viernes, 11 de enero de 2008

Mueren 80 mil niños al año en AL y el Caribe por violencia familiar: Unicef

Aún no se logran las metas en el reconocimiento legal de los derechos de la infancia en América Latina y el Caribe, a pesar de los avances alcanzados para mejorar las condiciones de millones de niños y adolescentes en la región, señala la oficina del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en un balance sobre los logros alcanzados en 2007 y las metas para 2008.
Revela que entre los retos más urgentes están frenar la violencia y la explotación sexual y laboral infantil, ya que 80 mil menores mueren anualmente a causa de la violencia intrafamiliar, 2 millones sufren explotación sexual comercial y 6 millones abuso severo.
En un mensaje para evaluar los objetivos cumplidos, Nils Kastberg, director del Unicef en América Latina y el Caribe, advirtió que entre las tareas apremiantes destaca avanzar en la promoción de políticas para aumentar la educación y el empleo “decente” en los países de la región, “especialmente en favor de los jóvenes”.
Destacó la necesidad de invertir más recursos para financiar programas que fomenten el desarrollo integral de la población adolescente y, con ello, fortalecer su ingreso al mundo laboral con mejor preparación.
En cuanto al papel de los estados, afirmó que se deben redoblar esfuerzos para que los gobiernos traduzcan sus compromisos políticos en “mayor y más equitativa inversión social”, a lo que se suma que el Unicef “disemine mejor la información sobre políticas públicas que demuestren resultados positivos para la niñez en la zona”.
Otro de los objetivos –dijo– en que se deberá avanzar en 2008 es disminuir el racismo y poner en marcha acuerdos y plataformas incluyentes para reducir los niveles de discriminación presentes, principalmente hacia los pueblos indígenas y afrodescendientes.
Respecto a la salud materno-infantil, destacó que es necesario aumentar los recursos para apoyar el periodo de gestación y garantizar que “se cuente con mejores condiciones al nacer”, pero también alertó sobre la necesidad de continuar la lucha contra la mortalidad infantil.