Bofetada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación
La renuncia de la ex fiscal Alicia Pérez Duarte es histórica en México. Nuestros funcionarios son expertos en agachar la cabeza frente a toda ignominia con tal de no perder el salario y sobre ese pilar se erige un sistema absolutamente corrupto, ya sea en el ámbito del Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial.
La postura de Pérez Duarte hará más evidente la complicidad de los que miran para otro lado mientras esperan la siguiente quincena. Esa renuncia es una lección de dignidad muy necesaria. ¿Puede imaginarse peor bofetada (muy merecida) a los ministros preciosos que este gesto, efectuado el mismo día en que otro funcionario no menos amante del disimulo, Felipe Calderón, fue a la Corte a darles una palmada en la espalda, mientras hacían gala, una vez más, de cinismo discursivo, a guisa de informe?
Víctor Jiménez
La renuncia de la ex fiscal Alicia Pérez Duarte es histórica en México. Nuestros funcionarios son expertos en agachar la cabeza frente a toda ignominia con tal de no perder el salario y sobre ese pilar se erige un sistema absolutamente corrupto, ya sea en el ámbito del Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial.
La postura de Pérez Duarte hará más evidente la complicidad de los que miran para otro lado mientras esperan la siguiente quincena. Esa renuncia es una lección de dignidad muy necesaria. ¿Puede imaginarse peor bofetada (muy merecida) a los ministros preciosos que este gesto, efectuado el mismo día en que otro funcionario no menos amante del disimulo, Felipe Calderón, fue a la Corte a darles una palmada en la espalda, mientras hacían gala, una vez más, de cinismo discursivo, a guisa de informe?
Víctor Jiménez
