domingo, 11 de diciembre de 2011

OPINIÓN. De ignorancias y oscurantismos de la derecha queretana*

Alejandra Martínez
México DF, diciembre 06 de 2011.
La diversidad de familias es casi tan grande como la diversidad de opciones, desde matrimonios religiosos, matrimonios civiles, uniones libres, madres y padres solteros, familias tradicionales, familias nucleares, familias de homosexuales, lesbianas, transgéneros, jefas de familia, familias que corresponden a formas de organización indígena, familias ampliadas con abuelos, tíos, primos o hasta amistades sin nexos consanguíneos, abuelos que cuidan a los nietos, hijos que cuidan a sus padres, matrimonios con hijos adoptivos, padrinos o madrinas a cargo de los ahijados, familias recompuestas a partir de segundas y terceras nupcias en las que los hijos circulan de un hogar a otro, etcétera.
Mientras no exista violencia, ni abuso a la dignidad de las personas, todas las formas de familia son respetables y aceptables. Mientras no se afecten la dignidad, la libertad y los derechos humanos de ninguno de sus integrantes, cada familia tiene derecho a ser diferente y a decidir su manera de vivir. Todas las familias tienen derecho a existir y a que el Estado proteja sus diversas formas de convivencia. Por ello, limitarse a un solo modelo de familia resulta un sesgo gravísimo, lo fundamental es el fomento de los lazos solidarios, respetando la libertad de conciencia, el derecho a decidir de las personas y la dignidad de los diversas estructuras familiares.
Sin embargo, a pesar de esta realidad existente en las diversidades familiares algunos representantes populares parecen cerrar los ojos frente a ello y quieren imponer sus propias convicciones y prejuicios personales; legislando con la biblia en la mano y olvidando que es un curul y no un púlpito desde donde se hacen las leyes y no se predica el evangelio.
Es el caso del diputado Salvador Martínez, del Partido Acción Nacional (PAN), el cual desde siempre ha mostrado su rechazo hacia todo lo que tenga que ver con la homosexualidad, por lo que cubriendo su homofobia con un manto de celestial ignorancia, pretendía “poner candado” para que en la entidad fuera imposible ampliar el matrimonio civil a todas las personas, sean homosexuales o heterosexuales.
Esta acción la pretendía realizar reformando el Artículo 3º de la Constitución de Querétaro, para elevar a rango constitucional a la familia, pero no cualquier tipo de familia, sino únicamente la formada en matrimonio por un hombre y una mujer. Su justificación radicaba en que más de 51 mil personas habían firmado, no uno, sino CUATRO formatos distintos para solicitarle al Congreso del Estado que se garantizaran los valores familiares. Nada más lejano de la realidad.
No obstante, este jueves 1 de diciembre fuimos testigos de un férreo debate contra el oscurantismo y por la defensa de los derechos humanos, con 9 votos a favor (todos del PAN) y 14 votos en contra se desechó una reforma aberrante que pretendía legislar la discriminación e institucionalizar la homofobia.
Es por ello, que nos pronunciamos a favor del reconocimiento de la pluralidad de formas familiares, su validez y funcionalidad, cuya existencia es evidenciada por los datos estadísticos oficiales, y no únicamente la familia “heterosexual, monógama y en matrimonio”.
Que se generen políticas públicas laicas e incluyentes que garanticen los derechos de todas las personas y sus formas de organización familiar, y no únicamente las focalizadas a un solo modelo.
La tarea del gobierno está en respetar las leyes y garantizar los derechos que de ellas emanen para todas y todos los integrantes de la sociedad y en no discriminar a ningún sector de la población. Es obligación del Estado el pleno reconocimiento a la diversidad de las familias queretanas; ya que la garantía de la igualdad, no consiste en que todos seamos iguales, sino que tengamos derecho a ser diferentes en condiciones de igualdad.
Con mucha satisfacción podemos decir que este jueves en el Congreso del Estado de Querétaro ganaron los Derechos Humanos, y que la LVI Legislatura está enviando un claro mensaje a otras entidades que pretendan legislar en este mismo sentido.
Hoy no puedo más que congratularme de que en mi Estado aún quedan resquicios de dignidad.
*Texto publicado en Libertad, periodismo libre al servicio de la ciudadanía y reproducido por la Agencia NotieSe con la autorización de Alejandra Martínez
**Coordinadora General de la Asociación Queretana de Educación para las Sexualidades Humanas (Aquesex).
Correo electrónico: info@aquesex.org