jueves, 2 de abril de 2009

La política EEUU-Cuba: es hora de terminar con los engañosos controles a los viajes por Wayne S. Smith‏

La política EEUU-Cuba: es hora de terminar con los engañosos controlesa los viajes Por Wayne S. Smith Tomado de The Sun-Sentinel El Presidente Carter eliminó todos los controles de viajes a Cuba en1977. Desde entonces hasta 1982, los norteamericanos pudieron viajarlibremente a Cuba y gastar dinero en esos viajes. Esto debió haber sido definitivo. Pero entonces llegó laadministración Reagan, la cual reinstauró las restricciones a losviajes a Cuba el 19 de abril de 1982. Excepto en los casos decategorías especiales de personas con licencia, a nadie se lepermitiría gastar dinero en Cuba. Esto limitó los viajes taneficazmente como una prohibición expresa. ¿Por qué las nuevas sanciones? Debido al aumento de embarques de armaspor parte de Cuba a Centroamérica, dijo la administración Reagan, yporque Cuba se negaba a negociar nuestras preocupaciones relacionadascon sus acciones agresivas en esa región. Pero ambas acusaciones eran distorsiones totales. Por esa época yo era el jefe de la Sección de Intereses de EEUU en LaHabana. En diciembre de 1981, los cubanos me informaron que estabaneliminados los embarques de armas, y que esperaban que esa acciónpudiera allanar el camino para las negociaciones en Centroamérica ypara un diálogo con Estados Unidos. Reporté el hecho al Departamento de Estado y pregunté si poseíamosalgún tipo de evidencia creíble en contrario, es decir, decontinuación de los embarques. Si no era así, me parecía quedebiéramos responder positivamente que estábamos dispuestos al diálogo. En marzo, el Departamento reconoció que no teníamos evidencia de quecontinuaran los embarques, pero dijo que no habría respuesta. En otraspalabras, no estábamos interesados en el diálogo. Y aunque la administración continuó hablando de “incremento del apoyocubano en armas”, yo vi informes de inteligencia que confirmabanreducciones drásticas, como habían dicho los cubanos. Por tanto, nuestra posición en Centroamérica estaba basada endistorsiones totales --así como la reinstauración de los controles alos viajes por parte de la administración Reagan en 1982. No fue Cuba quien se negó a negociar en Centroamérica; fue laadministración Reagan, y continuó negándose durante todo el tiempo. Y el engaño continuó bajo la administración de George W. Bush. El 16de junio de 2004, por ejemplo, restringió severamente los viajesacadémicos a Cuba. Y lo hizo porque decía que “las institucionesacadémicas abusan constantemente de la categoría de la licencia y sededican a una forma de turismo”. Pero nunca pudo demostrar un solo abuso, tal como se requiere bajo laLey de Procedimientos Administrativos. Por lo tanto, estas nuevaslimitaciones eran a su vez violaciones de la ley. Esperamos que el Presidente Obama y el Congreso pongan fin a estavergonzosa historia de violaciones de los derechos constitucionales delos ciudadanos norteamericanos con medidas que se basan en mentiras yque ellas mismas están fuera de la ley. La acción del 11 de marzo porparte del Departamento del Tesoro para aumentar los viajes decubanos-americanos no debe ser más que el primer paso. El Presidente Obama posee la autoridad para rescindir inmediatamentelas distintas órdenes ejecutivas firmadas por Bush en 2004 en las queestán basadas las restricciones a los viajes académicos y educativos ylos viajes de las familias cubano-americanas. Y él puede apoyar leyes que se discuten actualmente en la Cámara deRepresentantes y el Senado que permitirían viajar libremente a Cuba atodos los norteamericanos, como es el derecho constitucional de todos. Wayne S. Smith es Miembro Principal del Centro para PolíticaInternacional en Washington, D.C y ex jefe de la Sección de Intereses de EUA en Cuba.