sábado, 11 de octubre de 2008

DIFUNDE: La encarnación del mal "Haiga sido como ...."‏


Porfirio Muñoz LedoBitácora Republicana10 de octubre de 2008
La encarnación del mal
Se ha vuelto axioma que el podercorrompe, pero se olvida que también confunde y marea; que cuando sutitular carece de asideros intelectuales o de sustentos reales producevértigo. Es regla que en los sistemas de tradición autoritaria elverdadero carácter del jefe se desnuda, amplifica y proyecta —de modobenéfico o catastrófico— sobre la sociedad.Lainstitucionalización de los regímenes, el talante democrático y, sobretodo, la rendición de cuentas sirven para frenar la pendiente despóticadel mando sin controles. Un buen termómetro de las transiciones es latransparencia de los actos públicos y la aptitud para el diálogo de losgobernantes. La abolición del capricho como razón de Estado y eldestierro del doble lenguaje como norma disolvente de los valoresrepublicanos.El ejercicio cotidiano de Calderón es un cultivo depatología política. Sostiene el sicoanalista Andrés Tovilla que lafrase “haiga sido como haiga sido” revela un “alto nivel deilegitimidad” y la prueba de que “pueden cometerse acciones ilícitas”,lo que conduce a una “identificación con el paradigma de la impunidad”.Parecería además una ruptura entre la “apreciación grandiosa de símismo y lo que observan los demás” que configura “una conductanarcisista guiada por percepciones paranoides”.El mundose convierte en “una vivencia antipática” y se agudiza “el desinteréspor lo que sienten y piensan los otros”. Surge la combinación entre una“sensación de poder absoluto” y la expectativa de ser traicionado, “lasuspicacia constante y la visión del adversario político como enemigomaligno”. La “idealización excesiva” de sí mismo “conlleva ladevaluación de los objetos que la desmienten”. Ante el fracaso,“depresión y paranoia suelen unirse para amenazar al Yo”.Segúnel autor, “el delirio de grandeza se origina cuando el narcisista se veobligado a compensar un fuerte sentimiento de inferioridad”. Tal, elarribo a una responsabilidad desproporcionada con las capacidades delsujeto. Recordando a Freud: “Frente a la evidencia de la realidadresponde con gestos de autoafirmación” y los mensajes de peligro quepercibe son transformados en “la encarnación del mal”.Botónde muestra fue la detención arbitraria del joven Andrés Leonardo Gómezpor haber proclamado la ilegitimidad del Ejecutivo, a cuya conclusiónllegó con base en los estudios que merecieron su premiación. Se tratade un talento matemático con pasión por la verdad. Ha escrito: “Noquiero ser pasivo ante el acontecer social: el hecho de que no hahabido una sociedad equitativa, democrática y respetuosa de ladiversidad humana no implica que no exista un modelo social que locumpla, sino que no se ha descubierto; la idea es descubrirlo”.PerdióCalderón una oportunidad más para el diálogo inteligente y nos envió atodos un mensaje amenazante. Según Marcela Gómez Zalce: “Que cualquiermanifestación en contra de la persona de Felipe será sancionada,corregida, castigada o censurada”. Lo que está ya ocurriendo endiversas direcciones: la represión en tanto vitamina sicológica para elhabitante de Los Pinos.En el contexto del graveaniversario del 2 de octubre varias han sido las advertencias. MiguelÁngel Granados Chapa afirmó —en presencia del Ejecutivo— que “comoinexplicable hierba envenenada, crecen las tendencias al autoritarismo,a la criminalización de la protesta social, a la guerra sucia noenderezada sólo contra los opositores del régimen sino contraciudadanos en reclamo de sus derechos”.El editorinternacional de Newsweek nos recuerda que “la legitimidad es la que dael poder y no a la inversa”. Aquélla es “el consenso social sobre losfundamentos de la autoridad” o “la aceptación general de la obedienciadebida conforme a la ley”. Aunque el espurio se vista de caqui, espuriose queda.En tiempos de derrumbe financiero y desenfrenadaviolencia criminal, templanza y grandeza son imprescindibles para laconducción política. Necesitamos encontrar quién las tenga y sepa darprueba de ellas