viernes, 8 de agosto de 2008

Indígenas del continente americano, “altamente vulnerables” al VIH/sida


Las comunidades indígenas del continente americano son altamente vulnerables a la epidemia del VIH/sida, ya que los gobiernos de la región no han creado políticas específicamente dirigidas a esos pueblos, además de que, debido al desconocimiento que tienen de la epidemia, hasta las propias familias excluyen y discriminan a un indígena seropositivo.
Durante una sesión en torno a la situación actual de la enfermedad en estos pueblos, efectuada en la Aldea Global de la 17 Conferencia Internacional sobre VIH-sida, representantes de comunidades nativas de México, Canadá, Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y otras naciones americanas resaltaron la importancia de que los gobiernos de la región incorporen a sus pueblos a las políticas de salud, incluida la referente al VIH-sida.
Felina Santiago, zapoteca muxe (varones trasvestidos que asumen roles femeninos en su comunidad) y activista pro derechos sexuales, afirmó que la migración es una de las principales razones por las que la pandemia ha llegado a los pueblos originarios.
“Este fenómeno representa un riesgo, ya que muchos de nuestros hermanos se contagiaron en Estados Unidos y retornaron a sus comunidades sin saber que eran seropositivos”, dijo.
Indicó que otra de las preocupaciones es que en los países americanos, en especial en México, no existen cifras oficiales sobre cuántos indígenas viven con el virus, lo que provoca que no haya control y la pandemia pueda extenderse.
Resaltó que en México las campañas de la Secretaría de Salud para prevenir y atender la enfermedad no funcionan en estas comunidades. “Llegan a repartirnos trípticos en español, pero en la mayoría de los pueblos indígenas no se habla el español, sino nuestras lenguas madre.”
Santiago afirmó que ante el desconocimiento de sus derechos, los indígenas seropositivos no saben que tienen derecho a recibir de manera gratuita medicamentos contra el VIH en los centros de salud, que tienen derecho a una vida digna y sana, así como al ejercicio de una “sexualidad responsable”.
Agregó que un problema al que se enfrentan los activistas por los derechos sexuales es que “debido a la ignorancia en estos temas, los mismos pobladores ven mal a una persona seropositiva, existe mucha homofobia y tachan de puto a puta a quienes promueven el uso del condón”.
Durante la sesión, se insistió en que los ministerios de salud de los países americanos no han sido capaces de establecer políticas públicas encaminadas a la prevención del VIH/sida en los pueblos indígenas, a fin de que éstos lo conozcan y “aprendan a no discriminar y excluir” a sus propios pobladores.