jueves, 26 de agosto de 2010

[mmsc] Reflexiones de Fidel Castro: La opinión de un experto‏

(tomado de Juventud Rebelde, jueves, 26 de agosto de 2010:
http://www.juventudrebelde.cu/especiales/fidel-castro/reflexiones/2010-08-26/la-opinion-de-un-experto/


Reflexiones de Fidel Castro:

La opinión de un experto

(El líder de la Revolución cubana comenta el artículo «El punto tras
el que no hay vuelta atrás», donde el periodista
norteamericano-israelí Jeffrey Goldberg ofrece elementos acerca de la
posibilidad de un golpe israelí contra Irán)


Si me preguntaran quién es el más conocedor del pensamiento israelita,
respondería sin vacilar que es Jeffrey Goldberg. Incansable
periodista, capaz de reunirse decenas de veces para indagar sobre el
pensamiento de un líder o un intelectual israelita.

No es neutral, desde luego, es pro israelita sin vacilación alguna.
Cuando alguno de ellos no está de acuerdo con la política de ese país
tampoco lo es en término medio.

Para mi objetivo, lo que interesa es conocer el pensamiento que guía a
los principales líderes políticos y militares de ese Estado.

Me siento con autoridad para opinar, porque nunca fui antijudío y
comparto con él, un profundo odio al nazifascismo y el genocidio
cometido con niños, mujeres y hombres, jóvenes o ancianos judíos
contra los que Hitler, la Gestapo y los nazis, saciaron su odio contra
ese pueblo.

Por la misma causa, aborrezco los crímenes del gobierno fascista de
Netanyahu, que asesina niños, mujeres y hombres, jóvenes y ancianos en
la franja de Gaza y en Cisjordania.

En su ilustrado artículo “El punto tras el que no hay vuelta atrás”,
que se publicará en la revista The Atlantic, en septiembre de 2010, ya
conocido a través de Internet, Jeffrey Goldberg inicia su trabajo de
más de 40 páginas del cual extraigo las ideas esenciales para
conocimiento de los lectores.

“Es posible que en algún momento durante los próximos doce meses la
imposición de sanciones económicas devastadoras contra la República
Islámica de Irán convenza a sus líderes para que abandonen los
esfuerzos por obtener armas nucleares. […] Es posible asimismo que las
‘operaciones de frustración’ llevadas a cabo por los organismos de
inteligencia de Israel, los Estados Unidos, Gran Bretaña y otras
potencias occidentales […] lleguen a desacelerar en alguna medida
considerable el avance de Irán. También puede que el Presidente Obama,
quien ha declarado en bastantes ocasiones que considera la perspectiva
de un Irán nuclear como algo ‘inaceptable’, ordene un golpe militar
contra las principales instalaciones de armamentos y enriquecimiento
de uranio del país.”

“Al analizar la plausibilidad y las posibles consecuencias de un golpe
israelí contra Irán, no me dedico a un ejercicio mental ni a un juego
de guerra de un hombre. Israel ya ha atacado y destruido con éxito en
dos ocasiones el programa nuclear de un enemigo. En 1981, los aviones
de guerra israelíes bombardearon el reactor iraquí en Osirak y
detuvieron (para siempre, según resultó) las ambiciones nucleares de
Sadam Hussein; y en 2007 los aviones israelíes destruyeron un reactor
de fabricación norcoreana en Siria. Por lo tanto, un ataque contra
Irán sería sin precedentes sólo en cuanto al alcance y la complejidad.”

“Por más de siete años he estado estudiando la posibilidad de que al
final se produzca ese golpe […] En los meses transcurridos desde
entonces (marzo de 2009), he entrevistado a alrededor de 40 decisores
israelíes actuales y anteriores sobre un golpe militar, así como a
muchos funcionarios estadounidenses y árabes. En la mayoría de estas
entrevistas he formulado una pregunta sencilla: ¿Cuáles son las
posibilidades porcentuales de que Israel ataque el programa nuclear
iraní en el futuro cercano? No todos respondieron esta pregunta, pero
hubo un consenso de que hay posibilidades por encima del 50% de que
Israel lanzará un ataque en julio próximo. […] puse a prueba el
consenso hablando con muchas fuentes tanto dentro como fuera del
gobierno y pertenecientes a distintos partidos políticos. Tras
mencionar la sensibilidad extraordinaria del tema, muchos hablaron
sólo a regañadientes y con la condición de que no se revelaran sus nombres […]

El razonamiento dado por los decisores israelíes no fue complicado:
Irán, cuando más, necesita entre uno y tres años para lograr una
capacidad nuclear real. […] Y el elemento más esencial de la doctrina
de seguridad nacional israelí, un principio que data del decenio de
1960 […] es que no se debe permitir a ningún adversario regional
alcanzar la paridad nuclear con el estado judío renacido y aún asediado.”

“En nuestra conversación antes de su toma de posesión, Netanyahu no
abordó el tema en términos de la paridad nuclear […] Por el contrario,
definió el programa iraní como una amenaza no sólo para Israel sino
para toda la civilización occidental.”

“‘…Cuando el creyente de ojos desorbitados se hace de las riendas del
poder y las armas de muerte masiva, entonces el mundo debe empezar a
preocuparse y eso es lo que está sucediendo en Irán’.”

“En nuestra conversación, Netanyahu se negó a analizar su cronograma
para la acción, ni siquiera si pensaba en la acción militar preventiva
contra el programa nuclear iraní. […] La convicción de Netanyahu es
que Irán no es sólo el problema de Israel sino que es el problema del
mundo, y el mundo, encabezado por los Estados Unidos, tiene el deber
de enfrentarlo. Pero Netanyahu no tiene mucha fe en las sanciones, no
en las sanciones relativamente débiles contra Irán aprobadas
recientemente por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ni en
las más fuertes impuestas por los Estados Unidos y sus aliados europeos.”

“Pero, según mis conversaciones con los decisores israelíes, este
período de paciencia, durante el que Netanyahu espera para ver si los
métodos no militares de Occidente pueden detener a Irán, terminará
este diciembre.”

“El gobierno de Netanyahu ya intensifica sus esfuerzos analíticos no
sólo con respecto a Irán, sino en lo tocante a un tema que a muchos
israelíes les resulta difícil comprender: el Presidente Obama. Los
israelíes se esmeran en responder lo que constituye la pregunta más
acuciante para ellos: ¿Existen cualesquiera circunstancias en las que
el Presidente Obama desplegaría la fuerza para impedir que Irán
adquiriera una capacidad nuclear? Todo depende de la respuesta.”

“Irán exige la atención urgente de toda la comunidad internacional, y
la de los Estados Unidos en particular, debido a su habilidad sin
igual para proyectar la fuerza militar. Esta es también la posición de
muchos líderes árabes moderados. Hace unas semanas, en declaraciones
inusualmente directas el embajador de los Emiratos Árabes Unidos ante
los Estados Unidos Yousef al-Otaiba me dijo […] que su país apoyaría
un golpe militar contra las instalaciones nucleares de Irán […] ‘Los
países pequeños, ricos y vulnerables de la región no quieren ser los
que provoquen al gran bravucón si nadie va a venir a apoyarlos’.”

“Varios líderes árabes han dicho que la posición de los Estados Unidos
en el Medio Oriente depende de su disposición de enfrentar a Irán.
Explican, pensando en sus intereses, que un ataque aéreo contra un
puñado de instalaciones iraníes no sería tan complicado ni
problemático como, digamos, invadir Irak. ‘Esto no es un debate sobre
la invasión a Irán’, me dijo un ministro de relaciones exteriores
árabe. ‘Esperamos la realización de golpes específicos contra varias
instalaciones peligrosas. Los Estados Unidos podrían hacer esto con
mucha facilidad’.”

“Barack Obama ha dicho en incontables ocasiones que un Irán nuclear le
resultaría ‘inaceptable’. […] ‘Un Irán nuclear sería una situación que
cambiaría el juego, no sólo en el Medio Oriente sino en todo el mundo.
Pienso que cualquier cosa que quedara de nuestro marco de no
proliferación nuclear comenzaría a desintegrarse. Habría países en el
Medio Oriente que verían la posible necesidad de obtener armas
nucleares también’.”

“Pero los israelíes tienen dudas de que un hombre que se situó como la
antítesis de George W. Bush, el autor de las invasiones tanto de
Afganistán como Irak, lanzaría un ataque preventivo contra una nación
musulmana.”

“‘Todos escuchamos su discurso en El Cairo’, me dijo un alto
funcionario israelí refiriéndose al discurso de junio de 2009 donde
Obama trató de redefinir las relaciones con los musulmanes recalcando
el espíritu de cooperación y el respeto de los Estados Unidos hacia el
Islam. ‘No creemos que sea el tipo de persona que lanzaría un golpe
osado contra Irán. Tememos que seguiría una política de contención
hacia un Irán nuclear en vez de atacarlo’.”

“El funcionario israelí me dijo que ‘lo de Bush ocurrió hace dos años,
pero el programa iraní era el mismo y la intención era la misma. Así
que, personalmente, no espero que Obama sea más Bush que Bush’.”

“Si los israelíes llegan a la conclusión definitiva de que Obama bajo
ninguna circunstancia lanzará un golpe contra Irán entonces comenzará
la cuenta regresiva hacia un ataque unilateral israelí.”

“Los funcionarios de inteligencia israelíes consideran que un golpe
contra Irán podría provocar una represalia total por parte del
partidario de Irán en el Líbano, Hezbollah, el cual según la mayoría
de las estimaciones de inteligencia posee ahora hasta 45 000 cohetes
(no menos de tres veces los que tenía en el verano de 2006, durante la
última serie de enfrentamientos entre el grupo e Israel).”

“…Netanyahu no es el único que comprende este reto; varios primeros
ministros anteriores a él abordaron la amenaza de Irán en términos
existenciales similares. […] Michael Oren, el embajador de Israel ante
los Estados Unidos me dijo que ‘él tiene un sentido profundo de su
papel en la historia judía’.”

A continuación Jeffrey Goldberg emplea varias páginas relatando la
historia del padre de Netanyahu, Ben-Sión a quien considera el
historiador más destacado del mundo sobre la inquisición española y
otros destacados méritos, que recién cumplió 100 años de edad.

“Benjamín Netanyahu no es conocido en la mayoría de los círculos por
su flexibilidad en cuanto a los asuntos relacionados con los
palestinos, si bien últimamente ha estado tratando de satisfacer
algunas de las exigencias de Barack Obama de que haga avanzar el
proceso de paz.”

Concluida esta parte de su artículo, Goldberg prosigue al análisis de
la compleja situación. En ocasiones es bastante duro analizando un
comentario del ex presidente iraní Hashemi-Rafsanjani en el año 2001,
en el que ciertamente éste habla de una bomba que destruiría a Israel;
una amenaza que fue criticada incluso por fuerzas de izquierda que son
enemigos de Netanyahu.

“Los desafíos que representa un Irán con capacidad nuclear son más
sutiles que la propia posibilidad de un ataque directo, me comentó
Netanyahu. […] ‘los actores agresivos dentro de Irán podrían disparar
cohetes y participar en otras actividades terroristas a la vez que
tendrían cobertura para el uso del material nuclear. […] En lugar de
ser un suceso local, independientemente de lo doloroso que pueda ser,
esto se convertiría también en un acontecimiento de carácter mundial.
En segundo lugar, este acontecimiento envalentonaría a los activistas
islámicos en todos los confines, en muchos continentes, que creerían
que esto es una señal providencial, que este fanatismo conduce al
camino supremo del triunfo’.”

“‘Se provocaría un gran cambio radical en la balanza de poder en
nuestra zona’, añadió.”

“Otros dirigentes israelíes consideran que el solo hecho de la amenaza
de un ataque nuclear por parte de Irán, combinado con las amenazas
crónicas que viven las ciudades israelíes hechas por las fuerzas
coheteriles de Hamas y el Hezbollah, socavará gradualmente la
capacidad del país de proteger a sus ciudadanos más creativos y
productivos. […] ‘La verdadera prueba que tenemos es lograr que Israel
sea ese lugar tan atractivo, ese lugar de vanguardia en las esferas de
la sociedad humana, la educación, la cultura, la ciencia, la calidad
de vida, al cual incluso los jóvenes judíos que viven en los Estados
Unidos quieran venir’.”

“Según varias encuestas, el patriotismo es un sentimiento que se lleva
muy en alto en Israel, y me parece poco probable que el temor a Irán
obligue a los judíos de Israel a buscar refugio en otro sitio. No
obstante, uno de los principales promotores de un ataque israelí
contra las instalaciones nucleares iraníes, Ephraim Sneh, otrora
general y ex viceministro de defensa, está convencido de que si Irán
cruzara el umbral nuclear, la propia idea de Israel se vería en
peligro. ‘Estas personas son ciudadanos buenos y valientes, pero la
dinámica de la vida es tal que si alguien tiene una beca para estudiar
en una universidad de los Estados Unidos durante dos años y la
universidad le ofrece permanecer un tercer año, los padres le dirán:
no hay problemas, quédate,’ me comentó Sneh cuando me reuní con él no
hace tanto tiempo en su oficina fuera de Tel Aviv. ‘Si alguien termina
un doctorado y le ofrecen una plaza en los Estados Unidos, esa persona
pudiera quedarse. Eso no quiere decir que la gente saldrá corriendo
para el aeropuerto […] Lo importante es que tendremos un robo
acelerado de cerebros, y un Israel que no se fundamente en el
emprendimiento, que no se base en la excelencia, no será el Israel de hoy’.”

“UN LUNES POR LA NOCHE a principios del verano, me senté en la oficina
del decididamente detractor de los goyim, Rahm Emanuel, jefe de
despacho de la Casa Blanca, y escuché a varios funcionarios del
Consejo de Seguridad Nacional reunidos en su mesa de conferencias
explicar —en muchísimas palabras— por qué el Estado judío debe confiar
en el presidente no judío de los Estados Unidos para que estos eviten
que Irán cruce el umbral nuclear.”

“Una de las personas sentadas a la mesa, Ben Rhodes, asesor adjunto de
seguridad nacional quien participó como autor principal del reciente
material ‘Estrategia de seguridad nacional para los Estados Unidos’
así como en la preparación del discurso conciliatorio del Presidente
en El Cairo, indicó que el programa nuclear de Irán constituía una
amenaza clara para la seguridad estadounidense y que el gobierno de
Obama responde a las amenazas a la seguridad nacional de la misma
forma en que han respondido otras administraciones. ‘Estamos
coordinando una estrategia multifacética para elevar la presión contra
Irán, pero eso no significa que hayamos retirado alguna de las cartas
de la mesa de discusión’, afirmó Rhodes. ‘Este presidente ha
demostrado una y otra vez que cuando él considera que es necesario
utilizar la fuerza para proteger los intereses estadounidenses de
seguridad nacional, él lo ha hecho. No vamos a utilizar frases
hipotéticas sobre cuándo utilizaríamos la fuerza militar o si vamos a
usarla, pero sí hemos dejado bien claro que no hemos eliminado la
opción del uso de la fuerza para ninguna situación en la que se afecte
nuestra seguridad nacional’.”

“…Emanuel, cuyo estado de ánimo por defecto es exasperado. […] (Un ex
funcionario de la administración Bush me dijo que su presidente
enfrentó el problema contrario, atascado en dos guerras y creyendo que
Irán no estaba tan cerca de cruzar el umbral nuclear, se opuso al
empleo de la fuerza contra el programa de Irán y dejó bien claro su
punto de vista, ‘pero nadie le creyó’).”

“En un momento, expresé la idea de que debido a razones sumamente
obvias, pocas personas creían que Barack Obama abriría un tercer
frente en el gran Oriente Medio. Uno de los funcionarios respondió
acaloradamente: ‘¿Qué hemos hecho que te permita llegar a la
conclusión de que pensamos que un Irán con capacidad nuclear sería una
situación tolerable para nosotros?’”

“Los funcionarios de la administración de Obama, en particular los del
Pentágono, han señalado en varias ocasiones que no están conformes con
la posibilidad de preferir un ataque militar. En abril, la
subsecretaria de defensa para temas de política, Michele Flournoy,
dijo a los periodistas que el uso de la fuerza militar contra Irán
estaba ‘fuera de la mesa de negociaciones en un futuro cercano’. Ella
se retractó después, pero el Almirante Michael Mullen, jefe del Estado
Mayor General Conjunto, ha criticado también la idea de atacar a Irán.
[…] ‘En una región que es tan inestable en estos momentos, ya no
necesitamos más inestabilidad’.”

“…bajo ninguna circunstancia el presidente ha descartado la idea de
evitar la proliferación mediante el uso de la fuerza. […] Gary Samore,
funcionario del Consejo de Seguridad Nacional que supervisa el
programa de la administración contra la proliferación, me dijo que los
israelíes están de acuerdo con las evaluaciones estadounidenses de que
el programa iraní de enriquecimiento de uranio está plagado de problemas.”

“‘…podemos determinar, teniendo en cuenta los informes del OIEA, que a
los iraníes no les va bien’, expresó Samore. En particular, las
máquinas centrífugas que están operando se basan en el uso de una
tecnología inferior. Están enfrentando dificultades técnicas, en parte
por la labor que hemos desplegado para negarles el acceso a los
componentes extranjeros. Cuando ellos hacen las piezas, fabrican
piezas que no son sometidas a ningún tipo de control de la calidad’.”

“Dennis Ross, ex negociador de paz en el Oriente Medio, quien se
desempeña en la actualidad como funcionario de alto rango dentro del
Consejo de Seguridad Nacional, afirmó durante la reunión que él cree
que los israelíes entiendan ahora que las medidas instigadas por los
Estados Unidos han desacelerado el avance de Irán y que la
administración está trabajando para convencer a los israelíes —y a
otras partes en la región— de que la estrategia de sanciones ‘tiene
posibilidades de funcionar’.”

‘“El presidente ha dicho que él no ha retirado ninguna carta de la
mesa de discusión, pero veamos por qué nosotros pensamos que esta
estrategia podría funcionar’. […] El pasado mes de junio —como no
habían respondido a nuestro llamado bilateral— el presidente dijo que
tomaríamos medidas en septiembre.”

“Ross […] las sanciones que enfrenta Irán en la actualidad pudieran
modificar la forma de pensar del régimen. ‘Las sanciones van a
trascender. Están teniendo lugar en un momento en que los iraníes
están teniendo una mala administración: los iraníes tendrán que
recortar los subsidios [para los alimentos y el combustible]; ya están
enfrentando la enajenación del pueblo; tienen división dentro de la
élite y entre la élite y el resto del país…’”

“Una pregunta que al parecer ningún funcionario de la administración
desea contestar es la siguiente: ¿qué harán los Estados Unidos si
fracasan las sanciones? Varios funcionarios árabes se quejaron conmigo
porque la administración de Obama no les ha comunicado cuáles son sus
intenciones, ni siquiera de manera general.”

“‘A los electores de Obama les gusta saber que la administración haya
demostrado que no desea iniciar una pelea con Irán, pero ese no es
asunto de política interna’, expresó dicho canciller. ‘Irán se
mantendrá en ese camino temerario a menos que la administración
comience a hablar de forma no razonable. La mejor forma de evitar un
ataque contra Irán es haciendo creer a Irán que los Estados Unidos
están a punto de atacarlos. Tenemos que conocer cuáles son las
intenciones del presidente en este asunto. Somos sus aliados’. De
acuerdo con dos fuentes dentro de la administración, este asunto
provocó tensiones entre el Presidente Obama y el recientemente
depuesto director de inteligencia nacional, Almirante Dennis Blair.
Según estas fuentes, Blair, quien se decía hizo mucho hincapié en la
amenaza que representa Irán, le dijo al presidente que los aliados
árabes de los Estados Unidos necesitaban más palabras
tranquilizadoras. Se dice que a Obama no le gustó el consejo.”

“En Israel, por supuesto, a los funcionarios les cuesta mucho trabajo
entender al Presidente Obama, a pesar de las palabras tranquilizadoras
que han recibido de Emanuel, de Ross, y de otros.”

“Hace poco tiempo, el jefe de la inteligencia militar israelí, Mayor
General Amos Yadlin, hizo una visita secreta a Chicago para reunirse
con Lester Crown, el multimillonario cuya familia es dueña de una
parte importante de General Dynamics, un contratista militar. Crown
[…] ‘Comparto con los israelíes el sentimiento de que con toda
seguridad nosotros contamos con la capacidad militar y que tenemos que
tener la voluntad de utilizarla. El ascenso de Irán no es algo que le
convenga para nada a los Estados Unidos’.”

“‘Apoyo al presidente’, dijo Crown, ‘pero me gustaría que [los
funcionarios de la administración] fueran un poco más extrovertidos a
la hora de hablar. Me sentiría más cómodo si supiera que ellos tienen
la disposición de usar la fuerza militar, como último recurso. No se
puede amenazar a alguien haciéndole creer un engaño. Tiene que haber
disposición para hacerlo’.”

“Varios funcionarios incluso me preguntaron si yo consideraba que
Obama era antisemita. Les respondí esta pregunta utilizando una cita
de Abner Mikva, otrora Congresista, juez federal y mentor de Obama,
quien afirmó en 2008: ‘Pienso que cuando todo esto termine, la gente
dirá que Barack Obama fue el primer presidente judío’. Les expliqué
que Obama estaba muy empapado con la obra de escritores, académicos
legales y pensadores judíos y que una gran cantidad de sus amigos,
partidarios y asesores era judíos. Sin embargo, el filosemitismo no es
necesariamente lo mismo que estar de acuerdo con el Partido Likud de
Netanyahu; por cierto, no es lo mismo tampoco entre los judíos que
viven en los Estados Unidos que —al igual que el presidente por el que
votaron en cantidades abrumadoras— apoyan, por lo general, la solución
de la existencia de dos Estados y tienen sus reservas en cuanto a los
asentamientos judíos en la Ribera Occidental.”

“Rahm Emanuel indicó que la administración estaba intentando enhebrar
una aguja: brindando un apoyo ‘inquebrantable’ a Israel; protegiéndolo
de las consecuencias de una bomba nuclear iraní; pero presionándolo
para que busque una fórmula conciliatoria con los palestinos. […] los
últimos seis primeros ministros de Israel, incluido Netanyahu que —en
su primer período electoral a finales del decenio de 1990, para
disgusto de su padre— buscó una fórmula conciliatoria con los
palestinos, para defender su caso. ‘Rabin, Peres, Netanyahu, Barak,
Sharon, Olmert —cada uno de ellos buscó algún tipo de solución
negociada que fuera conveniente para Israel desde el punto de vista
estratégico’, apuntó. Ha habido muchas otras amenazas mientras los
sucesivos gobiernos de Israel han intentado seguir un proceso de paz.”

“…Israel debe analizar cuidadosamente si un golpe militar valdría la
pena por el gran problema que ello desataría. ‘No estoy seguro por el
momento en que están, cualquiera que sea el momento,
independientemente de lo que hagan, ellos no pararían’ el programa
nuclear, añadió. ‘Ellos solo lo pospondrían’.”

“Fue entonces cuando me di cuenta que, en algunos temas, los israelíes
y los estadounidenses no estaban hablando el mismo idioma.”

“EN MIS CONVERSACIONES con ex generales de la fuerza aérea y
estrategas israelíes, prevaleció un tono moderado. Muchas de las
personas que entrevisté estuvieron dispuestas, en condición de
anonimato, a decir por qué sería difícil para Israel atacar las
instalaciones nucleares iraníes. Algunos generales israelíes, al
igual que sus colegas estadounidenses, cuestionaban la propia idea de
emprender un ataque. ‘Emplearíamos mejor nuestro tiempo si nos
dedicamos a hacer cabildeo con Barack Obama para que él lo haga, en
lugar de intentar hacerlo nosotros’, afirmó un general. ‘Somos muy
buenos en este tipo de operaciones, pero es un paso muy grande para
nosotros. Sin embargo, los estadounidenses pueden hacer esto con un
mínimo de dificultades. Es demasiado para nosotros’.”

“Estos aviones tendrían que regresar a su país con rapidez, en parte
porque la inteligencia israelí considera que Irán le ordenaría de
inmediato al Hezbollah que lance los cohetes contra ciudades
israelíes, y se necesitarían los recursos de la fuerza aérea israelí
para perseguir los grupos de cohetes del Hezbollah.”

“…en caso de un ataque unilateral israelí contra Irán, su misión sería
combatir contra las fuerzas coheteriles del Hezbollah. […] mantener en
reserva ahora al Hezbollah hasta que Irán pueda cruzar el umbral nuclear.”

“…Hezbollah ‘perdió a muchos de sus hombres. […] Esa es una de las
razones por las que hemos tenido cuatro años de tranquilidad. Lo que
ha cambiado durante los últimos cuatro años es que el Hezbollah ha
aumentado su capacidad coheteril, pero nosotros hemos elevado también
nuestra capacidad’. En relación con un posible ataque israelí contra
Irán, Eisenkot terminó diciendo: ‘Nuestra disposición combativa
significa que Israel tiene libertad de acción’.”

“Los Estados Unidos se verían también como cómplices de un ataque
israelí, aún cuando estos no hubieran sido advertidos con antelación.
La hipótesis —que no siempre es correcta— de que Israel sólo actúa con
la aprobación de los Estados Unidos es un punto de vista habitual en
el Oriente Medio, que los israelíes dicen que están teniendo en cuenta
ahora. Conversé con varios funcionarios israelíes que están debatiendo
esta interrogante, entre otras: ¿Qué pasa si los servicios de
inteligencia estadounidense se enteran de las intenciones israelíes
unas horas antes del inicio programado de un ataque? ‘Es una pesadilla
para nosotros’, me informó uno de estos funcionarios. Qué pasa si el
Presidente Obama llama a Bibi y le dice: ‘sabemos lo que están
haciendo. Paren eso inmediatamente’ ¿Acaso paramos? Pudiera ser que
tengamos que parar. Se ha tomado la decisión de no mentirles a los
estadounidenses sobre nuestros planes. No queremos informarles de
antemano. Es por el propio bien de ellos y por nuestro bien. Entonces,
¿qué hacemos? Estas son las preguntas difíciles.”

“‘Muchos israelíes piensan que los iraníes están construyendo un
Auschwitz. Tenemos que hacerles saber que hemos destruido ese
Auschwitz, o tenemos que hacerles saber que lo intentamos, pero fracasamos’.”

“Por supuesto, hay dirigentes israelíes que piensan que un ataque
contra Irán es demasiado arriesgado. […] ‘No queremos que los
políticos nos coloquen en una posición difícil debido a la palabra
Shoah’, dijo un general.”

“Después de haber observado, más de una decena de veces diferentes en
más de una decena de oficinas diferentes, la fotografía de los aviones
de la fuerza aérea israelí sobrevolando Auschwitz, fue que pude
entender la contradicción que ello encerraba. Si los físicos judíos
que crearon el arsenal nuclear israelí hubieran podido hacer un viaje
en tiempo y espacio y enviar un escuadrón de cazabombarderos en 1942…”

“Benjamín Netanyahu considera, por razones de seguridad nacional, que
si las sanciones fracasan, él se verá obligado a tomar medidas. Sin
embargo, un ataque israelí contra las instalaciones nucleares iraníes
—sea exitoso o no— puede hacer que Irán redoble sus esfuerzos —esta
vez contando con la solidaridad internacional— para desarrollar un
arsenal nuclear. Ello pudiera provocar también el caos para los
Estados Unidos en el Oriente Medio. […] Peres considera el programa
nuclear iraní como algo potencialmente catastrófico. […] Cuando le
pregunté si él creía en la opción militar, me dijo: ‘¿Por qué yo debo
declarar algo como eso?’.”

“Sobre la base de meses de entrevistas, he llegado a creer que la
administración sabe que casi seguro que Israel pronto emprenderá
acciones contra Irán si nada o nadie más detiene su programa nuclear
[…] A principios de este año, yo estaba de acuerdo con muchos
israelíes, árabes —e iraníes— que creían que no había posibilidades de
que Obama recurriera al uso de la fuerza para detener a Irán: aún no
creo que haya muchas posibilidades de que él recurra a las acciones
militares en el futuro inmediato; por una sola razón: el Pentágono se
ha mostrado particularmente poco entusiasta en torno a esa idea. No
obstante, es evidente que Obama está atrapado en medio de este
problema. […] Denis McDonough, jefe del Estado Mayor del Consejo de
Seguridad Nacional, me dijo: ‘lo que ves en Irán es el encuentro de
una serie de prioridades importantes del presidente, quien ve una
seria amenaza para el sistema de no proliferación a nivel mundial, una
amenaza que puede conducir a otras actividades nucleares en una región
tan volátil, y una amenaza para un amigo cercano de los Estados
Unidos: Israel. Pienso que pueden verse varias corrientes que se están
uniendo, lo cual responde a la interrogante de por qué esto es tan
importante para nosotros’.”

“Cuando le pregunté a Peres lo que él pensaba sobre el esfuerzo de
Netanyahu por presentar este caso ante la administración de Obama,
Peres me respondió […] que su país sabe cuál es su lugar, y que eso
dependía del presidente estadounidense y que sólo el presidente de los
Estados Unidos podía decidir finalmente cómo salvaguardar mejor el
futuro de Occidente. Toda esta historia tiene más relación con su
mentor: David Ben-Gurion.

“‘Poco después que John F. Kennedy fue electo presidente, Ben-Gurion
se reunió con él en el hotel Waldorf-Astoria’ en Nueva York, me contó
Peres. ‘Después de la reunión, Kennedy acompañó a Ben-Gurion al
elevador y le dijo: `Señor Primer Ministro, quiero decirle que resulté
electo presidente gracias a su gente, por eso, ¿qué puedo hacer por
usted a cambio?´ Ben-Gurion se insultó por la pregunta y le dijo: `lo
que puede hacer es ser un gran presidente de los Estados Unidos. Usted
debe entender que tener un gran presidente de los Estados Unidos es un
gran suceso´’.”

“Peres continuó explicando lo que él veía como interés verdadero de
Israel. ‘No queremos ganarle al presidente’, me dijo. ‘Queremos que el
presidente gane’.”

“Jeffrey Goldberg”

“Jeffrey Mark Goldberg es un periodista norteamericano-israelí. Es uno
de los autores y periodistas del staff de la revista The Atlantic.
Trabajó previamente para la revista The New Yorker. Goldberg escribe
principalmente sobre temas internacionales, con preferencia sobre el
Medio Oriente y África. Algunos lo denominan como el más influyente
periodista-blogguer en asuntos relacionados con Israel.”

Fidel Castro Ruz
Agosto 25 de 2010