sábado, 2 de octubre de 2010

Aún “sub-óptima” la calidad de servicios públicos en VIH/sida, revelan investigaciones

  • La atención aún es “extremadamente” cara comparada con otros países de la región, reconocen
  • Christian Rea Tizcareño
    México DF, octubre 01 de 2010. Si bien en México desde 2003 hay un programa gubernamental de acceso universal a tratamientos antirretrovirales, recientes estudios documentan que la calidad de la atención en materia de VIH/sida aún es “sub-óptima” y “extremadamente” cara comparada con otros países de la región, señaló ayer Sergio Bautista Arredondo, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

    En el Seminario “Optimización de programas de atención y prevención de VIH/sida”, realizado en el INSP, Veronika Wirtz, doctora por la Escuela de Farmacia de la Universidad de Londres, refirió que en México los antirretrovirales representan 75 por ciento del costo total erogado por el Estado para la atención del sida.

    La investigadora en Ciencias Médicas recordó que la cobertura universal de tratamientos antirretrovirales en México arrancó en 2003 y para 2007 ya había cerca de 47 mil personas con acceso a fármacos antisida. El número de pacientes con VIH en las instituciones públicas de salud se incrementó tres veces en ese periodo y con ello el gasto gubernamental en la materia. En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), este aumento ascendió a siete, agregó.

    Si no se remontan las cifras de VIH en México, crecerá el gasto total en este rubro y en consecuencia, no habrá sostenibilidad en los próximos años, alertó la especialista del INSP.

    En 2006, los precios de compra de los antirretrovirales adquiridos por la Secretaría de Salud (Ssa), comparados con los de otras dependencias públicas del país, por ejemplo, el IMSS, se diferenciaban entre 20 y 30 por ciento.

    El gobierno federal decretó en 2008 la Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos y otros Insumos para la Salud, cuyo impacto ha sido indagado por Wirtz y su equipo de investigación en los últimos años.

    Sus estudios revelaron que antes de entrar en funciones la Comisión, la reducción anual de precios de antirretrovirales era constante, aproximadamente 8 por ciento, cifra que a escala mundial apuntaba a 25 por ciento.

    En 2008, la reducción fue de 35 por ciento en México; mientras que en el mundo ascendió a 45, lo cual, “nos indicó que probablemente la Comisión tiene un impacto, pero alguna influencia de los precios a nivel internacional es muy probable también”.

    Reconoció que una de las limitaciones presentadas durante su investigación fue la dificultad para conseguir los datos de las instituciones públicas de salud, pues aún prevalecen frases como “no, esto es confidencial”, las cuales, no abonan a la transparencia.

    En opinión de la experta, “parece que la Comisión tuvo un impacto, pero quizás no estamos pensando en el potencial óptimo de esta Comisión”.

    Juan Pablo Gutiérrez, maestro en Economía de la Salud, habló de una investigación en la cual participa, donde se evidencia que 45 por ciento de las personas con VIH atendidas en 31 unidades de la Ssa y 19 del IMSS, tiene una adherencia –apego– a tratamiento antirretroviral por debajo de lo recomendado por las instancias de salud, es decir, 95 por ciento.

    El director de Encuestas Nacionales del Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas del INSP, mencionó que el diagnóstico es “tardío”, pues la mayoría de pacientes llegaron a los servicios médicos con “deterioro en su estado de salud”, es decir, con sida.

    En cuanto a los conocimientos de los médicos tratantes, citó que de un cuestionario sobre la capacidad técnica de éstos, únicamente 36 por ciento obtuvo 60 por ciento o más de las “respuestas correctas”.

    Alrededor de 44 por ciento de los médicos tratantes afirmó recibir capacitación principalmente de compañías farmacéuticas, lo cual, “sugiere un potencial sesgo hacia cierto tipo de selección de medicamentos”, reflexionó el ponente.

    Gutiérrez indicó que al medir el grado de confianza de los pacientes hacia los médicos, la investigación reportó que uno de cada tres seropositivos está de acuerdo con buscar una segunda opción. Asimismo un tercio manifestó haber experimentado estigma y discriminación por parte de quienes los atienden.

    Si bien la mayoría de los médicos entrevistados aseguró no tener ningún inconveniente en trabajar con pacientes homosexuales o VIH positivos, más de la mitad consideró que sus colegas sí tenían problemas en este sentido, expuso el investigador.

    En conclusión, el investigador Sergio Bautista Arredondo llamó a “maximizar” los servicios de salud en México, para reducir así la mortalidad por sida, aumentar la calidad de la atención y con ello mejorar la vida de las y los pacientes seropositivos.