viernes, 13 de julio de 2007

Y EN MEXICO CUANDO HARAN JUSTICIA


Trípoli. La Corte Suprema de Libia confirmó el miércoles la pena de muerte para cinco enfermeras y un médico búlgaros por infectar a niños con el virus del sida, al día siguiente de que las familias de los pequeños aceptasen compensaciones que pueden facilitar la resolución del caso.
"En nombre del pueblo, la Corte decidió no aceptar el recurso presentado por los acusados y confirma la pena de muerte en su contra", declaró el presidente del tribunal, Fathi Dahan, al final de una audiencia de cinco minutos en la que no comparecieron los acusados.
El veredicto se pronunció al día siguiente del anuncio de la Fundación Khadafi, en Trípoli, de la aceptación por parte de las familias de los niños afectados de compensaciones financieras, algo que debería facilitar la resolución del caso, que se remonta a hace años.
El acuerdo con las familias afectadas fue confirmado por el ministro libio de Relaciones Exteriores, Abdel Rahmen Chalgham, pero no por las autoridades búlgaras.
La Comisión Europea, por su parte, se declaró a la espera de "detalles" y el primer ministro portugués, José Socrates, cuyo país ejerce la presidencia de la Unión Europea, afirmó estar "trabajando" y confiar "en un final feliz".
Estados Unidos dijo que se abrió "otra etapa" en el caso.
Los términos del acuerdo deben ser anunciados "en los próximos dos días", según la fundación libia y las familias.
Las enfermeras Kristiana Valtcheva, Nassia Nenova, Valia Cherveniaka, Valentina Siropulo y Snejana Dimitrova, así como el médico de origen palestino pero nacionalizado búlgaro Achraf Jumaa Hajuj, están encarcelados en Libia desde 1999.
Acusados de haber infectado con el virus del sida a 438 niños del hospital de Benghazi, la segunda ciudad de Libia, de los que 56 ya murieron, los seis claman su inocencia y sostienen que sus confesiones fueron obtenidas mediante tortura.
La Fundación Khadafi, una asociación presidida por Seif Al Islam Khadafi, hijo del líder libio, Muammar Khadafi, anunció el martes que las familias de los niños fallecidos o enfermos aceptaron unas compensaciones financieras del fondo especial creado en el 2005 por Trípoli y Sofía bajo el auspicio de la UE.
Según el ministro libio Chalgham, las compensaciones proceden de "ciertos países europeos y asociaciones caritativas y del Estado libio", por valor de "cientos de millones de dólares", indicó sin más precisiones.
"Lo único que nos importa es la salud de nuestros hijos", dijo Omar al Mesmari, padre de uno de los niños enfermos. "Si no aceptamos el acuerdo, los europeos impedirán que nuestros niños sean tratados allí", explicó este padre, que denunció "presiones".
Una vez que el compromiso quede ratificado, el asunto será tratado por el Consejo Superior de Instancias Judiciales, la máxima instancia judicial de Libia, que podría decidir conmutar las penas capitales en condenas carcelarias.
Ese Consejo se reunirá el lunes próximo, según el canciller libio, que recordó que "a esa instancia le corresponde anular o conmutar el veredicto pronunciado hoy (miércoles) por la Corte Suprema".
Las familias de las víctimas explicaron recientemente que renunciarían a exigir la pena de muerte a cambio de un acuerdo sobre indemnizaciones.
Los acusados podrían ser trasladados a continuación a Bulgaria para cumplir en ese país sus condenas, ya que entre Libia y Bulgaria existe un acuerdo de extradición.
En Sofía, el presidente Guéorgui Parvanov dijo que el veredicto de este miércoles "no sorprende" y que Bulgaria seguirá con sus "esfuerzos con los socios europeos e internacionales para alcanzar un acuerdo final".