sábado, 6 de agosto de 2011

Anuncia Censida “inflexibilidad” en auditorías y fiscalización de ONG

  • Rechaza José Antonio Izazola haber declarado que ONG han desviado recursos federales
  • Mario Alberto Reyes-enviado
    Al frente, José Antonio Izazola, director del Censida. Foto: Guillermo Montalvo Fuentes
    Villahermosa, Tab., julio 30 de 2011.
    El director del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida), José Antonio Izazola, anunció que en la auditoría y fiscalización que se realizan al desempeño de todas las organizaciones civiles con trabajo en VIH/sida que recibieron fondos federales en 2008 para la implementación de proyectos, no habrá “flexibilidad” en la aplicación de las normas fiscales, cuyos resultados se darán a conocer a finales de año.
    Entrevistado previo al acto de clausura del XII Congreso Nacional de Sida que se realizó en esta ciudad, el funcionario dijo que a su llegada al Censida ocurrida en 2009, encontró “numerosísimas” observaciones de la Auditoría Superior de la Federación y del Órgano de Control Interno de la Secretaría de Salud, en torno a los ejercicios fiscales de 2006, 2007 y 2008.
    “(Las observaciones) son de todo tipo, hay dos que tenemos que aclarar, pero lo que sí sé es que no vamos a dejar de revisar y auditar a todas las organizaciones, porque esa es nuestra obligación”.
    Izazola Licea rechazó haber declarado que las organizaciones civiles hayan desviado fondos federales y emplearlos en la compra de “vestidos con lentejuelas y canutillo”, y atribuyó a los reporteros haber malinterpretado sus palabras.
    “La declaración fue como te la estoy diciendo, me insistieron varias veces: ¿y cuánto dinero se perdió?, respuesta: no se perdió ningún dinero porque aplicamos la norma fiscal, por ejemplo, el comprobante de un gasto, tiene que ser válido para Hacienda, si se trata de un recibo de honorarios tiene que estar vigente, tiene que estar dado de alta para esas actividades, si es una factura tiene que ser válida ante Hacienda, si es un servicio de papelería no puede ser la factura de un hotel, si el proyecto decía tengo que imprimir folletos, no puede ser para un vestido, no importa si es buena idea, no está autorizado, para hacerlo tiene que haber una petición”.
    Indicó que gracias a una “revisión preventiva” se lograron recuperar 120 mil pesos de “un par de organizaciones”, y agregó que el monitoreo se deriva de que se trata de dinero público que debe ser auditado.
    El servidor público mencionó que desde su llegada al Censida el marco normativo se respeta de manera estricta. “Las organizaciones civiles nos decían: ¡Ay, es que siempre lo hemos comprobado así!, entonces les mostrábamos la norma para decirles cómo tenían qué hacerlo”.
    Añadió que las facturas presentadas por las organizaciones civiles deben ser válidas para la Secretaría de Hacienda, y que ahora no se les permite modificar presupuestos, hechos que motivaron un “diálogo intenso” puesto que estas no cumplían con el requisito, además de que 20 por ciento de las organizaciones tuvieron complicaciones “más serias” al no haberles aceptado algunas facturas. “No hubo desvío de recursos porque no las pagamos”.
    Subrayó el compromiso del Censida por cumplir la normatividad a través de la exigencia de la Clave Única de Inscripción al Registro (CLUNI) si es que los activistas quieren recursos federales, además de que deben tener un presupuesto autorizado, ejercerlo correctamente, y no modificarlo con argumentos como: “¡Ay, es que necesitaba una computadora!”.
    En medio de la polémica por su desempeño y llegada al frente del Censida, Izazola Licea dijo que las auditorías y fiscalización de las organizaciones civiles son “una medida preventiva”, y advirtió que si “sale algo más del periodo anterior que es 2006, 2007 y la parte primera de 2008 cuando yo no estuve, pues saldrá y tendrá que discutirse”.
    Ante la pregunta sobre si las y los activistas de lucha contra el sida deben temer a una “cacería de brujas”, el funcionario dijo desconocer si lo sean “lo que sí sé es que la norma se sigue y se ha seguido desde que llegamos a esta administración, aplicamos la norma al pie de la letra, no hay flexibilidad, las leyes y las normas se cumplen, no es que se cumplan con unas sí y con otras no, en esta gestión no sucede y por eso hay gente que se enoja”.
    Por último, dijo que no habrá excepciones, “no sé si sean brujas o no, pero si comprobaron bien no hay nada que temer”.