domingo, 29 de agosto de 2010

Vitamina A favorece transmisión vertical de VIH: expertos

México DF, agosto 27 de 2010.

El consumo de la vitamina A y los suplementos de beta-carotina no son seguros para las mujeres con VIH en fase de lactancia debido a que aumentan la secreción del VIH por medio de la leche materna, advierten los resultados de dos estudios realizados por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).

Esta relación de riesgo ocurre debido a que la vitamina A y los suplementos elevan el riesgo de desarrollar mastitis subclínica (inflamación de la glándula mamaria), un trastorno que favorece la entrada del plasma sanguíneo a la glándula y subsecuentemente de las partículas virales a la leche, según las investigaciones publicadas en el 'American Journal of Clinical Nutrition' y el 'Journal of Nutrition'.

Los estudios se realizaron en mil 78 mujeres seropositivas divididas en dos grupos. En uno, las mujeres recibieron 5 mil unidades internacionales (UI) de vitamina A y 30 miligramos suplementarios de beta-carotina cada día durante la gestación y el periodo de lactancia, y el otro, se sometió a una dieta común.

Eduardo Villamor, epidemiólogo y director de la investigación, explicó que los datos se separaron para medir los efectos de la beta-carotina y de la vitamina A. Mediante este proceso se observó que “la beta-carotina parecía aumentar la cantidad de virus del sida en la leche materna de forma independiente a la vitamina A”.

"Brindar suplementos alimenticios a las mujeres seropositivas embarazadas o en periodo de lactancia con vitamina A y beta-carotina en las dosis estudiadas probablemente no sea segura y requiere de otras medidas preventivas más eficaces, como los regímenes antivirales, para prevenir la transmisión del virus a los niños", señaló Villamor.

Sin embargo, el investigador comentó que estos resultados son controversiales debido a que “la vitamina A es un importante suplemento nutricional en el periodo post-parto en países donde la infección por VIH tiene una alta prevalencia, pero los programas de suplementación alimenticia no tienen en cuenta el estatus de las mujeres con VIH".