicanos. Básicamente yo veo tres alternativas, tres opciones a seguir:
Una, es quedarnos como estamos, y si esa es la decisión del Congreso, yo la respetaré plenamente. Sólo que veo que hay puntos de preocupación, está reduciéndose la capacidad de México para producir petróleo, porque se están agotando nuestras reservas probadas, que durarán para, probablemente, nueve años más.
Estamos aumentando la importación de gasolina de Estados Unidos,
incluso de Asia estamos importando gasolina, incluso a un precio
mayor al que la vende PEMEX. Importamos gasolina a un dólar y se vende en México a 70 centavos, eso está generando un desequilibrio a la Empresa.

La segunda es destinarle más recursos a PEMEX del Presupuesto
Federal, ya lo hemos hecho con la Reforma Fiscal, sin embargo no ha
sido suficiente. Y para la cantidad de recursos que necesita PEMEX, hay que ver si ésta es la decisión del Congreso, también la respetaré, hay que ver de dónde sacamos esos recursos, si de la educación o la salud, o el campo, o la seguridad. Yo soy de la idea de que más bien los recursos del petróleo deben ayudarnos a hacer el gasto social y de
infraestructura del país, y no al revés. Además, no es sólo un problema de dinero, es un problema también de tecnología. Por ejemplo, Cantarell, el mayor yacimiento de México en el mar perfora en promedio, ha perforado a 70 metros de profundidad.
Las mayores reservas probables de México pudieran estar en el mar
pero a tres mil metros de profundidad.
Entonces, no es un problema de más dinero, es un problema de
tecnología y de capacidad operativa.

La tercera opción es ver qué han hecho otras empresas públicas en el
mundo, digo empresas públicas porque yo tengo la firme convicción de
que PEMEX tiene que seguir y seguirá siendo del Gobierno y de los
mexicanos, exclusivamente, en el que no habrá ni debe haber una
privatización de la empresa, pero sí, en todo caso, debemos ver qué
fortalecimiento podemos darle a PEMEX para que pueda ampliar su
capacidad de producción petrolera y su capacidad de refinación.
La buena noticia para México es que tenemos petróleo, y mucho, el
problema es que este petróleo está enterrado en el mar a casi nueve
mil metros de profundidad, tres mil del lecho marino y otros seis
mil abajo del fondo del mar. Debemos ir por ese petróleo.
No sólo empresas de países con economías competitivas como Noruega, que tiene una empresa pública, o Brasil que tiene a PETROBRAS, sino incluso países comunistas todavía, o socialistas, como es el caso de Cuba que ya está perforando en el Golfo de México en aguas profundas, con otros mecanismos. Es el caso de China, por ejemplo, están actuando y no tenemos ya mucho tiempo, tendremos que decidir esto.

FIN