Anualmente la estrella celebra el famoso "baile de la corbata y tiara", actividad benéfica donde los famosos amigos del cantante se dan cita para contribuir con su granito de arena en tan importante causa como la lucha contra el VIH/SIDA.Este año el cantautor ha transformado su lujosa mansión de Windsor en el mágico ambiente vivido en los casinos de Las Vegas, sin faltar las tradicionales maquinas tragamonedas y la famosa ruleta, juego preferido de los apostadores. Una majestuosa alfombra rosa acompañada por estatuas de hielo que daban la bienvenida a los invitados vestidos de alta etiqueta donde, al llegar al recinto de la entrada, los esperaban nada menos que media docena de clones ataviados como el mismísimo Elvis Presley.Una cita de tal envergadura no podía ser menos que contar con invitados de la talla de Tom Jones y Shirley Bassey que amenizaron con sus canciones la velada. Cada año el intérprete intenta mostrar una sorpresa más vistosa y siempre es válido cuando el objetivo central sea destinar todos los beneficios a financiar los proyectos de la lucha contra el VIH/SIDA creado por el músico.Se espera este año superar la cifra del pasado que alcanzó nada menos que 6.8 millones de euros aproximadamente.
