Alrededor de la mitad de las personas que contraen el VIH padecen de síntomas similares al de un resfriado entre las primeras dos y cuatro semanas de ser infectadas. Los síntomas incluyen fiebre, fatiga y erupciones cutáneas, dolor en las articulaciones, jaquecas y nódulos linfáticos inflamados. La gráfica a la derecha muestra el proceso de una infección típica del VIH a través del tiempo. El conteo de células CD4+ representa el número de células CD4+ por milímetro cúbico de sangre. Este número se reduce a medida que el virus progresa. Un sistema inmunológico saludable tiene entre 600 y 1.200 células por milímetro cúbico de sangre. Si se reduce a 200, se considera que el paciente tiene SIDA. La “carga viral” es el número de partículas de virus por mililitro de sangre. Inicialmente, llega a su apogeo a medida que el virus se reproduce rápidamente en el torrente sanguíneo. Algunas personas con VIH pueden vivir durante varios años sin desarrollar el SIDA, sintiéndose saludable y sin señales obvias del virus. Otras pueden padecer de síntomas como la pérdida de peso, fiebres y sudores, frecuentes infecciones fúngicas, erupciones cutáneas y pérdida de la memoria.
miércoles, 11 de julio de 2007
Etapas iniciales
Alrededor de la mitad de las personas que contraen el VIH padecen de síntomas similares al de un resfriado entre las primeras dos y cuatro semanas de ser infectadas. Los síntomas incluyen fiebre, fatiga y erupciones cutáneas, dolor en las articulaciones, jaquecas y nódulos linfáticos inflamados. La gráfica a la derecha muestra el proceso de una infección típica del VIH a través del tiempo. El conteo de células CD4+ representa el número de células CD4+ por milímetro cúbico de sangre. Este número se reduce a medida que el virus progresa. Un sistema inmunológico saludable tiene entre 600 y 1.200 células por milímetro cúbico de sangre. Si se reduce a 200, se considera que el paciente tiene SIDA. La “carga viral” es el número de partículas de virus por mililitro de sangre. Inicialmente, llega a su apogeo a medida que el virus se reproduce rápidamente en el torrente sanguíneo. Algunas personas con VIH pueden vivir durante varios años sin desarrollar el SIDA, sintiéndose saludable y sin señales obvias del virus. Otras pueden padecer de síntomas como la pérdida de peso, fiebres y sudores, frecuentes infecciones fúngicas, erupciones cutáneas y pérdida de la memoria.