miércoles, 23 de noviembre de 2011

EDITORIAL. Presupuesto, galimatías que se enreda más al final del sexenio*

  • Editorial
  • México DF, noviembre 10 de 2011.
    Cada año, la repartición de los recursos del presupuesto federal es un galimatías que se enreda aún más al final del sexenio. Con las elecciones en puerta, las prioridades del gobierno obedecen más a intereses políticos que a las necesidades sociales. Todos aquellos programas que no se consideran redituables en términos electorales pasan a segundo plano.
    Es el caso de programas de salud, como el del control de la epidemia de VIH, o de los programas destinados a equilibrar las desigualdades sociales, como los destinados a paliar las desventajas de las mujeres.
    La propuesta de Presupuesto Federal 2012 no sólo no propone incrementos en estos rubros sino que en términos reales significa reducciones a las partidas señaladas, como si los problemas que se intentan resolver también se hubieran reducido, lo que no es el caso. Las infecciones por VIH no han disminuido, la mortalidad por sida no se ha abatido grandemente, los índices de violencia hacia las mujeres están a la alza y las tasas de mortalidad materna tampoco se han abatido, por citar sólo algunos casos.
    No se pueden cumplir metas comprometidas ni enfrentar problemas sociales crecientes con presupuestos reducidos o, en el mejor de los casos, inmodificados. Sólo la sensibilidad de las y los legisladores, como ha ocurrido en otros años, puede enderezar la agenda de prioridades del Ejecutivo federal. De lo contrario, lo que nos espera es la simulación y la retórica declarativa de funcionarios públicos a la hora de entregar cuentas.
    *Publicado en el número 184 del Suplemento Letra S del periódico La Jornada el jueves 3 de noviembre de 2011