lunes, 24 de septiembre de 2007

Denuncia acto de homofobia en antro

Anoche fui con Regina Orozco al bar Oasis –ubicado en República de Cuba, en el Centro Histórico–, alrededor de la una y media de la madrugada. Nos acompañaban Carlos Bieletto y Roberto Cabral.
Sufrimos en septiembre de 2007 nuevamente un acto de homofobia. Creerlo o no, así fue. Tenemos muchos testigos, incluso gente de prensa que cubría el recorrido. Llegamos después de un largo día de promoción del espectáculo Rosa mexicano, de mi representada para el Teatro de la Ciudad.
Entramos Regina y yo pensando que nos seguían nuestros amigos (producidos como drag queens). No era así, pues les impidieron el paso. De pronto, el señor de seguridad vino y jaló a Regina del brazo y le pidió que saliera del lugar. Le dijo que no podía estar ahí. Fue un shock para todos: “No permitimos vestidas aquí”, Como saben, la Orozo ha compartido y luchado durante años por los derechos de los homosexuales. A la primera provocación, y sin ella, con propios y extraños, Regina se manifiesta en favor de la comunidad LGBT. Obviamente, se exaltó e intentó hablar con el dueño o responsable. El susodicho dijo que por políticas de la empresa no permitían la entrada a vestidas, porque “son muy liosas”. Es inadmisible y, sobre todo, ilegal que un lugar para gays –que vive de nosotros– prohíba la entrada. Afortunadamente, el Distrito Federal cuenta con una la Ley de Establecimientos Mercantiles y a esa van a tener que responder los propietarios del antro. A esa norma nos acojeremos para que no vuelva a suceder ni ahí ni en ningún sitio. ¡No cesaremos por dignidad, por justicia...! Tengo la certeza de que cuento con la solidaridad de este diario, como siempre.
Leon Faure