Leonardo Bastida Aguilar
Las actividades en salud sexual y reproductiva con los jóvenes son una asignatura pendiente debido a que hay rezagos en la materia, señaló Mauricio Hernández Ávila, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud.
En vísperas del Día Nacional para la Prevención del Embarazo No Planificado en Adolescentes, que se conmemorará el próximo domingo 26 de septiembre, el funcionario público dijo que en México, 15.2 por ciento de las y los adolescentes de entre 15 y 19 años es sexualmente activo aunque la edad promedio de inicio de vida sexual es a los 19.6 años de edad.
Al respecto, Hernández Ávila indicó que sólo 38.5 por ciento aseguró haber utilizado algún método anticonceptivo durante su primera relación sexual. El condón masculino fue el predominante con 89.1 por ciento.
Sobre el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, el subsecretario citó datos de la Secretaría de Salud y refirió que sólo 48.3 por ciento de las y los adolescentes que acuden a solicitarlos salen con algún método anticonceptivo.
Añadió que sólo 46.7 por ciento de las mujeres y 55.4 por ciento de los hombres señalaron conocer métodos anticonceptivos de emergencia.
Sobre los embarazos, las cifras indicaron que 18.3 por ciento de los casos en México son de madres menores de 20 años, lo cual representa 482 mil 408 nacimientos al año. De éstos, entre 40 y 60 por ciento son no deseados.
Por su parte, Paloma Villagómez Ornelas, del Consejo Nacional para la Población aseveró que hace cuatro años en México uno de cada cinco embarazos era no planeado mientras que en 2009 cuatro de cada 10 tampoco lo son por lo que hay un estancamiento en el tema que es visible en el uso de métodos anticonceptivos debido a que en 1976 tres de cada 10 mujeres utilizaban alguno, en 1992, seis de cada 10, y en 2009 siete de cada 10 por lo que no se ha logrado avanzar en los últimos 15 años.
Sobre los pendientes, los funcionarios indicaron que se debe trabajar en el ámbito educativo, el acceso a servicios de salud amigables para adolescentes, reivindicar los derechos sexuales y reproductivos, elaborar más campañas en medios masivos de comunicación y verificar que los contenidos de educación sexual no sean sesgados por los docentes.
Finalmente, Celita Alamilla del Instituto Nacional de las Mujeres indicó que el problema se debe abordar desde una perspectiva de género para erradicar el estigma que rodea a las adolescentes embarazadas y se salvaguarden sus derechos humanos.
