lunes, 4 de agosto de 2008

Adictos a drogas sí se benefician de medicina contra el sida: estudio

Una investigación de médicos canadienses contradice la preocupación universal de que las personas que consumen estupefacientes no pueden someterse a tratamiento.
Reuters Publicado: 03/08/2008 13:18

México, DF. Los adictos a las drogas se benefician tanto con los medicamentos contra el sida como los portadores del virus que lo adquirieron sexualmente o por otra vía, señalaron este domingo investigadores canadienses.
Su descubrimiento, publicado en el diario de la Asociación Médica Americana (AMA) y presentado en la conferencia internacional de sida que se realiza aquí en la ciudad de México, contradice la preocupación universal de que los adictos no pueden someterse a tratamiento.
“Una gran cantidad de reportes previos han demostrado que debido a asuntos de inestabilidad social, relacionados con la adicción a las drogas ilícitas, los portadores del VIH que se inyectan estupefacientes podrían no obtener un beneficio completo de los medicamentos contra el sida”, dijo el doctor Julio Montaner en el texto.
El médico, de la Universidad de la Columbia Británica y del Hospital San Pablo en Vancouver, escribió el reporte con sus colegas.
En varios lugares, los drogadictos son menos propensos a recibir los vitales medicamentos contra el sida.
Montaner y sus colegas estudiaron los casos de 3 mil 116 pacientes en clínicas canadienses entre agosto de 1996 y junio de 2006, de los cuales 915 o 29.4 por ciento eran adictos a drogas inyectables.
Todos ellos mostraron una elevada actividad en la terapia antiretroviral con medicinas contra el sida, los cocteles de medicamentos que ayudan a los humanos a controlar el virus de inmunodeficiencia, pero que no derivan en la cura completa.
Después de cinco años, un poco más de 26 por ciento de los drogadictos y cerca de 22 por ciento de la gente infectada por otras vías mueren. La diferencia no es tan importante en términos estadísticos, según el equipo de Montaner.
Otros análisis mostraron tasas similares de muerte para ambos grupos, después de que se hicieron ajustes en la edad, sexo, y en los expedientes de diagnóstico del sida y otros factores.