Exigen que se retiren los cargos contra siete indígenas que son acusados de secuestro
Hermann Bellinghausen (Enviado)
San Cristóbal de las Casas, Chis., 2 de marzo.
La comunidad maya chontal de Villa Vicente Guerrero, en el municipio tabasqueño de Centla, se declaró autónoma de las autoridades oficiales en protesta por la represión militar y policiaca, y “el olvido y abandono” del gobierno de la entidad.
En un comunicado dirigido a la Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la otra campaña, el “gobierno del pueblo de Vicente Guerrero” advierte que ejercerá la autonomía y la libre determinación.
“Por mandato popular, asumimos la responsabilidad de organizarnos y resolver nuestros problemas”, afirman en el texto.
Anuncia la conformación de un cuerpo de seguridad propio, la organización de mujeres voluntarias y de la “juventud revolucionaria” para promover “valores culturales, artísticos y deportivos, y combatir alcoholismo y drogadicción”.
Por los destrozos causados recientemente a la biblioteca de la Universidad Indígena Latinoamericana, la nueva autoridad adelanta que la reacondicionará, y por medio del “servicio voluntario” pavimentará calles y remodelará el parque del poblado, ubicado entre el río Grijalva, el golfo de México y la laguna Santa Anita, en un territorio “rico en biodiversidad de donde se han extraído millones de barriles de petróleo y gas natural, pero nuestro pueblo carece de lo indispensable para una vida digna”.
Acusan a los gobiernos federal, estatal y municipal de discriminación y de criminalizar su organización.
El 9 de febrero “nos mandaron al Ejército federal y las policías Federal Preventiva, estatal y municipal, argumentando un supuesto secuestro de funcionarios, y detuvieron a siete compañeros que fueron brutalmente torturados” por las autoridades.
Existen otras órdenes de aprehensión. El 20 de febrero, el alcalde de Centla se comprometió a retirar las acusaciones e intervenir ante al gobierno de Tabasco para resolver su situación jurídica. No ha cumplido, desató una campaña contra el delegado municipal y la “organización del pueblo”. Por decisión unánime, Vicente Guerrero acordó que mientras no se retiren los cargos contra los detenidos (y liberados bajo fianza) y los demandados ante la autoridad ministerial, no reconocerá al gobierno municipal y se declara “en rebeldía civil pacífica”.
Finalmente, ante la represión sufrida por la población indígena de Villa Tamulte de las Sabanas, Tabasco, donde una persona perdió la vida y otras resultaron lesionadas, el consejo de gobierno del poblado chontal expresa su “apoyo incondicional”.
Hermann Bellinghausen (Enviado)
San Cristóbal de las Casas, Chis., 2 de marzo.
La comunidad maya chontal de Villa Vicente Guerrero, en el municipio tabasqueño de Centla, se declaró autónoma de las autoridades oficiales en protesta por la represión militar y policiaca, y “el olvido y abandono” del gobierno de la entidad.
En un comunicado dirigido a la Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la otra campaña, el “gobierno del pueblo de Vicente Guerrero” advierte que ejercerá la autonomía y la libre determinación.
“Por mandato popular, asumimos la responsabilidad de organizarnos y resolver nuestros problemas”, afirman en el texto.
Anuncia la conformación de un cuerpo de seguridad propio, la organización de mujeres voluntarias y de la “juventud revolucionaria” para promover “valores culturales, artísticos y deportivos, y combatir alcoholismo y drogadicción”.
Por los destrozos causados recientemente a la biblioteca de la Universidad Indígena Latinoamericana, la nueva autoridad adelanta que la reacondicionará, y por medio del “servicio voluntario” pavimentará calles y remodelará el parque del poblado, ubicado entre el río Grijalva, el golfo de México y la laguna Santa Anita, en un territorio “rico en biodiversidad de donde se han extraído millones de barriles de petróleo y gas natural, pero nuestro pueblo carece de lo indispensable para una vida digna”.
Acusan a los gobiernos federal, estatal y municipal de discriminación y de criminalizar su organización.
El 9 de febrero “nos mandaron al Ejército federal y las policías Federal Preventiva, estatal y municipal, argumentando un supuesto secuestro de funcionarios, y detuvieron a siete compañeros que fueron brutalmente torturados” por las autoridades.
Existen otras órdenes de aprehensión. El 20 de febrero, el alcalde de Centla se comprometió a retirar las acusaciones e intervenir ante al gobierno de Tabasco para resolver su situación jurídica. No ha cumplido, desató una campaña contra el delegado municipal y la “organización del pueblo”. Por decisión unánime, Vicente Guerrero acordó que mientras no se retiren los cargos contra los detenidos (y liberados bajo fianza) y los demandados ante la autoridad ministerial, no reconocerá al gobierno municipal y se declara “en rebeldía civil pacífica”.
Finalmente, ante la represión sufrida por la población indígena de Villa Tamulte de las Sabanas, Tabasco, donde una persona perdió la vida y otras resultaron lesionadas, el consejo de gobierno del poblado chontal expresa su “apoyo incondicional”.
