domingo, 11 de diciembre de 2011

Exhorta CDHDF a sistema penitenciario capitalino a mejorar servicios de salud

  • Recibe la comisión 958 quejas en 2010
  • Reconocen labor del Programa de VIH/sida de la Ciudad de México
  • Leonardo Bastida Aguilar
    México DF, diciembre 06 de 2011.
    Falta de insumos médicos, carencia de personal, malas prácticas que resultan en atención médica deficiente y una inexistencia de seguimiento médico para las personas internas, son parte de las deficiencias encontradas por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) en los centros de readaptación social capitalinos.
    De acuerdo con el Informe Especial sobre el Derecho a la Salud de las Personas Privadas de la Libertad en los Centros de Reclusión del Distrito Federal 2010-2011, hay quienes tardan meses o incluso años en obtener un diagnóstico de su enfermedad o para recibir atención de forma oportuna.
    El documento elaborado por el Centro de Investigación Aplicada en Derechos Humanos y la Segunda Visitaduría de la CDHDF, detectó que los derechos vulnerados a esta población son la accesibilidad a los servicios de salud, disposición de recursos materiales y personal médico, atención médica integral de calidad, consentimiento informado, contar con un expediente clínico de atención médica, condiciones que aseguren asistencia médica y sanitaria, prevención y tratamiento de las enfermedades epidémicas y garantías de un bienestar físico y psicológico.
    Para la CDHDF, las autoridades penitenciarias no asumen su obligación de proteger los derechos humanos y garantizar la debida custodia y protección a la salud de las personas en reclusión.
    Además, se percibió que el tratamiento y seguimiento médico, no responde a criterios médicos ni éticos sino que se proporciona con criterios discrecionales.
    Cifras proporcionadas por la CDHDF indican que en 2009 se recibieron 862 quejas por presuntas violaciones al derecho a la salud, y 958 en 2010. A su vez, el organismo ha emitido 22 recomendaciones al respecto, entre ellas tres por detecciones inoportunas de VIH/sida (20/2009, 18/2007 y 12/2006). Actualmente el sistema penitenciario capitalino alberga a 40 mil 762 personas en 10 centros de reclusión.
    Prejuicios dificultan atención médica
    Durante la presentación del documento, Luis González Placencia, presidente de la CDHDF, mencionó que los prejuicios existentes en contra de la gente en reclusión, como ser considerados ciudadanos de segunda cuyos derechos no merecen ser respetados, sino por el contrario, requieren de mayores castigos, dificulta su atención, debido a que se restringe el acceso a presupuesto y servicios.
    Añadió que las autoridades penitenciarias deben entender a la reinserción social como “las medidas necesarias para que la persona que va a regresar a su vida en sociedad lo haga en un situación menos complicada que la que lo llevó a ese lugar, por lo cual, se debe garantizar un estado óptimo de salud”.
    El ombudsman capitalino aseguró que es relevante garantizar el derecho a la salud de las y los reclusos debido a que las prisiones pueden convertirse en foco de epidemias, y si no se tiene claridad sobre lo que ocurre dentro y no se atienden las enfermedades contraídas al interior, después las y los reclusos salen a población abierta a generar nuevos contagios.
    Al respecto, Celina Oseguera Parra, subsecretaria del Sistema Penitenciario del Distrito Federal, mencionó que el acceso de las personas en reclusión a sus derechos humanos es uno de los grandes retos que enfrenta el sistema debido a que requiere una inversión constante de recursos.
    Agregó que en lo que va de 2011, se han presentado 645 quejas, lo cual representa una disminución de 32.6 por ciento, con respecto a 2010.
    Para Oseguera Parra, la mayoría de los problemas de salud de las y los internos ya se presentaba en ellos desde antes de su ingreso al sistema penitenciario, pero al ser recluidos, es obligación del sistema brindarles atención, razón por la cual se han abierto tres unidades más de servicios médicos, aunadas a las cuatros ya existentes.
    La funcionaria capitalina subrayó que continuará la política de brindar disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad en el servicio médico.
    A su vez, Ricardo Juan García Cavazos, subsecretario de Servicios Médicos e Insumos de la Secretaría de Salud del DF, indicó que para mejorar la salud de los internos, se debe apostar por la promoción y la prevención de enfermedades por medio de la atención directa, campañas de vacunación y estudios clínicos.
    Añadió que actualmente, se remodela la Unidad Médica Tepepan con la finalidad de brindar atención especializada de segundo nivel a las personas en reclusión, la cual contará con 40 camas, dos quirófanos y 20 lechos en el área de especialidades, y un personal de 100 médicos. Sin embargo, consideró necesario trabajar en conjunto con los ocho hospitales generales auspiciados por el gobierno del DF para garantizar la atención médica a los internos.
    Destacan labor del Programa de VIH/sida del DF
    Reconoció la labor del Programa de VIH/sida de la Ciudad de México al interior de los centros de reclusión, el cual ha atendido a las personas con VIH, tuberculosis, hepatitis B y C y otras infecciones de transmisión sexual mediante la detección, suministro de medicamentos y control del paciente. Además, anunció que se implementará un programa de atención y vacunación de hepatitis B.
    García Cavazos agregó que el programa, “Ponte a Prueba”, implementado por la Clínica Especializada Condesa (CEC), ha permitido detectar nuevos casos de VIH al interior de los penales y mejorar considerablemente el estado de salud de los internos seropositivos mediante el apego a su tratamiento.
    Cifras proporcionadas por la CEC indican que el porcentaje de internos con adherencia óptima al tratamiento antirretroviral es de 87.4 por ciento, por lo que la eficacia del tratamiento mejoró de 35.4 por ciento de internos con carga viral indetectable –cantidad de virus en la sangre- en febrero de 2009, a 87.5 por ciento para agosto de 2011.
    De febrero de 2009 a agosto de este año el Programa ha atendido a 203 personas privadas de su libertad con infección por VIH.
    Ante la pregunta sobre la disponibilidad de condones en los centros de reclusión, García Cavazos aseguró que cada mes se garantiza la cantidad suficiente como parte de la estrategia de control de la pandemia al interior de estos, aunque reconoció que ocasionalmente los internos los venden por la “difícil dinámica que se vive al interior”.
    En tanto, José Luis Gutiérrez Guzmán, director de Asistencia Legal por los Derechos Humanos AC, comentó que las personas con VIH/sida viven una doble discriminación ejercida por personal penitenciario y por la población privada de la libertad, situación que constituye un obstáculo para la prevención y el acceso a tratamientos, aunado a la falta de atención, elaboración de diagnósticos falsos y falta de confidencialidad.
    El abogado cuestionó la exclusión de la población lésbico, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero e intersexual del informe, ya que, aseguró, padecen de discriminación al interior de los penales, lo cual merma su acceso a los servicios de salud y los hace vulnerables a las enfermedades.
    De esta manera, la CDHDF recomendó al sistema penitenciario, entre otras cosas, mejorar la disponibilidad de medicamentos y de la propia atención, la accesibilidad a los servicios de salud (por tratarse de población cautiva), ética médica, calidad en la atención, tratamiento y seguimiento y la atención especializada, elaborar diagnósticos precisos que permitan establecer la posible aparición de enfermedades al interior, vigilancia epidemiológica y atención de inequidades.
    El informe completo se puede consultar en www.cdhdf.org.mx