domingo, 30 de octubre de 2011

Obispos católicos, más ocupados en llevarse bien con gobernantes, que por construir pastorales y acompañar a víctimas de la violencia: EAIL

iderazgo eclesial, de una mediocridad que duele, apunta ex ombudsman
Redacción NotieSe
México DF, octubre 10 de 2011.
Al cuestionar la ausencia de las máximas autoridades eclesiásticas al lado de las víctimas de la violencia en el país, así como en los trabajos de construcción de la paz, Emilio Álvarez Icaza Longoria se pronunció porque sean las personas, en lo individual y al interior de sus hogares, escuelas y trabajos, quienes hagan un pacto por la no violencia y la educación con amor y respeto.
“Los obispos están más ocupados en llevarse bien con los gobernantes que por la construcción de pastoral. ¿Dónde están los pastores de la Iglesia católica? ¿dónde están los obispos que acompañan a las víctimas migrantes, los que se suben con ellos al tren? ¿dónde están los obispos que acompañan a las mujeres? No los que las castigan, los que las señalan y las ridiculizan? ¿dónde están los obispos? ¡Que tengan un poquito de caridad! No se ven. La mediocridad del Episcopado mexicano es enorme”, sostuvo.
Durante su participación en la Jornada Teológica de la Región Norte “Esperanza de liberación y teología, espiritualidad por la paz”, el ex ombudsman del Distrito Federal insistió en la necesidad de realizar un pacto social contra las fobias, la misoginia, la lesbofobia, la homofobia y la xenofobia.
Ante un escenario en el que la violencia se ha naturalizado en las relaciones cotidianas y cercanas, Álvarez Icaza urgió a visibilizar y combatir las expresiones de violencia.
“En el ámbito eclesial tenemos muchísimo más trabajo qué hacer. Ojalá de aquí salgan comités eclesiales por la paz para cada una de las comunidades, en las parroquias, en las sinagogas, en los espacios comunitarios. Dicen que lo más malo no es el silencio y la acción de la gente mala, sino el silencio de la gente buena” agregó en referencia a lo que llamó un “fenómeno de omisión” y de la necesidad de una pastoral más protagónica y agresiva.
En el panel “Paz y derechos humanos”, que tuvo como sede la Comisión de Derechos Humanos del Distrito federal (CDHDF), el ex ombudsman agregó que ante la injusticia y la violencia que en los últimos años padecen miles de personas, el liderazgo eclesial es de una mediocridad que duele.
“¿Dónde están las cartas pastorales? ¿dónde está la denuncia junto con las víctimas?, ¿y la denuncia profética? (Los jerarcas católicos) están más ocupados en modelos eclesiales como los de Onésimo Cepeda –obispo de Ecatepec, Estado de México-, con chamarras de cuero, además de empresario taurino. A mí me dan vergüenza, porque todavía le tienen miedo a los laicos, a las laicas. Aplastan con su estructura de poder”, dijo.
El ex titular de la CDHDF señaló la censura que prevalece en el caso de las mujeres religiosas: “Vean las órdenes: las visten igual, les despedazan la personalidad; las estructuran, las visten y las castran. Estamos en el siglo XXI y seguimos en la Edad Media… Ojalá nuestra Conferencia del Episcopado Mexicano volteara a ver un poquito otros liderazgos eclesiales, pero todavía se sienten amenazados por otros hermanos. Hay que rezar, hermanos y hermanas, por su conversión”.
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, en ruta de ser un sujeto político
Al hablar de su experiencia en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Emilio Álvarez Icaza dijo que este se encuentra en la ruta de ser un sujeto político y de constituirse propiamente como un movimiento, ya que hasta ahora ha sido una movilización en camino de madurar sus procesos internos: organicidad, toma de decisiones, representatividad regional y en el ámbito nacional, las agendas y dinámicas.
Apuntó que se ha logrado movilizar a 700 personas y señaló que entre los logros están el haber detenido la Ley de Seguridad Nacional y la aprobación de la “Ley 5 de junio”, sobre guarderías, así como generar algunos procesos de justicia, sobre todo al haber visibilizado a las víctimas como sujetos sociales, y “no daños colaterales”.
Al agradecer las participaciones de las teólogas María del Pilar Aquino y de Doris García Mayol, se comprometió a no volver a utilizar la frase “Estamos hasta la madre”, en el espíritu de corregir el sexismo y el patriarcado arraigados en la religión y la cultura mexicana, como la que condensa la expresión citada.
En el Panel participaron también los sacerdotes Alejandro Solalinde, Pedro Pantoja y Oscar Enríquez, quienes hablaron de su experiencia en el acompañamiento y defensa a las y los migrantes en su paso por México hacia Estados Unidos.
Los trabajos de la Jornada Teológica concluyeron este fin de semana en las instalaciones de la Comunidad Teológica de México, ubicada en Avenida San Jerónimo 137, colonia San Ángel.