martes, 16 de octubre de 2007

Aplican “castración química” a pedófilos en Brasil

Aplican “castración química” a pedófilos en Brasil
AFP
El tratamiento consiste en inyecciones mensuales de progesterona (hormona femenina) lo que disminuye la líbido, dificulta las erecciones y reduce la agresividad.
Sao Paulo. Una facultad privada de Medicina de la zona metropolitana de Sao Paulo realiza un tratamiento de "castración química" a pedófilos, informó el psiquiatra Danilo Baltieri al diario O Estado de Sao Paulo este martes. "O hago eso o ellos tendrán sexo con los niños", argumentó Baltieri, responsable del servicio e integrante del Consejo Penitenciario del Estado.
El tratamiento consiste en inyecciones mensuales de progesterona (hormona femenina) y se realiza sólo con el consentimiento de los pacientes en el centro Ambulatorio de Trastornos de la Sexualidad (ABCSex).
Creado en 2003, el centro atiende a cerca de 30 personas con diagnóstico de pedofilia, considerada como un trastorno psiquiátrico. La práctica comenzó tres meses atrás, dijo Baltieri, que no reveló cuántos pacientes se someten al tratamiento. Algunos de ellos responden a procesos de investigación policial en tanto que otros acuden al servicio por voluntad propia.
La progesterona inhibe la producción de testosterona (hormona sexual masculina), disminuye la líbido, dificulta las erecciones del paciente y reduce su agresividad. Los efectos secundarios pueden ser diabetes, pérdida de masa muscular y aumento de presión arterial.
El diario recordó que "recientemente la castración química, adoptada en algunos estados estadunidenses, fue defendida como pena para delitos sexuales por el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy".
"La cuestión no es de sanción, es de tratamiento", advirtió Baltieri, que rechaza el nombre de "castración" para la terapia porque "el término da a entender que se trata de una medida impuesta y con efectos permanentes".
El procedimiento fue criticado por abogados como Antonio Everton de Souza, del Consejo de Defensa de los Derechos de la Persona Humana. El tratamiento "es una violación, la persona no puede cometer algo contra ella misma", afirmó.
"No sirve desmerecer a una persona por la convicción de que va a violar. Es como el aborto. No vale que la persona conceda (la autorización) si está prohibido en el país", dijo. El profesor de Derecho Penal, Luiz Flavio Gomes, en tanto, comentó a O Estado que el tratamiento "es nazista, cruel y medieval".