lunes, 11 de octubre de 2010

Ebrard debe renunciar por intolerante: Valdemar

México, DF. El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, se pronunció por la renuncia del jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, “por intolerante” y consideró que sus declaraciones no son insultantes ni se hicieron con “el único propósito de dañar” al gobernante “en su reputación, decoro o imagen pública”.

Al término de una misa en la Catedral Metropolitana, abundó que en los próximos días habrá una respuesta conjunta de los arzobispados de México y de Guadalajara contra la demanda por daño moral interpuesta por Ebrard Casaubon contra el cardenal Juan Sandoval Íñiguez y el propio Valdemar Romero.

El diferendo entre el funcionario capitalino y el jerarca católica derivó luego del señalamiento que hiciera el último en el sentido de que el mandatario local había "maiceado" los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que determinaran la constitucionalidad de los matrimonios gay y la adopción de hijos por parte de éstas parejas en el Distrito Federal.

Por ello, Ebrard interpuso ante el Tribunal de Justicia del Distrito Federal una demanda por daño moral.

Al respecto, Valdemar dijo que dicho recurso es una prueba de su “intolerancia”, y consideró que cualquier gobernante que se sienta dañado por la crítica debería pensar en la renuncia. Agregó que el jefe de gobierno utiliza “ilícitamente todo el aparato y los recursos del Estado para demandar a dos ciudadanos por hacer uso de su libertad de expresión y criticar sus excesos en el poder”.

Incluso, dijo, las demandas civiles, son una “prueba pública de la fobia del señor Ebrard y su partido a la Iglesia Católica”.

Precisó que en ejercicio de su derecho a la libertad de expresión, dijo que Ebrard “tiene una vocación de fascista porque, desde mi particular punto de vista, toda opinión que no le gusta la contesta iracundamente y le parece que se atenta contra el Estado”.

Cuando simplemente, aclaró, son opiniones desde lo que es propio de un ministro de culto, es decir, desde una perspectiva ética y moral sobre legislaciones que han atentado contra estos valores como son el respeto a la vida y el matrimonio.

Tal manifestación no implica una “acusación de mi parte en la forma y términos en que los refiere de que la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal forme parte de un sistema político, económico y social de carácter totalitario -aunque a veces así se comporte-”, señaló.