Rocío Sánchez  México DF, octubre 13 de 2010. Unos mil 400 millones de pesos conforman el actual presupuesto destinado al Programa de Igualdad de Oportunidades y no Discriminación hacia las Mujeres de la Ciudad de México, esto es, cerca del uno por ciento del presupuesto total de la ciudad, tal como lo marcan las directrices trazadas en la Conferencia Mundial de las Mujeres Beijing 1995. Así lo explicó Ángel Capetillo, director de Integración de Cuenta Pública de la Secretaría de Finanzas del Distrito Federal, al participar en el Foro de Buenas Prácticas en Materia de Incorporación de la Perspectiva de Género en los Presupuestos Públicos, convocado por el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres DF) y la organización civil Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia. En el primero de dos días de trabajo, los asistentes coincidieron en que es necesario pasar del discurso a la acción, y que la etiquetación de presupuestos con perspectiva de género es una poderosa herramienta para reducir y eliminar las desigualdades entre hombres y mujeres, que colocan a estas últimas en desventaja social y económica. El funcionario capitalino expuso que en 2008, sólo 54 por ciento de las unidades responsables de ejercer presupuesto había incorporado la perspectiva de género en su funcionamiento, y que en este 2010 esa cifra ha alcanzado 79 por ciento. “Los avances han sido graduales pero sostenidos”, agregó, por lo que ahora la administración local cuenta con 141 indicadores en materia de género para medir el impacto del presupuesto específico para el rubro. Por su parte, Martha Lucía Mícher, titular del Inmujeres DF, explicó el proceso que siguió el gobierno de Marcelo Ebrard para integrar la perspectiva de género al presupuesto. Actualmente, se cuenta con un Enlace de Género en cada dependencia local, aunque el objetivo final es crear una Unidad de Género para que tenga una mayor incidencia. Además, en 2009 se creó, en la estructura del presupuesto, el “Resultado 13: Se reducen las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres”. Esto porque es más eficiente un parámetro que mida la equidad de género como resultado, que una serie de programas con ese enfoque en las distintas dependencias y programas, pues podían ser interpretados de maneras diversas. Otras experiencias En el caso de la República del Ecuador, el impulso a la perspectiva de género en el gobierno inició en 1997, con la creación de la Comisión Nacional de las Mujeres, y vio culminado su esfuerzo en 2008, cuando la primera Constitución de la República fue redactada con un lenguaje incluyente. Así lo narró Soraya Arévalo, subsecretaria del Ministerio de Finanzas, quien destacó que, a partir de este año, la equidad de género está colocada como un programa gubernamental al mismo nivel que los programas de salud o defensa. De igual forma, la Constitución incluye entre los deberes del Estado ecuatoriano el formular y ejecutar políticas para la igualdad de género. Sobre la experiencia de Bolivia, Carmen Zabalaga, coordinadora del Programa Nacional de Presupuestos Sensibles al Género, recordó que tal perspectiva se integró al presupuesto en 2002. En el caso de este país, el camino recorrido tuvo sus particularidades al llegar al poder el actual gobierno de Evo Morales, en 2006, pues fue necesario reflexionar no sólo sobre las diferencias de género, sino también las étnicas e incluir la perspectiva indígena a las políticas de gobierno. |
sábado, 16 de octubre de 2010
GDF destina mil 400 mdp a programa contra desigualdad y discriminación hacia las mujeres
