miércoles, 21 de diciembre de 2011

Error, minimizar número de muertos en la lucha antinarco: especialista

La cifra sobre delincuentes muertos dada a conocer el lunes por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) muestra la inconsistencia del gobierno federal para manejar datos verídicos que informen sobre la realidad del país, manifestó René Jiménez Ornelas, coordinador de la Unidad de Análisis sobre Violencia Social del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Subrayó que matizar los números por la estrategia contra el crimen organizado limita la transparencia que se debe a la ciudadanía. Inclusive, recordó que la UNAM –en su propuesta en materia de seguridad, entregada hace unos meses a autoridades de los tres órdenes de gobierno– señaló la necesidad de contar con un registro de víctimas.

El discurso de las autoridades federales es ocultar y desaparecer datos, pero la realidad dice otra cosa. Es un gran error minimizar las muertes y olvidar a desaparecidos, agredidos y víctimas indirectas. Sólo reconociendo los números totales se podrán comenzar tácticas para transformar la crisis de violencia que enfrentamos.

Para el especialista, las 2 mil 268 personas vinculadas con bandas del crimen organizado que han fallecido en enfrentamientos con las fuerzas armadas en lo que va del sexenio, como reveló el vocero de la Sedena, general Ricardo Trevilla Trejo, es una forma del manejo que este gobierno da a la información y de la falta de transparencia en que incurre, pues los datos reales son mucho mayores, pues se habla de casi 60 mil muertos.

Agregó que minimizar es una percepción limitada de lo que en realidad sucede en el país, pues la estrategia contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón también ha dejado miles de ejecutados y desaparecidos, personas a quienes se han vulnerado sus garantías. También hay víctimas indirectas.

“Esta estrategia involucra estrategias militares impulsadas por Estados Unidos que se han aplicado en países como Afganistán o Colombia, y el manejo de las cifras trata de oscurecer lo que en realidad pasa: ejecutados y desaparecidos, que para ellos no cuentan. En la situación que hoy vivimos lo fundamental es la información, saber quién es víctima y quiénes son sus familiares, con el propósito de resarcir el daño que se está haciendo a la población mexicana.